LOS OBISPOS DE MÉXICO PIDEN MÁS PAZ Y JUSTICIA SOCIAL

Rueda de prensa en la Conferencia Episcopal

Monseñor Víctor Rene Rodríguez, obispo auxiliar de Texcoco y gecretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), y monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y vicepresidente del mismo organismo se refirieron a las carencias de justicia, paz y respeto a la dignidad de las personas en nuestro México, -especialmente a las mujeres y grupos vulnerables- asimismo aseguraron que de no ser atendidas estas carencias generarán más tensión en el tejido social del país.

En el marco de una conferencia de prensa, los prelados mexicanos denunciaron la presencia de estos fenómenos sociales en países de América latina y el Caribe, impactando en el deterioro de la vida social y la convivencia armónica de estos pueblos, “manifestándose en el crecimiento de la violencia, asaltos secuestros, corrupción, extorsión y asesinatos que día a día llenan de dolor a las familias”.

Expusieron que estas circunstancias “se están volviendo cotidianas en nuestra sociedad, por otro lado está la impotencia frente a la pobreza, la desigualdad, la inequidad en la distribución de la riqueza, la falta de oportunidades, de estudio, empleo y desarrollo se refleja en los ciudadanos”.

Tras lo anterior, los obispos pidieron trabajar por un Estado de Derecho que garantice los derechos individuales y colectivos, así como la protección y la seguridad en bien de los ciudadanos.

EL CASO DE LOS LEGIONARIOS DE CRISTO

Más adelante, los dignatarios eclesiásticos se pronunciaron sobre el caso de la congregación de los Legionarios de Cristo: “Al ser una institución de derecho pontificio, la Santa Sede, a través de la Congregación para la Vida Consagrada tiene toda la autoridad para definir el futuro de los Legionarios de Cristo, y los obispos acataremos la decisión del Vaticano”, expresaron.

En las instalaciones de la Secretaria General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el obispo auxiliar de Texcoco y arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, dejaron en claro que ellos se han sumado a las víctimas de la pederastia-calificada como delito grave-, e invitaron a las víctimas “a denunciar estos actos, porque no se puede comprar un silencio que no beneficia a nadie”.

“Nunca se puede cerrar el paso a la justicia. Todas las víctimas tienen el deber y el derecho de denunciar cualquier acción que haya lastimado su vida o a sus familiares, y ningún obispo debe ser obstáculo para la aplicación de la ley, de ningún modo se debe encubrir situaciones que vayan en el bien de las personas”, aseguraron tajantemente los miembros del episcopado mexicano.

Aclararon que “no se debe arreglar nada en los oscuro y que se proceda conforme a Derecho, porque en el caso la pederastia es un delito abominable y se debe castigar, y si algún obispo se opusiera actuaría de manera equivocada a normatividad establecida por la Iglesia”.

LA IGLESIA NO ESTA EN CONTRA DE LAS MUJERES SINO DEL ABORTO

En torno a la legalización del aborto, los prelados calificaron este hecho como delito grave y bajo este término: “Estamos a favor de que ninguna mujer valla a la cárcel, sin embargo es la postura de los Estados la que se debe prevalecer para cada caso y se debe respetar. El estar en contra del aborto no es estar en contra de la mujer, porque se debe estar a favor de la vida”.

Por lo que concierne a los matrimonios de personas del mismo sexo, los obispos aseguraron respetar estas acciones, sin embargo subrayaron que quienes promueven estas iniciativas tendrán sus motivaciones e intereses y deben asumir su responsabilidad por las consecuencias de estas uniones.

Calificaron a la unión de personas del mismo sexo como: “relación conyugal, pero nunca matrimonio, porque para la Iglesia un matrimonio es entre un hombre y una mujer”, sin embargo, apelaron al derecho de los infantes a no ser adoptados por parejas del mismo sexo. Y dejaron toda la responsabilidad al gobierno del Distrito Federal “quien ha asumido el paquete completo”.

UNA REFORMA POLÍTICA MÁS IGUALITARIA

Los prelados pidieron a los responsables de la reforma política trabajar con más empeño en una política limpia y más adecuada a los intereses del país: “Que piensen en México y en los más pobres para salir de este bache económico, político y social”, enfatizaron los purpurados.

Exhortaron a las instancias de impartir justicia a combatir la impunidad, y promovieron a que la justicia alcance a todos por igual: “Y no que en un tribunal salga mejor el que tenga mayores recursos económicos”, dijeron.

Ante esta reforma pidieron que a través de la misma se tenga un equilibrio de poderes, donde haya oportunidades para todos para que no se permita ningún abuso de poder.

Finalmente, pidieron orar por ellos y por los sacerdotes: “porque un buen sacerdote, es una gran ayuda para el país, y un mal sacerdote daña el tejido social, y en aquello que nos equivocamos tenemos que ser criticados”. VN

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