LOS NIÑOS MODERNOS SON MÁS PROPENSOS A SUFRIR FRACTURAS
Los cambios en los hábitos alimenticios y la falta de ejercicio son dos de los principales factores que hacen que los niños actuales sean más propensos a sufrir fracturas óseas durante su crecimiento y a desarrollar osteoporosis en la edad adulta, entre otros problemas, según una investigadora del Centro Médico Stanford (SMC, en inglés).
“Sabemos bien que los niños que no consumen productos lácteos tienden a tener menor volumen en su masa ósea siendo más propensos a fracturas, pero estamos encontrando otros factores -como el peso- que también están influyendo”, afirmó la doctora Laura Bachrach, profesora de pediatría de SMC.
Estudios citados por Bachrach indican que la ocurrencia de fracturas en niños estadounidenses ha aumentado en los últimos 40 años.
Los niños actuales son 32 por ciento más propensos a tener fracturas que hace cuatro décadas, mientras las niñas presentan 56 por ciento más posibilidades de sufrir una fractura.
“Las fracturas afectan el crecimiento y la fortaleza futura de los huesos. Es más, pueden crear un círculo vicioso generando más fracturas”, explicó la doctora Bachrach. “Los niños tienden a ser menos activos después de sufrir una fractura, lo que lleva a que sus huesos se debiliten y sean más propensos a sufrir nuevas fracturas”.
Los cambios en los hábitos alimenticios y los aumentos en las tasas de obesidad son correlativos con este incremento en el riesgo de fracturas en la niñez, aseguró la pediatra.
Agregó que actualmente sólo 12 por ciento de las niñas y 32 por ciento de los niños, reciben en su alimentación diaria el calcio necesario para prevenir fracturas no sólo en la infancia sino en la edad adulta.
“La buena noticia es que podemos sugerir maneras de construir huesos fuertes: la ventana para lograrlo dura hasta el principio de la edad adulta, pero nunca es tarde para hacer de la salud de los huesos una prioridad”, afirmó Bachrach.
“Los padres juegan un papel crítico en la reducción de los riesgos de fracturas asegurando que sus niños tengan cantidades adecuadas de calcio y vitamina D, eliminando los excesos y siendo activos con sus niños”, señaló.
La pediatra sugiere que los padres traten de ofrecer el calcio y la vitamina D a través de comidas ricas en nutrientes cada vez que sea posible, más que a través del uso de suplementos.
“El calcio debe venir debe provenir de comida verdadera, no de pastillas”.
Los niños y los adolescentes necesitan dos o tres porciones diarias de productos lácteos y 30 minutos de ejercicio al día para tener condiciones óptimas en el fortalecimiento de su sistema óseo, recomendó Bachrach.
“Siempre es mejor un vaso de leche que una soda”, concluyó. VN
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