LOS HISPANOS: UNA ESPERANZA PARA ESTADOS UNIDOS

LOS HISPANOS: UNA ESPERANZA PARA ESTADOS UNIDOS

(fOTO: victor alemán / Cortesía de 2mun-dos Communications).

Por DR. J. ANTONIO MEDINA

El grupo minoritario más grande de Estados Unidos está formado de 60 millones de hispanos-latinos, pero bajo esta etiqueta se incluye una inmensa diversidad de personas procedentes de muchos países, además de los hispanos nacidos en la nación.

Según datos de la Oficina del Censo, el 48% de los hispanos es bilingüe, algunos incluso hablan las dos lenguas con bastante fluidez, otros con limitado dominio del inglés, pero todos forman parte del tejido laboral productivo en el sector público y privado.

A nivel comercial representan un poder adquisitivo creciente que los convierte en un atractivo para el comercio y las ventas, pero también es el grupo que más inicia pequeñas empresas.

El aporte de los hispanos a la cultura americana ha sido ampliamente estudiado aunque no siempre reconocido. Un gigante en este esfuerzo ha sido el doctor David Hayes Bautista, quien ha investigado sobre este tema. Sus libros “5 de Mayo” y “La Nueva California, Edición revisada” son un tributo a la cultura hispana presente en California desde hace varios siglos. Para empezar, nos muestra con testimonios fidedignos, producto de sus exhaustivas investigaciones, que en California siempre se ha hablado y escrito en español. Siempre han existido periódicos, libros, anuncios de comercios, organizaciones civiles en este idioma desde mucho antes que naciera la nación americana, pero sobre todo que el español nunca ha dejado de desarrollarse hasta nuestros días. Incluso el doctor Hayes-Bautista avista un futuro en que la cultura hispana tendrá una mayor influencia en virtud del número de nacimientos de hispano-americanos y del número de “milenios” hispanos que conforman una nueva manera de vivir, es decir, están contribuyendo desde su identidad al desarrollo de la cultura americana.

A pesar del silencio de los medios de comunicación americanos, el número de hispanos en posiciones de influencia se ha incrementado notablemente.

El periódico “El País” de España ha hecho una recopilación de personajes hispanos influyentes en EE.UU., y me resultó muy llamativo ver que el primer grupo de personas entrevistadas para ese proyecto fueron tres cocineras. Pati Jinich, quien se dedica a dar clases de cocina en el canal de televisión PBS. Gabriela Cámara, propietaria de un restaurante en la Ciudad de México y otro en San Francisco, y Cristina Martínez, una cocinera que aprovechó la tradición muy mexicana de comer barbacoa los fines de semana para abrir un restaurante de esta comida en Filadelfia.

Lo más llamativo es que estas tres mujeres encontraron su plataforma de desarrollo en el negocio de dar de comer, pero sus trayectorias han ido más allá de la cocina. Pati educa en el diálogo intercultural desde la cocina a más de 31 millones de telespectadores. Gabriela colabora en la inserción de ex convictos en el mundo laboral en San Francisco, y Cristina trabaja por los derechos de los trabajadores inmigrantes en el área de Filadelfia. Las tres son muy exitosas en el mundo de los negocios, y las tres son muy conscientes de su responsabilidad en el ámbito social.

Otra heroína seleccionada por “El País” es Cristela Alonzo, nacida en Texas de madre soltera, pero huérfana desde su infancia. Nació en una familia con tres hermanos más y bajo el cuidado de su madre que trabajaba dos turnos de mesera, pero con muchas dificultades podía llevar el pan a la mesa de la familia. El punto de su desarrollo profesional fue su habilidad de hacer reír. Ella dice que como no tenía dinero para ir al terapeuta para lidiar con sus traumas, entre los que se encuentra la muerte de su madre, su terapia fue reírse de sí misma y hacer reír. Empezó haciendo chistes sobre su propia vida y de los estereotipos con los que se identifica a los latinos. Su creatividad es tan extraordinaria que desarrolló su propio programa de TV, “Cristela”, donde ella fue escritora, productora y protagonista. Actualmente está promoviendo su libro “Music to My Ears” donde integra canciones populares norteamericanas de autores como Lionel Richie y Billy Joel con situaciones personales. Cada canción está relacionada con algún momento específico de su vida. Es de alguna manera una artista que afirmando su cultura latina ha enriquecido la cultura norteamericana dominante.

El más reciente personaje seleccionado por esta serie del periódico “El País” es la Hermana Norma Pimentel. Ella ha prestado un servicio discreto pero muy necesario en la Ciudad de McAllen, Texas, recibiendo a los inmigrantes de la última oleada de caravanas proveniente de Centroamérica. El verano de 2019 fue especialmente difícil para el centro de acogida de inmigrantes que dirige la Hermana Pimentel. El promedio diario de solicitantes de ayuda pasó de 200 personas a mil. La situación ha cambiado pues las políticas migratorias de la actual administración han forzado a que los inmigrantes esperen en México, lo que ha trasladado el problema de los centros de acogida en las ciudades fronterizas norteamericanas a los centros de ciudades como Tijuana, Mexicali, Reinosa. La Hermana Pimentel afirma que lo más importante de su ministerio no sólo es darles un plato de comida caliente, sino “asegurarles y restaurarles su dignidad”. El servicio de los centros que ella dirige sirve a los pobres de McAllen, que no sólo son inmigrantes. También hay una creciente población sin recursos, y gente sin techo que las políticas económicas actuales están generando en Estados Unidos.

Muchos otros héroes hispanos están teniendo un impacto en la cultura y desarrollo de este país. Cada uno de nosotros podría mencionar a alguien que ha impactado nuestras vidas y la vida de nuestras ciudades y comunidades. Si tuviera que mencionar a un hispano ejemplar, pregúntese ¿quién sería? y ¿por qué lo escogió? Quizás en esa lista está su padre o madre o alguien cercano. Hace unos días acudí al funeral del papá del diácono Luis Sánchez, y el testimonio que dieron sus hijos y familiares fue el de un hombre bueno que siempre les ayudó, y que tenía una profunda conciencia de su responsabilidad social, en primer lugar acogiendo a trabajadores inmigrantes en su casa. El diácono Luis menciona que siempre hubo huéspedes pobres en su casa, pero además, su padre, Don Hilario, siempre apoyó la lucha de los campesinos, especialmente la defensa de los trabajadores del campo liderada por Cesar Chávez. Fue un hombre pobre que nunca se olvidó que había otros más pobres.

Estoy seguro de que en su mente tiene el nombre de otro héroe hispano que ha contribuido al desarrollo de este país, pero quizás ésta es la oportunidad de que allí donde vive y trabaja se haga la pregunta sobre cuáles son las necesidades a las que puede usted ayudar; cuáles son los talentos con los que puede contribuir al bien común. Quizás el héroe a desarrollar es usted mismo. Quizás el próximo personaje hispano que más ha aportado al desarrollo de este país está delante de su espejo. VN

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