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LAS ORACIONES DE JERSEY RECIBIERON RESPUESTA

El padre indocumentado de la niña que personalmente le pidió al Papa Francisco que hablara con el Presidente Obama para que detuviera las deportaciones, fue liberado hoy de un centro de inmigración.

Las oraciones de Jersey Vargas, de 10 años de edad, han sido contestadas. Su padre Mario, un inmigrante indocumentado detenido por una violación de tránsito, y enviado a un centro de detención de inmigración en Louisiana, fue liberado este viernes 28 de marzo.

Mario se quedó sin habla mientras dejaba el centro de detención junto a su abogado, Alex Gálvez. “Ha sido tan difícil estar separado de mi familia”, dijo en una entrevista telefónica con The Tidings/Vida Nueva. “Hay muchos hombres [detenidos] que están sufriendo. Ellos no quieren estar encerrados lejos de sus familias; es un lugar triste”.

Hace unos días, Jersey habló con el Santo Padre en el Vaticano acerca de la inminente deportación de su padre. Al día siguiente, el Papa Francisco se reunió con el presidente Barack Obama, aunque esto no haya necesariamente influido en la liberación de Mario.

“Estoy muy orgulloso de mi hija. No puedo describirlo”, dijo Mario.
Este inmigrante mexicano, trabajador en el área de la construcción, se fue al estado de Tennessee en busca de empleo porque no podía hallarlo en Los Ángeles.

El abogado Gálvez dijo que Mario ahora es elegible para recibir un permiso de trabajo, licencia de conducir y un número de seguro social para trabajar en Los Ángeles.

“Todos hemos sentido la providencia divina en esto”, dijo el abogado, quien ha llevado el caso legal. “No podemos explicar cómo ha ocurrido”.

El juez redujo la fianza de 15 mil dólares a 5 mil debido a la buena conducta de Mario durante su detención. Y aunque todavía quedan otros obstáculos por sortear, el abogado dijo que la parte más difícil ha quedado atrás.

“La pequeña voz de Jersey se ha escuchado en todo Estados Unidos”, dijo Gálvez.
Mario enviaba la mayor parte del sueldo que ganaba en Tennessee a su familia que había quedado en Los Ángeles.

“Gracias a mi papá tengo comida y ropa”, escribió Jersey hace unos meses en una carta al Sumo Pontífice. “Además, gracias a mi papá tengo un techo sobre mi cabeza y una familia increíble que me quiere”.

Jersey se unió a una coalición del Sur de California que viajó a la Ciudad del Vaticano el pasado 26 de marzo para entregar las cartas de niños con padres indocumentados dirigidas al Santo Padre.

Frecuentemente muchos peregrinos que acuden a las audiencias de los miércoles en el Vaticano, tienen la oportunidad de saludar al Papa. Ese día, Jersey se dirigió a la baranda que separa a su Santidad de los visitantes, sosteniendo un pañuelo bordado con dos pájaros y un nido, un regalo que traía para el Santo Padre. Las aves representan a sus padres, y el nido a su hogar.

“Mi papá está sufriendo”, le dijo la pequeña al Papa Francisco cuando éste se le acercó. “Es injusto que otros niños estén sufriendo lo mismo que yo”.

Emocionada se regreso al sitio a donde estaban las personas que la acompañaban, dijo Jersey en una entrevista esta semana con The Tidings/Vida Nueva. Su chaperón, Martha Ugarte, la animó que le hablara al papa otra vez.

Ella lo hizo y en esta ocasión el Santo Padre le tocó la cara, la bendijo y luego le besó la frente. Él le dijo al oído: “Voy a hablar con el Presidente Obama sobre el tema”.

El pasado 16 de marzo, el Arzobispo José H. Gomez dio una bendición especial durante la Misa de Clausura del Congreso de Educación Religiosa a este grupo que iría al Vaticano.

En una reunión el 19 de marzo, el Arzobispo le dio a Jersey una medalla de la Virgen de Guadalupe para el viaje al Vaticano. La niña, quien temía volar, dijo que la medalla la consoló y que ya sabía que la Virgen la acompañaría y que sabía que la su papá Mario comentó que una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe en el centro de detención, fue también un gran consuelo para él.

“Por favor, cuida a mis hijos, por favor cuida a mis hijos”, le rogaba Mario a la Virgen Morena. “Y continuaba pidiéndole ayuda a Dios”. VN

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