LAS HERMANAS SIERVAS DE MARÍA, CELEBRAN LA BEATIFICACIÓN DE UNA DE SUS MIEMBROS

Las Hermanas Siervas de María celebraron la beatificación de la Hermana María Catalina Irigoyen, miembro de su orden, con una Misa de Acción de Gracias el 26 de noviembre en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles.

El Arzobispo José H. Gomez presidió la celebración, a la que asistieron Hermanas que sirven en el Sur de California, así como amigos y asociados. Las Hermanas tienen una residencia en Los Ángeles, una casa de formación en Oxnard y dirigen el Hospital y Casa de Convalecientes en Newbury Park.

La Hermana Irigoyen –beatificada el 29 de octubre en Madrid– es la segunda Hermana, Sierva, que es beatificada. La Hermana María Soledad, quien fundó la comunidad en 1851, fue canonizada en 1970.

La Hermana María Catalina nació en Pamplona, España, en 1848. Después de conocer a la Hermana María Soledad, entró en la orden el 31 de diciembre de 1881, y sirvió a los enfermos y los moribundos toda su vida, a pesar de la enfermedad que la paralizaba causada por tuberculosis en los huesos. Ella murió el 10 de octubre de 1918. Su causa de canonización fue introducida por el Papa Juan XXIII el 14 de febrero de 1962, y el Papa Benedicto XVI oficialmente aprobó su beatificación el pasado 2 de abril.

“Desde el principio de su vida religiosa, la única aspiración de la Hermana María Catalina fue amar a Dios con todo su corazón, y servirlo a Él en los enfermos”, dijo la Madre Carmela Sanz, madre provincial de las Hermanas Siervas en los Estados Unidos y México.

Las Hermanas Siervas de María tienen 128 conventos en 20 países en Europa, Asia y Norte, Centro y Sur América. VN

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