LAS CASAS PREFABRICADAS DE ROCÍO ROMERO, VIVIENDAS ACCESIBLES Y A DOMICILIO

Cuando la arquitecta Rocío Romero se propuso construir una vivienda con menos de 35.000 dólares no sólo lo consiguió sino que esa experiencia le abrió el camino a sus casas prefabricadas, las mismas que ahora envía a domicilio.

El proyecto era una vivienda de recreo para su madre, en Laguna Verde, Chile.

“Conseguí mi meta, pero también me di cuenta que pude haberlo hecho con menos dinero”, dijo en entrevista telefónica desde Perryville, Misuri, donde actualmente tiene su hogar, el que también es su “showroom”.

Fue así como comenzó a investigar sobre materiales y otras técnicas de construcción y bajo las premisas de calidad, sencillez, espacio y ecología nacieron en 2003 -tres años después de Laguna Verde- estos “kit” de “hágalo usted mismo o con un poco de ayuda”.

De hecho, cada parte de este kit es lo suficientemente liviana para que pueda ser manipulada fácilmente por una o dos personas y ser ensamblada en el sitio.

Los componentes, explicó la arquitecta de 36 años, están diseñados para ser efectivos en términos de costo “si lo está haciendo usted mismo y planea estar envuelto directamente en la construcción”.

Es el consejo de Romero, quien se graduó de la Universidad de Berkeley en Diseño Ambiental y obtuvo un máster en Arquitectura de Southern California Institute of Architecture, a aquellas personas que desean tener una casa en tiempos de especulación inmobiliaria: “hágala usted mismo”.

“Si entiende de planos o conoce a alguien que pueda leerlos es factible armar la casa sin ayuda de un contratista general (que es lo que recomienda la firma)”, sostuvo.

Con entre 30.000 y 40.000 dólares es posible adquirir el kit básico con la estructura exterior de una vivienda de 1.150 pies cuadrados, de dos habitaciones, dos baños y un salón. Además de algunas herramientas y por supuesto las instrucciones de ensamblaje.

Hará falta agregar la fundación, el techo, las ventanas y el acabado interior, lo que da la oportunidad de darle un toque más personal a la vivienda. Tampoco está incluido el sistema eléctrico y la plomería en espera que cumpla con las regulaciones locales de construcción.

Romero defiende que con todo y ello no habrán mayores sorpresas al final, ya que todos esos costos son fácilmente calculables con anterioridad.

Desde que en junio de 2003 comenzó esta aventura, junto con su esposo Cale Bradford, por quien dejó California para irse a Misuri, dice que cada año han duplicado la producción y aunque no proveyó cifras aseguró que el negocio marcha viento en popa.

Prueba de ello es que su trabajo ha sido reseñado por prestigiosas publicaciones especializadas y que más de 50 de estos paquetes de construcción han sido vendidos y entregados en cajas en 17 estados del país.

Romero forma parte del “boom” del prefabricado, que le ha quitado el estigma del “trailer park” y lo ha impregnado de sofisticación.

Hoy día son muchas las firmas de arquitectura que están haciendo este tipo de proyectos por sólo una fracción del costo de una casa diseñada por un arquitecto.

Algunas casas prefabricadas de hoy vienen con especificaciones para zonas sísmicas o resistentes a vientos huracanados y atienden toda clase de presupuestos.

Romero dice que el ser mujer y latina (sus padres son chilenos) no ha sido un obstáculo en su carrera, sin embargo tuvo ella misma que armar los paneles de uno de sus primeros prototipos para que la tomaran en serio y demostrar que sí podia.VN

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