LA VIRGEN DE GUADALUPE BROTA EN EL ARTE MEXICANO

Va impresa en el corazón de los hispanos y por ende se convierte en protagonista de sus expresiones artísticas

El mexicano es pródigo en las muestras de afecto hacia los seres más queridos. Se vuelca en cariño hacia los padres y se deshace en cuidados con los hijos. Se enternece al escuchar las voces lejanas de la familia que está esperando su regreso en aquel pueblo lejano y desahoga su profundo amor en las más sonoras y rítmicas palabras; en un lienzo y con los más bellos colores; en hierro, piedra o melodías refleja el Amor. Así la Virgen de Guadalupe se ha convertido en fuente de inspiración artística.

Sin duda, la migración de mexicanos a cualquier parte del mundo se convierte en una oportunidad de llevar consigo a la Virgen de Guadalupe y sembrar allí la devoción a la imagen de la Morenita del Tepeyac. Así lo reconoció el padre Eduardo Mendoza Medina, sacerdote de la Arquidiócesis de Guadalajara, Jalisco, que desarrolla su ministerio sacerdotal en Tonalá, uno de los pueblos más representativos del arte mexicano.

“Es el amor lo que hace que el mexicano sea vasto en sus manifestaciones artísticas cuando se trata de honrar a la Virgen de Guadalupe”, y señala que la Patrona de México es más que un ícono de fe y centro de devociones. Ella se convierte en parte integral de la historia del pueblo mexicano y le proporciona elementos para convertirse en parte de su identidad.

Si bien cada año el 12 de diciembre hasta los más remotos poblados del territorio mexicano se visten de fiesta, la devoción es permanente y es fuente de acciones comprometidas con el beneficio de las comunidades. “Su imagen anima muchas iniciativas pastorales y rebasa los límites de clases sociales, actuando como vínculo de unión. Es compañera de los choferes que conviven diariamente con los peligros en las carreteras, es también la asistente de los médicos que practican delicadas cirugías y también empresarios que la hacen Patrona de sus centros de trabajo”.

El padre Eduardo Mendoza ha seguido muy de cerca el trabajo de artesanos en ese pueblo, conocido como la Cuna Alfarera y constata que la Virgen de Guadalupe es la imagen donde el artesano se explaya y la expone en sus más diversas manifestaciones. Si es el barro, toma forma la imagen. “Los artesanos encuentran miles de expresiones y rematan su obra con los colores vivos, aman a la Virgen, la sienten cercana y buscan traducir sus rasgos en la técnica que cada uno domina, desde el niño que ya aprende el oficio de artesano juega con sus propias expresiones y da a la imagen algún detalle infantil y sencillo”.

Para el periodista también tapatío Jesús Parada Tovar, la Virgen de Guadalupe se ha convertido en fuente inspiradora de reconocidos poetas y éstos han dedicado los más hermosos poemas, “como el enamorado que traduce su amor en palabras que son caricias”, y abundó diciendo que la presencia de la Virgen cuenta con importantes espacios en el nutrido cancionero mexicano y ha tenido presencia en abundantes películas, novelas y espacios de expresión.

Reconocido por su devoción guadalupana, el reportero advierte que “desde la época Colonial (1521-1821) han sido dedicadas muchas y variadas obras artísticas a esta figura de veneración en las artes plásticas, literatura, música y arquitectura”. Añade que la primera obra es la que originó esta gran veneración, aquel lienzo del indio Juan Diego donde quedó inmortalizada su imagen.

Siendo el texto escrito por Luis Lasso de la Vega en 1649 y titulado Nican Mopohua -el primero que narra en su lenguaje reformado en los conventos jesuitas las apariciones de la Virgen de Guadalupe-, el tema guadalupano se convirtió en campo de expresión de los artistas de todos los géneros.

Posteriormente, otros autores han dedicado escritos a la figura de la Virgen como el poeta Renato Leduc Manuel Navarrete, Amado Nervo, Angel María Garibay, Andrés Henestrosa y muchos otros, hasta llegar a los que recientemente han demostrado su devoción y escrito con belleza sus alabanzas, como son los casos de la Profa. María Ascensión Rueda, el Pbro. Adalberto González González y “Fray Asinello”, entre otros. VN

ALGUNOS POEMAS GUADALUPANOS
A LA PRIMERA MUJER COSMONAUTA (1531)

En el Cielo, las Legiones San Miguel movilizó;
la Virgen no está en su Trono; a la Tierra se fugó.

Al pasar por las estrellas, en su manto azul celeste cuarentaiséis se prendió.

La primera cosmonave fueron los rayos del Sol,
y en la luz de ese transporte, rapidísima bajó.

La Luna no se hizo menos, y a sus pies se colocó,
y en las alas de un Querube, en México aterrizó.
Al pasar por los espacios,
la ventisca le tostó su piel de azucena,
y morena se quedó.

Del Tepeyac en la cima, a Juandieguito le habló:
“Nictemacaz notietazohtlalis niteicnottalis”
(“Doy mi ternura de Madre a todo el que me invocare”).

Cuatro viajes espaciales la Doncella realizó,
y en el último, su Imagen para siempre nos dejó.
Profa. María de la Ascensión Rueda y Z. Diócesis de Colima.

(En el 450º Aniversario de las Apariciones de Santa María de Guadalupe).

DOCE DE DICIEMBRE

Ya no hay más águilas en El Tepeyac.
Ni gavilancillos ni torcazas ni halcones
ni coyoltotls ni tzinitzcanes ni cenzontles
ni demás pájaros finos.

Ya no hay más que polvumo y agonía.
De vida ya no queda más que, a veces:
luz del Alba y ocultamiento del Sol…
cuando el polvumo lo permite.

(Pbro. Adalberto González González)

AVE MARÍA A LA VIRGEN DE GUADALUPE
Princesa de los amores
que, cuando al aire deslizas
el Ave de tus sonrisas,
cubres las peñas de flores,
exterminas los dolores
y haces nacer la alegría:
es tan suave tu armonía,
tal encanto de Ti mana
que, al pasar por tu ventana,
Dios te saluda, María.
¿Cómo vaso tan pequeño
contiene tanta dulzura
y agota toda hermosura
tan diminuto diseño?
¿Por qué tu rostro de ensueño
a todo el mundo encadena
si dicen que eres morena
y que el sol te ha quemado?
¡Al sol has enamorado
porque estás de Gracia llena!
Eres el Río Sagrado
donde se lava mi pena:
tu veste: el alba serena;
tu manto: cielo estrellado;
tu seno: campo de trigo.
En Ti se rompe el castigo
de ésta nuestra raza triste,
pues, desde que amaneciste,
el Señor está contigo.
Bajo de tus azahares,
el león se hace cordero;
Dios se vuelve Marinero
para navegar los mares.
Escogida entre millares,
cuando el monarca dormía,
tu olor a nardo subía
hasta sus amaneceres:
Por eso, entre las mujeres,
Bendita serás, María.
Bajo tu vid florecida
Cobijamos nuestra suerte
para que, cuando la muerte
nos dé la Vida escondida,
cuando el alma desprendida
peregrine a tus montañas
y el cuerpo, en manos extrañas,
baje a la casa del luto,
nos des a gozar el Fruto
Bendito de tus entrañas.

(“Fray Asinello”. Canónigo Benjamín Sánchez Espinoza).

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