LA VIOLENCIA SE APRENDE EN CASA

No nacemos violentos. La Organización ‘Paz sobre la Violencia’ asegura que el abuso doméstico está afectando cada vez más a niños y adolescentes. Por encima del 62% de los menores de este país han sufrido maltrato y abuso

Por SILVIA GALDÁMEZ

¿Por qué golpea el agresor? ¿Por qué las víctimas tardan un promedio de siete intentos para abandonar al agresor? ¿Son los niños culpables de la violencia que viven en casa?

Éstas y otras preguntas fueron analizadas por más de 50 líderes parroquiales que acudieron el mes pasado al taller “Respondiendo ante la violencia doméstica: concientización y entrenamiento para líderes”, organizado por la Oficina de Vida Familiar de la Arquidiócesis de Los Ángeles, con la ayuda de la organización “Paz sobre la Violencia”.

Yvette Lozano, directora de operaciones de esa organización, fue enfática desde el inicio de su presentación: “No nacemos violentos, sino que aprendemos a ser violentos; por lo tanto, podemos desaprender eso y evitar la violencia”.

“Es una decisión personal ser o no ser violento”, indicó Lozano, quien agregó que es urgente trabajar en la prevención de la violencia, especialmente la que ocurre en casa, para mejorar la calidad de vida de las familias, especialmente la de los niños y adolescentes.

Ella dejó en claro que nada justifica la violencia doméstica, ya que tanto el hombre como la mujer tienen las mismas responsabilidades de garantizar el bienestar de todos los que viven en casa.

También explicó los diferentes tipos de abuso señalados en el Código Penal de Estados Unidos, como el sexual, verbal, emocional, psicológico, económico, legal, cibernético y migratorio.

Con respecto al abuso físico, Yvette aclaró que la asfixia o estrangulamiento (petechiae) es una causa de felonía y el agresor es enviado a la cárcel.

PROTEGER A LOS NIÑOS

Según la información de este taller, aunque para los adultos sea más fácil seguir el ejemplo generacional de violencia que vivieron en sus casas, ellos tienen que saber que pueden aprender otro camino, el de la no violencia, para salvaguardar la seguridad y felicidad del grupo familiar.

El número de niños y adolescentes que son afectados por la violencia doméstica es cada vez mayor, ya que los agresores usualmente tienen más de un hogar y en cada uno de ellos, casi siempre hay menores afectados.

Debido a este ambiente tóxico, los niños y adolescentes están experimentando desde temprana edad baja autoestima, adicciones, violencia en las escuelas y en las calles, embarazos, automutilación y abandono del hogar.

En el tema de “Cómo la violencia doméstica afecta a los niños y adolescentes”, a cargo de Ana Santamaría, coordinadora de Servicios Latinos, se informó que el año pasado, más del 60% de los niños que viven en Estados Unidos fueron expuestos a la violencia o maltrato en sus hogares.

Además, 17% de los menores informaron que habían sido abusados físicamente y el 8% que experimentó abuso sexual.

“Los niños de edad preescolar y kínder que han sido testigos de violencia doméstica o abuso, no expresan con palabras sus sentimientos y malestar, sino que se vuelven callados, retraídos y tienen miedo de estar solos”, dijo Santamaría.

Los pequeños también manifiestan angustia, ansiedad, dolores frecuentes de estómago y cabeza, descontrol de esfínteres (pipi y pupu), problemas de sueño, mal carácter y se suelen comportar como niños de menos edad.

Con respecto al impacto de la violencia doméstica y abuso en los preadolescentes (de 9 a 12 años), Santamaría explicó que éste es el grupo más propenso a actuar de forma violenta contra sí mismo, como una forma de llamar la atención. También es común que se metan en peleas en la escuela o que golpeen a sus familiares.

Santamaría les recordó a los líderes parroquiales que es importante ofrecerle a esta población afectada, tres fases de tratamiento: seguridad, proceso del trauma (ayudar a desahogar) y reconexión. Además, es importante brindarles afecto, empatía y tolerancia.

También, Betti Robinson, experta de la oficina de operaciones de la mencionada organización, enfatizó que es urgente apoyar a las familias con recursos de tratamiento y prevención de la incidencia de la violencia doméstica. VN

 

CONSECUENCIAS

Estos son los efectos que padecen las víctimas sobrevivientes de abuso y violencia doméstica.

  • Salud física: dolor crónico, trastornos gastrointestinales, síntomas psicosomáticos, problemas alimenticios, embarazos no planificados, enfermedades de transmisión sexual.
  • Salud mental: depresión, trauma, ansiedad, estrés postraumático, suicidio.
  • Economía: pobreza y falta de hogar.

 

DE INTERÉS

* La organización ‘Paz sobre la Violencia’ ofrece servicios de emergencia para las víctimas de asalto sexual, violencia doméstica y abuso de la pareja.

* También, ofrece servicios de apoyo emocional, información, compasión, acompañamiento y defensa, las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

* La línea directa de violación y maltrato de Los Ángeles es un recurso confidencial sin prejuicios donde el personal y los voluntarios están disponibles para brindar apoyo emocional, defensa, información y referencias.

* Si usted o alguien que usted conoce ha sido víctima de agresión sexual, violencia doméstica o acoso de pareja íntima, llame a las siguientes líneas de crisis las 24 horas:

Centro de Los Ángeles: (213) 626-3393

Sur de Los Ángeles: (310) 392-8381

Valle del Oeste de San Gabriel: (626) 793-3385

Si no es de esta región, puede encontrar ayuda llamando a las líneas directas nacionales:

* Violación, abuso, red nacional de incesto (RAINN): 1(800) 656-ESPERANZA (4673)

* Línea directa nacional de violencia doméstica: 1(800) 799-SAFE (7233); 1(800) 7870-3224 (TDD)

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