LA TRÁGICA SITUACIÓN DE HAITÍ PREOCUPA AL SÍNODO DE LOS OBISPOS

Comunicado de la reunión del Consejo especial para América de la Secretaría sinodal

ROMA.- Para mejorar las condiciones de vida en Haití es necesario coordinar de forma más eficaz las ayudas que llegan del exterior. Así lo afirme el comunicado de prensa difundido ayer sábado, al término de la decimoquinta reunión del Consejo Especial para América Latina de la Secretaría del Sínodo de los obispos, que tuvo lugar los días 16 y 17 de noviembre en el Vaticano.

Entre los signos de preocupación señalados durante la celebración del encuentro, de entre los temas de mayor actualidad ligados al continente americano, se destacó la alarmante situación social de Haití, a consecuencia del terremoto del 12 de enero pasado, en el que perdieron la vida unas 250.000 personas, y que ahora se ha agravado con una epidemia de cólera.

Hasta ahora, según datos actualizados al 22 de noviembre y publicados por la agencia Fides, la epidemia se ha cobrado, desde su comienzo a mitad de octubre, 1.344 muertos y más de 23.377 enfermos. El departamento de Artibonite, donde comenzó la epidemia, es el más afectado, con la mitad de las muertes en todo el país (701) y casi 13.000 ingresos hospitalarios. En la capital, Port-au-Prince, el balance de las víctimas ha subido a 77.

Hasta ahora, 1,5 millones de prófugos, muchos de los cuales en las cercanías de la capital Port au Prince, viven actualmente en 1.300 campos.

“La solidaridad manifestada concretamente por gobiernos extranjeros y por organismos eclesiales – se lee en el comunicado final – produciría mejores frutos si los entes locales fueran más capaces de predisponer de forma orgánica las ayudas recibidas”.

Entre los otros aspectos de mayor preocupación, están también “la emigración de los países más pobres hacia los más ricos, con consecuencias de diverso tipo: desde un empobrecimiento de los recursos humanos de los países que sufren la emigración, a la problemática social generada en los Estados que reciben la inmigración. Graves dificultades encuentran los inmigrantes en situación irregular, y a menudo repatriados por la fuerza”.

“Otras preocupaciones – añade la nota – provienen de la producción y del tráfico de la droga, del tráfico de armas, de la violencia y de la corrupción política, que siguen siendo grandes retos para numerosos Estados, a pesar de algunos éxitos en la lucha contra estos males sociales”.

“Particular atención merece la promoción de una serie de leyes contrarias a las normas éticas (leyes sobre el aborto, sobre la eutanasia y sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo), y la infiltración de un espíritu no conforme con los valores cristianos en el campo de la educación de los jóvenes y de la comunicación”.

“No faltan – prosigue el comunicado – tentativos ideológicos de revisar los ordenamientos constitucionales y legislativos, provocando tensiones internas, también con las iglesias locales, con repercusiones en las relaciones internacionales”.

En lo que respecta al ámbito eclesial, se observa en cambio “el aumento de las vocaciones al sacerdocio, aunque muy diversificado tanto entre los países como entre las diócesis” y la fuerte esperanza y el dinámico impulso evangelizador suscitados por la V Conferencia general del episcopado latinoamericano y del Caribe (Aparecida, mayo de 2007).

Otros aspectos positivos son el crecimiento de la devoción y la vida espiritual de los fieles, sobre todo en lo que respecta a la lectio divina, y participación de los jóvenes en grupos bíblicos, y se augura que esto se intensifique gracias a la exhortación post-sinodal Verbum Domini.

Los obispos presentes expresaron también el “vivo interés” suscitado en las Iglesias locales por la elección del tema de la próxima Asamblea del Sínodo, previsto para octubre de 2012, “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”.

“En efecto, el anuncio del Evangelio con renovado fervor, con nuevos métodos y expresiones, es ya una constante preocupación de los Pastores y por este motivo encuentra un lugar privilegiado en los programas pastorales a nivel local, nacional y continental de la Iglesia en América”, concluye la nota.

La próxima reunión de este Consejo especial para América está prevista los días 27 y 28 de octubre del año que viene. VN

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