LA IGLESIA SIGUE SIENDO PASTORA, PROFETA Y MADRE DE LOS MIGRANTES

Habla la misionera scalabriniana Leticia Gutiérrez Guadarrama, secretaria ejecutiva

Los migrantes –más que remesas, problemas, muros, leyes migratorias– son personas, con alegrías, esperanza, riquezas, aportaciones culturales y económicas para el pueblo que los acoge, explica una misionera que ha dedica la vida a atender a estas personas en México.

El próximo domingo 6 de septiembre se celebra en México la Jornada Nacional del Migrante, bajo el tema San Pablo migrante, Apóstol de los Pueblos, promovida por la Pastoral de la Movilidad Humana (PMH) del episcpado.

La misionera scalabriniana Leticia Gutiérrez Guadarrama, secretaria ejecutiva de la PMH, conversa con Zenit-El Observador sobre el complejo fenómeno de la migración y las acciones que la Iglesia en México viene desarrollando a favor de los migrantes.

–¿POR QUÉ SE CELEBRA ESTA JORNADA DEL MIGRANTE EL PRIMER DOMINGO DE SEPTIEMBRE?

–LETICIA GUTIÉRREZ: En la Iglesia la Jornada del Migrante es el segundo domingo de enero; pero para unirnos desde México hasta Ecuador, se solicitó al Consejo Pontificio para los Emigrantes e Itinerantes que se permitiera, por cuestiones pastorales, celebrar en ésta fecha, debido a que en todas estas Conferencias Episcopales se tiene ya desde hace años la celebración del día del Migrante en esa fecha.

Para nuestra gente aquí en México es el reto. En algunos lugares la Celebración se realiza conforme a sus realidades, pues en algunas diócesis se celebra en diciembre, que es cuando vienen los mexicanos o como les llaman en las parroquias “los hijos ausentes” y en otros lugares aprovechan julio-agosto, cuando suelen también venir nuestros hermanos y hermanas mexicanas.

–¿CUÁLES SON LOS “TEMAS” MÁS IMPORTANTES EN LA AGENDA DE PASTORAL DE LA MOVILIDAD HUMANA EN MÉXICO?

–LETICIA GUTIÉRREZ: Hay un trabajo arduo con el tema de los transmigrantes. La iglesia en México tiene unas 50 casas-albergues para migrantes en la ruta más usada por los migrantes en tránsito que pasan por nuestro territorio y sin duda en ellos se hace la primer misión que es darles de comer, hospedarlos, que descansen. Sin duda también la situación de los deportados es una preocupación para la Iglesia pues la gente regresa sin muchas alternativas de desarrollo.

–¿QUÉ ACCIONES COORDINADAS SE ESTÁN REALIZANDO A FAVOR DE LOS MIGRANTES?

–LETICIA GUTIÉRREZ: En los últimos años la labor de la Iglesia por la defensa de los derechos humanos ha sido muy precisa, sobre todo en el tema de los transmigrantes; de hecho el Informe Especial de Secuestros a Migrantes que emitió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), fue una colaboración de ambas instituciones.

Otro tema que trabajamos mucho es la promoción de proyectos productivos en las comunidades de origen, así como el trabajo de búsqueda de mexicanos en las cárceles, en los centros de detención y la extradición de cadáveres de mexicanos.

La Iglesia ha tenido un acercamiento con la Secretaría de Gobernación, sobre todo con el Instituto Nacional de Migración para buscar líneas de acción que permitan que no se olvide que los migrantes son personas; y a nosotros que nos permita seguir realizando la misión con la población migrante.

–SABEMOS QUE MUCHOS AGENTES DE LA PASTORAL DE MIGRANTES, DEBIDO A SU TRABAJO ESPECÍFICO, MUCHAS VECES SON HOSTIGADOS POR LAS AUTORIDADES, ¿CUÁL ES LA SITUACIÓN RESPECTO A ESTE ASUNTO?

–LETICIA GUTIÉRREZ: Es verdad. El tema de la migración se ha convertido en “oro puro” y es buscado por las bandas delictivas locales, el crimen organizado, y algunas autoridades locales, estatales y federales; esto ha colocado a un gran número de agentes en una situación de amenazas, de hostigamiento y de exponer la vida para defender la vida y derechos de los y las migrantes.

La Iglesia aquí ha jugado un papel muy importante, pero aunque camina con prudencia, no se ha detenido a través de los y las agentes de la Pastoral en ser Profeta, Pastora y Madre de aquellos que viven una situación de vulnerabilidad por las condiciones legales que no les permiten ser considerados personas, sujetos a derechos y obligaciones. VN

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