“LA ACTUAL CRISIS FINANCIERA ES UNA CRISIS MORAL” Y DE “CONFIANZA”

Según monseñor Crepaldi, de “Justicia y Paz”

“La crisis que el mundo actual está viviendo no es solo financiera, y por tanto la solución no puede ser solamente de carácter financiero”. Así lo afirmó ayer monseñor Giampaolo Crepaldi, secretario del Consejo Pontificio “Justicia y Paz”, en declaraciones a Radio Vaticano.

Esta crisis financiera, afirmó, “pone en evidencia lo que la Doctrina social de la Iglesia afirma desde hace mucho tiempo: cuando un sistema económico-financiero entra en crisis, nunca es por motivos económicos o financieros, sino porque en su origen ha habido una herida en el sistema moral global” ;.

En este sentido, el prelado indicó que en el origen hay una “crisis de confianza”, “todos hablan de ella, de volver a establecer la confianza recíproca ara resolver esta crisis”, admitió, pero la confianza “no es un elemento económico o financiero, sino una actitud ética”.

“Cuando el mercado erosiona esta actitud ética, todos sabemos que ya no está en grado de reconstruirla por sí sola”.

El secretario de “Justicia y Paz” explicó que en estos momentos es necesario un “equilibrio” entre la desregulación de los mercados vivida en los últimos tiempos, y la tentación de dar demasiado peso al Estado.

“Son tres los actores que deben jugar esta partida: el mercado por una parte, el Estado por otra y por otro lado la sociedad civil. Y esto precisamente para responder a aquellas exigencias e inspiraciones que provienen del llamado principio de subsidiariedad”, añadió.

En conformidad con la Doctrina social de la Iglesia, explica monseñor Crepaldi, “es necesario mirar con mayor sabiduría al mercado y al papel que éste puede tener”.

“No se habría llegado al punto en que estamos si hubiéramos tratado al mercado como un medio y no como un fin”, añadió.

Finalmente, el prelado hizo un llamamiento a los países que se reunirán mañana para la cumbre del G-21, para que trabajen en consonancia con las resoluciones de la conferencia internacional de Doha, en cuanto a la financiación al desarrollo.

“El temor es que la actual crisis financiera mine el trabajo y los compromisos tomados por los Estados y la comunidad internacional para financiar el desarrollo”, advirtió. En cambio, espera que los participantes en la cumbre “confirmen y asuman con mayor sentido de la responsabilidad” la ayuda a los países pobres. VN

Share