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JOSEPH RATZINGER, PAPA BENEDICTO XVI

Joseph Ratzinger, se convirtió el martes 19 de abril en el sucesor número 265 del apóstol Pedro con el nombre de Benedicto XVI.

El hasta ahora decano del Colegio de Cardenales y hasta la muerte de Juan Pablo II prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, nació en Marktl am Inn, diócesis de Passau, en Baviera, Alemania, el 16 de abril de 1927.

Su padre era un comisario de gendarmería que provenía de una familia de agricultores.

En los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, Joseph fue llamado a filas en los servicios auxiliares antiaéreos. Terminada la contienda, estudió en la Escuela Superior de Filosofía en Freising y en la Universidad de Munich, por la que obtuvo el doctorado en Teología.

Ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951, continuó sus estudios y más tarde comenzó a ejercer la docencia en el seminario de Freising (1957).

Fue profesor de Teología en las universidades de Bonn (1959-1963), Munster (1963-1966) y Tubinga (1966-1969) y de Dogmática e Historia del Dogma en la Universidad de Ratisbona, en la que de 1969 a 1977 fue vicerrector.

Con anterioridad, de 1962 a 1965 intervino como consultor del arzobispo de Colonia en el Concilio Vaticano II y constituyó junto a otros teólogos, en Munster, el centro más prestigioso de Teología de Alemania.

Miembro de la Comisión Teológica Internacional, el 24 de marzo de 1977 fue designado por el Papa Pablo VI arzobispo de Munich y Freising.

El 27 de junio de 1977 fue creado cardenal por el mismo pontífice.

En 1981, el 25 de noviembre fue designado, por el Papa Juan Pablo II, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional.

Cercano colaborador del Papa Juan Pablo II ha representado al Sumo Pontífice en numerosas ocasiones.

En noviembre de 2002, el Santo Padre aprobó su elección como Decano del Colegio Cardenalicio.

Desde 1992 forma parte, como miembro asociado, de la Academia de las Ciencias Sociales y Políticas de París y es doctor “honoris causa” de numerosas universidades, entre otras, la Universidad Católica de Lima y la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, la Universidad de Navarra y la Facultad de Teología de la Universidad de Wroclaw.

Joseph Ratzinger ha escrito numerosos artículos y libros, muchos de ellos han sido traducidos a numerosos idiomas. De sus obras se puede destacar el best-seller mundial, “Informe sobre la fe”. Como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, su servicio más destacado fue su contribución a la redacción del “Catecismo de la Iglesia Católica”, del que ahora estaba preparando una edición breve por encargo del Papa. Ha escrito una breve autobiografía que lleva por título: “Mi vida. Recuerdos (1927-1977)”.

En el pasado Viernes Santo, por encargo de Juan Pablo II, escribió las meditaciones del Vía Crucis que se celebró en la noche en el Coliseo de Roma.

BENEDICTO XVI, TRAS LAS HUELLAS DE BENEDICTO XV Y SAN BENITO

Al escoger el nombre de Benedicto XVI, el cardenal Joseph Ratzinger enlaza su pontificado con dos grandes evangelizadores, el Papa Benedicto XV, y San Benito (en latín y otros idiomas es el mismo nombre), fundador de los benedictinos.

En declaraciones a Zenit, el obispo Cipriano Calderón, vicepresidente emérito de la Pontificia Comisión para América Latina, explica: “La novedad de este pontificado radica ya en el nombre escogido: sucede a Benito XV, que escogió este nombre en honor a San Benito, patrón de Europa y gran evangelizador de su tiempo”.

“Si Benito evangelizó la primera Edad Media, Benedicto XV evangelizó la Edad Moderna y el ahora Benedicto XVI será el evangelizador del nuevo milenio”, explica el prelado.

Benedicto XV, Giacomo Paolo Battista della Chiesa, cuyo pontificado tuvo lugar entre 1914-1922, sucedió a Pío X nada más comenzar la Primera Guerra Mundial.

En su encíclica programática, “Ad beatissimi apostolorum principis” (1914) lanzó un llamamiento por la paz e indagó en las causas de la guerra.

Uno de sus objetivos principales fue la formación y la santificación del clero.

Durante la guerra desarrolló una intensa actividad asistencial y promulgó el Código de Derecho Canónico.

En el campo ecuménico instauró en la Iglesia católica la octava de oración para la unidad de los cristianos, en 1916. Es suya la afirmación que “la Iglesia no es latina, ni griega, ni eslava, sino católica: no hay diferencia entre sus hijos, ya sean griegos, latinos o eslavos, o de otro grupo nacional”.

A él se debe la canonización de dos mujeres como Margarita María Alacoque y Juana de Arco.

Murió repentinamente el 22 de enero de 1922. En un monumento dedicado a él en Constantinopla (Turquía) se dice que fue un padre común “sin distinción de nacionalidad o religión, bienhechor de pueblos”.

Tomó su nombre del patrono de Europa, Benito de Nursia (480-547), autor de la “Regla” monástica y padre de los benedictinos. VN

REACCIÓN MUNDIAL A LA ELECCIÓN DEL PAPA

Líderes de diversos países han emitido declaraciones sobre la elección del Papa Benedicto XVI. A continuación algunos ejemplos.

KOFI ANNAN, secretario general de Naciones Unidas:

“Su Santidad trae a su insigne oficio una riqueza de experiencias. Las Naciones Unidas y la Santa Sede comparten un fuerte compromiso por la paz, la justicia social, la dignidad humana, la libertad religiosa y el respeto mutuo entre las religiones del mundo”.

GEORGE W. BUSH, presidente de Estados Unidos:

“Es un hombre de gran sabiduría y conocimiento. Es un hombre que sirve al Señor. Recordamos bien su sermón en el funeral del Papa en Roma, cómo sus palabras tocaron nuestros corazones y el corazón de millones de personas. Nos unimos a nuestros fieles ciudadanos y a millones en el mundo que rezan para que conduzca a la Iglesia católica con una continuada fuerza y sabiduría”.

JACQUES CHIRAC, presidente de Francia:

“Envío al Papa Benedicto XVI mis más calurosas felicitaciones y sinceros buenos deseos para la alta misión que sólo ha sido confianza a la cabeza de la Iglesia católica”.

JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO, presidente del gobierno español:

“Santidad, reciba en nombre del Gobierno de España y del pueblo español, nuestra más calurosa felicitación por su elección como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y con mis mejores deseos para el Pontificado que hoy inicia”.

THABO MBEKI, presidente de Sudáfrica:

“El Papa Benedicto XVI asume el liderazgo en un momento crítico en el que la sabiduría y el liderazgo colectivo, incluyendo el de la comunidad religiosa, es muy importante para hacer frente a los desafíos de la profunda pobreza y subdesarrollo que afligen a muchas personas del mundo”.

MAHMOUD ABBAS, líder palestino:

“Felicitamos a Su Santidad y le deseamos todo el éxito. Esperamos que las estrechas e históricas relaciones entre Palestina y el Vaticano sean tan fuertes como siempre y que continúe el apoyo del Vaticano a una paz justa en Tierra Santa”.

JAN PETER BALKENENDE, primer ministro de Holanda:

“Confío en que este Papa continuará en la misma trayectoria que Juan Pablo II, que buscó el diálogo, luchará por la paz y la democracia y contra la pobreza”.

JOSE SÓCRATES, primer ministro de Portugal:

“Expreso mi sincera alegría a la Iglesia Católica por la elección del nuevo Papa”. Sócrates declaró que espera que “el Papa continúe con el espíritu ecuménico” de su predecesor, considerando “el diálogo entre las religiones importante para la paz mundial”.

TONY BLAIR, primer ministro del Reino Unido:

“Ofrezco a Su Santidad, al asumir su alto cargo, mis felicitaciones y mejores deseos para el éxito de su pontificado. Confío en que continúe nuestra cooperación con la Santa Sede en temas de importancia internacional como África y el desarrollo”.

VLADIMIR PUTIN, presidente de Rusia:

“Rusia se compromete a continuar con un diálogo político y una interacción constructivos con la Santa Sede, en el interés de solucionar los problemas globales, consolidar los valores de la bondad, la justicia y el humanismo”.

LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA, presidente de Brasil:

El presidente de Brasil, el país del mundo con mayor número de católicos, expresó su esperanza de que el nuevo pontífice promueva “la paz y la justicia social al mismo tiempo que haga revivir los valores espirituales y morales de la Iglesia”. VN

ZENITH.ORG

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