¿POR QUÉ HOY DONALD TRUMP OCUPA LA PRESIDENCIA?

¿POR QUÉ HOY DONALD TRUMP OCUPA LA PRESIDENCIA?

Entrevista exclusiva con el doctor David Hayes-Bautista, quien analiza el comportamiento de los estadounidenses en las urnas desde hace más de 200 años

Por ALICIA MORANDI

Contrario a muchas predicciones y encuestas, desde este enero Donald Trump ocupa la presidencia de Estados Unidos. El doctor David Hayes-Bautista- profesor de Medicina y director del “Centro para la Salud y Cultura de los Latinos” en la Universidad UCLA, conferencista, y autor de varios libros- analiza porque ocurrió esto, y en qué medida afecta a la población del país y a los latinos en particular. Recientemente Hayes-Bautista ha publicado el libro titulado “The New California” (La nueva California).

VIDA NUEVA: ¿Por qué Donald Trump ganó la presidencia?

Doctor David Hayes-Bautista: Según mi análisis, es presidente por el voto de los estados que hace más de 200 años fueron “estados esclavistas o nativistas”. Al crearse la Constitución, estos estados sólo limitaron el voto a una persona blanca anglosajona, protestante y angloparlante nacida en Estados Unidos. A través del Colegio Electoral también le dieron más peso al voto de esos estados para que pudieran mantener la esclavitud. Y hoy día a Tump esto le funcionó, aunque tuvo menos votos de la población en general.

Por otra parte, desde ese entonces también existe el otro grupo: “los universalistas”, que creen en libertad, igualdad y democracia para TODOS. A éste pertenecemos quienes creemos en estos valores. Entonces entre estos dos grupos se produce el conflicto.

Yo pronostiqué la llegada de Trump a la presidencia -y esta predicción la cité en mi último libro-, porque el nuevo mandatario representa otra vez ese nativismo que surgió hace más de dos siglos.

VN: Efectivamente, usted acaba de publicar “La Nueva California”. ¿Qué relevancia tiene en estos momentos?

DHB: El libro trata de las dos definiciones de quién es un “americano”. Por un lado -lo que mencioné anteriormente- están los que creen en los valores constitucionales de 1776: libertad, igualdad y democracia. Los latinos creemos en estos valores, de hecho ayudamos a Estados Unidos en varias batallas por su lucha hacia la Independencia. Había soldados que hablaban español y otros que hablaban inglés. Pero al escribirse la Constitución de Estados Unidos se limitó la ciudadanía a los blancos, de origen anglosajón, de religión protestante, y angloparlantes (que hablan sólo inglés). A diferencia de todas las repúblicas latinoamericanas (en México, Centroamérica y Sudamérica) que al declarar su Independencia expresaron el deseo de igualdad de razas, ciudadanía y abolición de la esclavitud. Como en ese entonces California era parte de México, ésos eran los valores constitucionales en este estado.

Desde que California fue conquistada por EE.UU., cada 20 años se ha visto una lucha en las urnas entre los nativistas y los universalistas. En 1997 fue la última lucha en las urnas de California entre estos dos grupos. Y ahora ocurre otra vez en 2017.

DHB: ¿Cuál es el aporte de los inmigrantes latinos a la economía y sociedad, y que parece que algunos prefieren ignorar?

DHB: Desde 1940 a 2015, por 75 años, los latinos en California -con o sin documentos- hemos tenido la más alta participación en la fuerza laboral. Trabajamos más horas por semana, en el sector privado y menos en el sector público; utilizamos menos el Welfare (Asistencia Pública); tenemos más hogares compuestos de familias estables; cuidamos nuestra salud, padecemos menos infartos, cánceres y derrames cerebrales; emprendemos negocios… ¡somos más americanos que los nativistas!

DHB: ¿Qué pasará si aumentan las deportaciones?

DHB: La administración va a querer implementar sus plataformas, o sea deportar a 11 millones de indocumentados, construir un muro, aislar a Estados Unidos del resto del mundo, y dar voz a los nativistas que quieren hacer una “limpieza étnica” pacífica en varios estados. Va a intentar implementar esto y tal vez lo logre en algunos estados de territorio nativista, que darán la espalda a la igualdad, libertad y democracia que son los valores fundamentales de este país.

Si se logra echar a todos los indocumentados, sufriríamos una pérdida económica enorme. En primer lugar no habría quien cosechara la comida con que nos alimentamos todos los días; habría una pérdida enorme por el aislamiento económico con el mundo, sobre todo con México, o sea, se va a perjudicar el país entero. Todos vamos a sufrir.

Con esta política sería dificilísimo que este país se recupere. Pero hay estados como California que todavía no nos olvidamos de los valores americanos que vienen de Latinoamérica. De nuestro movimiento independista.

DHB: Existe una corriente que busca que California se separe del resto del país y quede como estado independiente. ¿Qué posibilidades existen al respecto?

DHB: Desde mi punto de vista esto no es posible. Somos un país indivisible, como se dice en el juramento a la bandera; ya luchamos para esto en la Guerra Civil; no me parece posible que California se separe. Pero sí hay diferencias regionales. Eso lo vimos hace 150 años, casi las mismas políticas con la Guerra Civil norteamericana. La misma región sureña, esclavista, quería ser una nación independiente de EE.UU., aparte de ser supremacía blanca y con esclavitud.

California es el quinto poder económico del mundo. Muchos economistas en sus análisis dicen que aporta más al Gobierno Federal de lo que recibe. Así que si se cumplen las amenazas de quitarle fondos federales a este estado como castigo de tener ciudades santuario, los otros estados del país van a sufrir aún más.

DHB: En estos momentos se percibe incertidumbre y temor. ¿Hay alguna esperanza para los millones de inmigrantes que aún no han podido legalizarse?

DHB: En mi libro “La nueva California” hay un mensaje de esperanza, de que pase lo que pase en los próximos 4 años con los nacionalistas blancos en Washington DC, aquí en California la idea de América está a salvo por la diversidad de nuestra población. Está a salvo gracias a los inmigrantes, y a los 15 millones de latinos que con su comportamiento cotidiano encarnan los valores constitucionales. A largo plazo soy optimista. Puede haber momentos difíciles y lo vimos hace 20 años, cuando para peor no teníamos ninguna representación estatal. La única figura política que en ese momento tomó una postura en contra del movimiento antiinmigrante fue el Cardenal [Roger] Mahony. Ahora las cosas han cambiado y el aparato estatal nos apoya. Es diferente a lo que ocurrió en el pasado. Ahora existe un mayor apoyo. VN

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