La muerte de una paciente latina que no fue atendida, no es el único caso que se ha registrado en la sala de emergencias del hospital Martín Luther King-Harbor en los últimos meses, según un informe dado a conocer hoy
El reporte enviado por el Departamento de Servicios de Salud (DHS) a los funcionarios federales de los Centros de Servicio de Medical y Medicaid (CMS) indica que el 7 de junio pasado, Juan Ponce estuvo cuatro días en la sala de emergencias del MLK-Harbor, antes de ser trasladado a otro hospital donde fue operado de emergencia.
Ponce tenía un tumor cerebral y -según señala el informe- su vida corrió grave peligro.
“Son graves y deben ser remediados o el hospital no podrá seguir operando”, dijo en un comunicado el doctor Bruce Chernof, director de DHS, refiriéndose a los errores.
Según el informe, desde febrero al menos ocho personas han tenido que esperar por varias horas en la sala de emergencias del hospital antes de recibir atención médica o medicinas.
Las deficiencias encontradas por los funcionarios de CMS, deben ser corregidas antes del 30 de junio o el hospital perderá sus fondos federales, lo que lo llevaría al cierre.
En el caso de Ponce, el informe señaló que las enfermeras están entrenadas para contactar a un médico cada vez que un paciente en espera requiera atención por dolor severo.
Un nuevo protocolo fue implementado para agilizar la transferencia de pacientes de neurocirugía y la sala de emergencias dispondrá de un funcionario, 24 horas al día, para “ayudar a remover impedimentos en la transferencia de pacientes”.
Además del caso de Ponce, los funcionarios citaron ocho casos más que incluyen una señora embarazada que perdió a su bebé, un paciente que presentaba síntomas de alucinación y fue descrito con tendencias suicidas pero dado de alta sin recibir tratamiento psiquiátrico y una mujer que se quejó de dolor muy intenso y recibió medicación para el dolor seis horas después.
Tras 20 horas, la paciente regresó y fue internada para cirugía por una hernia.
Entre febrero de 2004 y junio de 2005, el Hospital, situado en un barrio pobre de Los Ángeles, enfrentó una investigación similar que denunció 19 casos, el más grave fue la muerte de un paciente a causa de un aneurisma que no fue detectado debido a un “examen médico inapropiado” en la emergencia del hospital, según los informes oficiales. VN