HISPANOS RECUERDAN A MEXICANO MUERTO TRAS PALIZA Y PIDEN LEY CONTRA RACISMO
La comunidad hispana recordó al mexicano Luis Ramírez, que falleció hace un año tras la paliza de un grupo de adolescentes que le increpaba con frases racistas, y pidió una ley para acabar con los crímenes raciales.
Ramírez, de origen mexicano, fue atacado el 12 de julio de 2008 por seis adolescentes, la mayoría miembros del equipo de fútbol americano de una escuela de secundaria, frente al Parque Vine Street, en Shenandoah (Pensilvania), cuando regresaba a su hogar.
El mexicano residió durante siete años de manera ilegal en EEUU, donde tenía dos trabajos para mantener a su familia y a su madre que vive en Guanajuato (México), pero su delito aquella noche fue otro: tener aspecto de hispano, según recordó entre sollozos su prometida, Crystal Dillman.
“Él era mi compañero, el padre de mis hijos, a quienes quería darles una vida mejor que la que él tuvo”, dijo Crystal durante una rueda de prensa organizada por el Fondo Mexicoamericano para la Defensa Legal y Educación (MALDEF), que ha acompañado a la familia durante el proceso.
Ramírez quedó en coma y murió dos días después en el hospital. Los adolescentes que le propinaron la brutal paliza se enfrentaban a cargos por homicidio e intimidación étnica, entre otros, pero finalmente fueron absueltos y condenados a una pena de seis meses.
“No me puedo creer que los que asesinaron a Luis todavía estén libres, es muy duro de sobrellevar, pero sobre todo por mis niños, ¿cómo explicarles que su padre no va a volver?”, lamentó Crystal.
“Me han robado parte de mi corazón y del de mis hijos”, dijo la joven, que recibió el apoyo de otras familias que también han visto como uno de sus seres queridos ha perecido bajo el fanatismo del racismo.
La organización denunció que en los últimos años los ataques raciales contra los latinos han aumentado un 40 por ciento.
“Esta es una epidemia nacional que crece y es incitada cada día por los discursos de odio, la distorsión de los hechos y el sentimiento anti-inmigrante difundido por los medios de comunicación”, señaló la organización.
El pasado noviembre, Marcelo Lucero, de 37 años, fue brutalmente golpeado y apuñalado mortalmente en Long Island, New York, por un grupo de adolescentes que fueron tras él por la única razón de ser latino.
Un mes más tarde, fallecía en el barrio neoyorquino de Brooklyn Jose Osvaldo Sucuzhañay, a manos de un grupo de personas que cometieron el asesinato, según testigos, por los mismos motivos.
Hace un año, el joven de 17 años, Robert Cantu, fue increpado por un grupo de adolescentes en Ohio que profirieron insultos raciales al muchacho y le amenazaron con una soga.
Sus familias quisieron solidarizarse hoy con la de Ramírez contando sus historias, haciendo un llamamiento contra la “epidemia” de los ataques raciales y urgiendo al Senado a que apruebe una ley nacional contra los crímenes de odio.
“La historia de mi familia es muy dura, cuando tenía 6 años mi padre murió y mi hermano era la única persona que nos mantenía. Tenía el sueño venir a EEUU para conseguir una mejor vida no solo para él sino para su familia”, recordó José, hermano de Marcelo Lucero.
“Siete chicos le golpearon y le apuñalaron porque era latino, pero podría haber sido chino, de cualquier país, blanco, indio…”, dijo Lucero, que señaló que uno de ellos tenía antecedentes por la muerte de otra persona.
“Estos chicos no se pueden salir con la suya así de fácil. Todo el mundo les conocen y aunque no le devuelvan la vida de mi hermano deben ser castigados por ello”, afirmó.
Diego Sucuzhañay, de origen ecuatoriano, recordó a su hermano José como una persona trabajadora, un emprendedor, cuyos sueños se vieron truncados cuando se topó con otro grupo de adolescentes que acabaron con su vida, en este caso con una botella y un bate.
José dejó dos hijos en Ecuador, uno de ellos con síndrome de Down.
“Estas personas no se han arrepentido nunca, al contrario están orgullosos de lo que hicieron y eso es peligroso para la ciudadanía”, aseguró Sucuzhañay, que se sumó a la petición de MALDEF que reclama una ley sobre prevención de crímenes de odio racial para que casos como el de su hermano no se vuelvan a repetir. VN
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