<!--:es-->FRANCISCO: DIOS NUNCA ABANDONA AL HOMBRE Y NI SIQUIERA EL PECADO PUEDE FRENAR SU AMOR<!--:-->

FRANCISCO: DIOS NUNCA ABANDONA AL HOMBRE Y NI SIQUIERA EL PECADO PUEDE FRENAR SU AMOR

El Papa saluda a los fieles en la Audiencia General. Foto: Daniel Ibañez / ACI Prensa

Por Alvaro de Juana

 VATICANO, 16 Mar. (ACI).- La última Audiencia General antes de Semana Santa estuvo dedicada a la respuesta de Dios ante el sufrimiento del hombre. El Papa Francisco ofreció una catequesis en la que aseguró que Cristo ha liberado a todo hombre de la esclavitud del pecado, un hecho que se celebrará en la Pascua.

“El verdadero y radical retorno del exilio y de la reconfortante luz después de la oscuridad de la crisis de fe se realiza en Pascua, en laexperiencia plena y definitiva del amor de Dios, amor misericordioso que dona alegría, paz y vida eterna”.

El Santo Padre destacó que “el Señor es fiel, no abandona a la desolación”. “Dios ama con un corazón sin fin, que ni siquiera el pecado puede frenar y gracias a Él el corazón del hombre se llena de alegría y de consuelo”.

Éste “es el gran anuncio de consuelo: Dios no está ausente, ni siquiera hoy, en estas dramáticas situaciones, Dios está cerca, y hace obras grandes de salvación para quien confía en Él”.

“No se debe ceder a la desesperación, sino continuar estando seguros de que el bien vence al mal y que el Señor enjugará cada lágrima y nos liberará de todo temor”.

Francisco comentó el Libro del profeta Jeremías donde habla del consuelo.  “Jeremías se dirige a los israelitas que han sido deportados en tierra extranjera y preanuncia el regreso a su patria. Esta vuelta es signo del amor infinito de Dios Padre que no abandona a sus hijos, “El exilio fue una experiencia devastadora para Israel. La fe había vacilado porque en tierra extranjera, sin templo, sin culto, después de haber visto el país destruido, era difícil continuar creyendo en la bondad del Señor”.

El Papa habló entonces de la vecina Albania, y “cómo después de tantapersecución y destrucción logro alzarse en la dignidad y en la fe, así como también sufrieron los israelitas en el exilio”.

Francisco alertó de que toda persona puede vivir “una especie de exilio cuando la soledad, el sufrimiento, la muerte nos hacen pensar que hemos sido abandonados por Dios”.

“¡Cuántas veces hemos escuchado estas palabras: ‘Dios se ha olvidado de mí!’. ¡Cuántas veces personas que sufren se sienten abandonadas!”.

Y así, “cuántos de nuestros hermanos están viviendo en este tiempo una real y dramática situación de exilio, lejos de su patria, con los ojos todavía en los escombros de sus casas, en el corazón a menudo el miedo, por desgracia, el dolor por la pérdida de personas queridas”.

“En estos casos uno puede preguntarse: ‘¿dónde está Dios?’, ¿cómo es posible que tanto sufrimiento pueda abatirse sobre los hombres, mujeres niños inocentes? Cuando buscan entrar en algún lugar ven como lescierran las puertas”, dijo el Santo Padre en referencia a los miles de refugiados que encuentran cerradas las fronteras de muchos países europeos y nos les permiten entrar.

El Papa recordó que “el profeta Jeremías nos da una primera respuesta”. “El pueblo exiliado podrá retornar a ver su tierra y a experimentar la misericordia del Señor”.

Francisco explicó después cómo el pueblo de Israel retornó a su tierra, que ahora se muestra viva y vigorosa. “Israel, de vuelta a la patria de su Señor, asiste a la victoria de la vida sobre la muerte y de la bendición sobre la maldición”.

“Y así el pueblo viene fortificado y consolado por Dios”, aseguró. “Este es el don que el Señor quiere hacer también con cada uno de nosotros, con su perdón que convierte y reconcilia”. VN

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