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EVITEMOS QUITARLE LA MAGIA A ESTA NAVIDAD

A girl holds a figurine of baby Jesus as Pope Francis leads the Angelus from the window of his studio overlooking St. Peter's Square at the Vatican Dec. 14. The pope blessed figurines of the baby Jesus held by people in the square. (CNS photo/Paul Haring) See POPE-GAUDETE Dec. 15, 2014.

A pesar de ser una fecha tan espiritual, a veces afloran sentimientos que afectan nuestra vida. Lo mismo ocurre con comportamientos que se agudizan y pueden convertirse en un peligro para nosotros y el prójimo

Por ALICIA MORANDI

La Navidad es una fecha que encierra un profundo significado espiritual. Y cómo no tenerlo si se trata de la celebración del nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios, en un humilde pesebre de Belén hace más de dos milenios. Millones y millones se unen a lo largo y ancho del mundo para celebrarla. Las formas son variadas. Para los creyentes es un momento crucial del año para reforzar su relación con Dios. Otros la ven como la oportunidad de rencontrarse con sus seres queridos, los que viven cerca y los que están lejos. Están aquellos que la consideran como el momento de darle un descanso a las responsabilidades tanto laborales como familiares, y largarse a tomar un descanso. Sin embargo para muchos, y en especial inmigrantes, es una época de pesadumbre, donde sienten aún más la ausencia de su familia que quedó lejos, y que no saben si volverán a ver.

Esta fecha puede llegar a avivar sentimientos que nos afectan negativamente, como asimismo comportamientos compulsivos de consumir y comprar más, perdiendo de vista el verdadero significado de esta fecha, y arriesgando la salud, la seguridad de otros y adquiriendo deudas económicas imposibles de pagar.

Un torrente de sentimientos tóxicos

 A pesar de su encanto, en la Navidad podrían aflorar con fuerza sentimientos que permanecen reprimidos durante el año y que hacen daño, afirma el psicólogo Jaime Reno.

“Es común sentir la nostalgia de los amores que se fueron, tanto por separación como por fallecimiento, y que ya no están con nosotros para pasar la Navidad”. Y el psicólogo añade: “Se ha observado que en esta época a un alto porcentaje de gente le llega el sentimiento de duelo. Este fuerte dolor espiritual puede ser ‘útil’ cuando nos ayuda a curar esa tristeza que sentimos cuando se termina algo que es muy importante para nuestra vida, como la ausencia de un ser querido. Pero tenemos que tener en cuenta que las pérdidas nos hacen crecer como persona, porque crecer es un continuo morir y renacer”.

Otro notorio sentimiento que puede aparecer con mucha fuerza en Navidad, es el de culpa. “Provoca una terrible sensación de culpa aquello que no hicimos y que hubiera beneficiado a un ser querido, o aquello que hicimos y causó daño a otros o a nosotros mismos”, agrega Reno.

El experto asegura que hay sentimientos que sirven para que pongamos atención a nuestras propias necesidades, “y si sabemos usarlos, nos ayudan a resolver problemas y a sentirnos mejor”.

Busquemos alegría en esta fecha

 De acuerdo con Reno, aprovechemos el espíritu de la Navidad para hacer florecer los sentimientos que nos provocan alegría- como los sentimientos de amor, unión y reconciliación- en lugar de aquellos que nos hacen daño.

“Olvidar rencores y venganzas, y perdonar, es uno de los sentimientos más importantes para esta época. Si nos cuesta pedir perdón en persona, mandemos una tarjeta o un correo electrónico, que sirva como un primer intento de acercamiento. El que perdona primero resulta el más beneficiado porque se libera del veneno que es el rencor”, dice Reno.

Otros sentimientos que deberíamos tener esta Navidad es el deseo desinteresado de compartir algo con los demás, u ofrecer un servicio, comenta el psicólogo.

Estos sentimientos positivos, según Reno, provocan alegría, la cual nos muestra que todo está bien; que nuestras necesidades están satisfechas.

“La alegría produce más energía positiva porque nos manifiesta que todo lo que deseamos, lo podemos hacer realidad”, dice el experto, pero añade que también tiene un tiempo de duración. “No se puede estar alegre las 24 horas, pero sí

podemos hacer el esfuerzo de sentir esta emoción el mayor tiempo posible, visualizándonos en situaciones que produzcan paz y satisfacción. Cuando lleguen

a la mente emociones destructivas, hay que sustituirlas de inmediato por imágenes que produzcan paz, y sonreír.

“Utilice la alegría como un instrumento para amar, perdonar, compartir. ¡Y qué mejor que la Navidad para honrar la alegría!”, concluye Reno. VN

ENEMIGOS NAVIDEÑOS

BEBIDAS ALCÓHOLICAS. Muchos consideran que no se puede celebrar sin beber alcohol. Pero esta creencia trae muchos problemas. Según estadísticas, durante celebraciones como la Navidad aumentan los accidentes y muertes en las carreteras debido a conductores que han bebido alcohol,  porque éste les provoca la pérdida de la lucidez  mental y coordinación motriz.

COMIDA EXCESIVA. Comer en demasía puede ser un comportamiento insano en Navidad. Para evitar ingerir exceso de alimentos, la dietista Julie Rivero, con práctica en Los Ángeles, tiene algunas recomendaciones.

 

COMPRAS COMPULSIVAS. Muchos sienten que en Navidad tienen el deber de regalar, sin importar el precio, y no miden las consecuencias. Según el psicólogo Jaime Reno, al comprar un regalo están buscando ‘comprar afectos’. Piensan que si dan obsequios costosos, los van a querer más. Al respecto, el experto ofrece recomendaciones.

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