ESTUDIANTE HISPANO EMPRENDE CRUZADA A FAVOR DE LOS INMIGRANTES

Denver.- Un joven mexicano que llegó con sus padres a Estados Unidos en busca de un futuro mejor ha emprendido una cruzada personal para ayudar a los inmigrantes indocumentados a adaptarse a este país.

Las constantes demoras para obtener la ciudadanía estadounidense y los incesantes desafíos para adaptarse al nuevo país impulsaron a Felipe Vieyra a ayudar a la comunidad inmigrante en Colorado.

“Quiero reformar el sistema de inmigración en Estados Unidos”, dijo Vieyra, de 21 años.

Para él, no se trata sólo de declaraciones o deseos. Vieyra, estudiante de tercer año de Ciencias Políticas en la Universidad de Denver (DU), es miembro del Comité Estudiantil de Reforma Inmigratoria de DU y voluntario en el Centro Humanitario para los Trabajadores, que provee servicios para los jornaleros de Denver.

En el Centro Humanitario, Vieyra organiza la “Noche de Cultura”, una actividad que busca fomentar relaciones más cercanas entre los jornaleros, las agencias comunitarias que los ayudan, y la comunidad en general.

“Soy un inmigrante y quiero ayudar a los inmigrantes y a los jornaleros, porque no es fácil integrarse a la comunidad. Mi pasión es reformar el ineficiente proceso de inmigración. Siempre estoy haciendo algo al respecto. A mi familia le llevó 14 años llegar a ser ciudadanos”, comentó.

Su familia, y específicamente su padre, constituyen su inspiración para lo que él describe como “un compromiso continuo con la comunidad”.

Vieyra y sus padres se trasladaron desde Morelia, México, a Greeley, en el norte de Colorado, cuando Vieyra todavía era niño.
Luego, por sus logros académicos y su liderazgo comunitario durante la secundaria, el joven recibió hace cuatro años una beca de 1.000 dólares por parte de CollegeInColorado.

Esa beca y el impulso de su familia le permitieron comenzar sus estudios en DU. Tras completar su primer año y con el deseo de ayudar a sus padres y generar ingresos para continuar estudiando, Vieyra decidió trabajar como obrero de la construcción junto a su padre. Esa experiencia, dijo, le cambió la vida.

“Ese verano aprendí los sacrificios que los padres inmigrantes hacen por sus hijos. Trabajar en construcción fue lo más difícil que jamás hice en mi vida. Trabajé durante once semanas, pero mi padre aún lo sigue haciendo y él trabaja 40 horas por semana”, comentó.

Esa experiencia, dijo Vieyra, le permitió ver a sus propios padres y los inmigrantes en general “de una manera distinta” y lo llevó a comprometerse con él mismo “a obtener el mejor rendimiento académico y a mantenerse siempre en la mejor forma física”.

Por su trabajo a favor de los inmigrantes, Vieyra recibió el Premio al Alumno de Segundo Año Distinguido en DU, presentado “por su innegable compromiso por los derechos de los inmigrantes y por su lucha para mejorar las pobres condiciones de trabajo de muchos inmigrantes”.

También el año pasado, viajó a Washington D.C. para representar a DU en reuniones con congresistas donde se habló de la necesidad de una reforma migratoria. Y lo hizo sin descuidar sus estudios en Ciencias Políticas, Relaciones Internacionales y Español.

A principios de este año Vieyra recibió el Premio Pearson de Educación Superior, que reconoce a estudiantes universitarios activos en el servicio a su comunidad. Este premio nacional incluye una beca de 10.000 dólares que Vieyra usará para pagar parte de su colegiatura.

Sus planes son graduarse de abogado y especializarse en leyes migratorias e internacionales. Además, piensa trabajar en proyectos de reforma de salud y de educación.

“Y mientras pueda seguiré jugando al fútbol, porque me gusta mucho”, concluyó. VN

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