ESTUDIANTE COLOMBIANA ES LA NUEVA VOZ DE MILES DE QUE CLAMAN POR EL DREAM ACT

Miami.- La destacada estudiante colombiana Daniela Peláez, a quien le suspendieron la deportación, se ha convertido en la nueva voz de miles de jóvenes inmigrantes que claman por la aprobación del proyecto Dream Act que permitiría su legalización.

Peláez es una brillante alumna de una escuela secundaria de Miami con un elevado GPA de 6.7 (promedio académico acumulativo) que quiere ser cirujana cardiovascular y ha solicitado ingreso en varias universidades como Yale, Dartmouth, Duke, Trinity y Wellesley.

Pero su sueño podría desvanecerse aún cuando las autoridades de Inmigración prorrogaron su deportación el martes durante dos años al concederle una “acción diferida”, de no lograr una solución permanente a su caso.

“Es como una cura temporal (…) después de que se acaben los dos años vamos a estar en el mismo lugar”, dijo Peláez en una entrevista con Efe.

Un juez de Inmigración ordenó el pasado 27 de febrero la salida voluntaria del país de la joven, de 18 años, y de su hermana Dayana, 26, quienes viven con su padre que es residente permanente y un hermano ciudadano que está en el Ejército.

¿Su infracción? Violar involuntariamente las leyes de Inmigración cuando sus padres las trajeron a Estados Unidos siendo menores de edad y decidieron quedarse al vencerse su estadía.

“No me parece justo que tenga que salir del país después de todos los años que he hecho lo mejor para ser la número uno, para completar mis estudios. Nosotros vinimos en 1999 y en esa época yo tenía 4 años, en realidad no fue mi decisión. Crecí aquí y EE.UU. es el único hogar que yo conozco”, manifestó.

Consideró que el proyecto Dream Act podría ser una solución a su caso y al de otros estudiantes inmigrantes en una situación similar.

“El Dream Act ayudaría a millones de indocumentados que quieren ir a la escuela o a las Fuerzas Armadas y sería buena solución”, afirmó la joven de Barranquilla, Colombia.

Se pronunció a favor de la aprobación del proyecto que permitiría la legalización de estudiantes indocumentados que llegaron a EE.UU. antes de los 16 años, tengan una estadía en el país de cinco años, hayan cursado dos años de estudios universitarios o se inscriban en las Fuerzas Armadas, entre otros requisitos.

“Me parece maravilloso si el Dream Act lo pudieran aprobar en el Congreso porque miles de jóvenes están en la misma situación que yo, la única diferencia es que ellos no pueden hablar por sí mismos y por eso estoy aquí, hablando por ellos”, enfatizó Peláez que en junio próximo se gradua.

Para la joven es injusto que “que los estudiantes americanos tengan la oportunidad de vivir el sueño americano y que nosotros nos quedemos en el limbo”.

Su abogada, Nera Shefer, quien planea apelar la próxima semana la decisión del juez, aseguró a Efe que sus clientes “hubieran sido las candidatas perfectas para el Dream Act. Dayana también fue buena alumna”.

Con respecto al caso, manifestó optimismo al decir que “las posibilidades son grandes. Hay muchos factores positivos: eran niñas cuando llegaron, las dos han luchado por tratar de quedarse aquí legalmente, casi por nueve años. Pienso que tenemos muchas oportunidades para ganar el caso”.

La madre de las hermanas Peláez se casó en 2003 con un cubano y comenzó el trámite de la residencia para las tres, pero tuvo que abandonar el proceso en 2006 al regresar a Colombia para someterse a un tratamiento médico por carecer de seguro en EE.UU.

El director ejecutivo del Centro de Orientación del Inmigrante (CODI), Carlos Pereira, dijo que la situación de la colombiana es la continuación de casos de jóvenes que iniciaron el movimiento de los llamados “soñadores” pidiendo la aprobación del Dream Act.

“Su caso es el típico de cientos que tenemos en todo el país o más dañinos todavía. La ventaja de este caso es que en Miami se concentran los medios nacionales e internacionales y tuvimos la oportunidad de que se le pudo llevar al mundo entero lo que está sucediendo con los ‘soñadores'”, comentó.

Pereira tuvo un mensaje para los políticos: “no jueguen con este aspecto, es un tema de dignidad, de esperanza, de fe. Trabajen por una solución real, no lo usen como un asunto político, que nos den una solución al Dream Act”.

La iniciativa fue aprobada en la Cámara de Representantes en 2007, sin embargo no obtuvo los 60 votos en el Senado para su votación definitiva y volvió a quedarse en puertas en 2010. VN

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