EN EL ‘DESAYUNO CATÓLICO DE ORACIÓN’ DESTACAN QUE LA IGLESIA NECESITA CAMBIOS
Alrededor de 1,800 personas se dieron cita nuevamente en la Catedral Nuestra Señora de los Ángeles para participar en el noveno “Desayuno católico anual de oración”. El evento fue precedido por la celebración del Rosario y Misa, antes de que los asistentes se sentaran a desayunar al aire libre en la Plaza de la catedral.
El Rosario fue conducido por los Obispos Auxiliares Joseph Sartoris, Gerald Wilkerson, Edward Clark, Oscar Solís y Alexander Salazar. En tanto que el Arzobispo José Gomez fue el principal celebrante de la misa. La musicalización estuvo a cargo de un grupo de coros de las Iglesias Santa Rita de Cascia, St. Andrew y St. Lorenzo Ruiz, y de la Universidad del Sur de California y Universidad Marymount, liderados por Paul Puccinelli.
El principal orador, Matthew Kelly, evangelizador, motivador y autor, subrayó que la Iglesia necesita cambios para atraer y entusiasmar más a los católicos de hoy.
Este desayuno tradicionalmente tienen lugar el tercer jueves de septiembre; el próximo sería el 16 de septiembre de 2014.
‘SIGAN ORANDO POR JUSTICIA Y PAZ’
El “Desayuno católico de oración” ha sido la creación de Kathie y Allen Lund y Margie y Tomo Romano, y su propósito es unir en comunidad a los católicos de la Arquidiócesis para rezar juntos y celebrar su fe, así como también ofrecerles una charla inspiradora.
Durante su breve homilía, el Arzobispo José Gomez elogió a los organizadores del evento.
“Como sabemos, ésta es una época de gran tensión a nivel mundial”, dijo. “Entonces necesitamos seguir rezando por justicia y paz en nuestro país y mundo…necesitamos estar unidos con nuestro Padre sagrado en oraciones por la paz, especialmente en Siria. Recemos por todos aquellos que en estos momentos están sufriendo, especialmente de violencia y persecución. La justicia viene a través de Jesucristo. Entonces, continuemos con nuestras oraciones…”.
Y la máxima autoridad de la Arquidiócesis de Los Ángeles, agregó: “Nosotros sabemos que hay personas allí afuera que están perdidas.
Necesitamos llegar a ellas. Necesitamos llevarles el amor de Jesucristo. Para todos nosotros en la comunidad católica, éste es el momento de proclamar el entusiasmo, la alegría de las Escrituras, y brindarle al prójimo con entusiasmo, esta alegría del amor de Dios”. VN
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