EL LUGAR DEL SILENCIO EN EL PROCESO DE NUEVA EVANGELIZACIÓN

Editorial del padre Lombardi

CIUDAD DEL VATICANO.– No hay una antítesis entre la vida contemplativa y el anuncio de la Palabra, recordó el director de la Oficina de Información de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, SI, en su último editorial para Octava Dies, el boletín semanal del Centro Televisivo Vaticano.

Recordando la visita de Benedicto XVI a la cartuja de Serra San Bruno (en Calabria, Italia) el domingo 9 de octubre, el portavoz vaticano destacó que el “silencio y la Palabra” con “la oración y el anuncio”, lejos de oponerse, son esenciales desde el momento en que “nos interrogamos sobre la manera de dar alas a la nueva evangelización”.

“El silencio es la premisa esencial para acoger la escucha de la Palabra”, insistió el padre Lombardi, porque es justamente “modulado de silencios es como el son de la palabra se hace significativo”.

El padre Lombardi reconoció que para las personas de nuestra época, inmersas en un flujo continuo de ruidos, físico o mental, la vida de los monjes suscita a la vez admiración y un temor reverencial, la nostalgia de ritmos y equilibrios de vida perdidos en el pasado.

Sin embargo, casi todos, de manera más o menos confusa, añade, “sienten la fascinación y comprenden la importancia esencial de un lugar de silencio”.

Un silencio, precisa, que no equivale “al vacío de la nada”, sino “a la respiración del espíritu” donde se acaba percibiendo “el soplo ligero” de la presencia de Dios, “la Realidad más real que existe, como dijo el Papa, y que se encuentra más allá de la dimensión sensible”.

El padre Lombardi recordó el tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el 20 de mayo de 2012: Silencio y Palabra: camino de evangelización. VN

Share