‘EL GRAN CRIMEN’
Más de tres mil asistentes llenaron la Catedral para conmemorar el centenario del Genocidio Armenio
Cuando se le preguntó a Anahit Gharibyan sobre su ascendencia armenia, ella sonrió con modestia y su voz se llenó de emoción mientras relataba sobre sus abuelos, tías, tíos y muchos otros miembros de la familia que componen un extenso árbol genealógico.
Sin embargo, rápidamente sus ojos se llenaron de lágrimas al evocar fragmentos de cuentos transmitidos de generación a generación sobre los horrores que sus antepasados sobrevivieron, y las atrocidades indecibles que ocurrieron hace exactamente un siglo en su tierra natal.
Conocido en armenio como Medz Yeghern, el “gran crimen”, el Genocidio Armenio fue una masacre de armenios efectuada por el gobierno de Turquía durante la Primera Guerra Mundial, a partir de 1915.
Gharibyan fue una de las más de 3 mil personas que en la tarde del pasado 14 de abril conmemoraron el centenario del Genocidio Armenio con un servicio de oración ecuménica en la Catedral de Nuestra Señora de la Ángeles. Allí se unieron a decenas de líderes religiosos y civiles de toda la Arquidiócesis y de todo el estado. También allí presente estuvieron el Arzobispo José Gomez, y el orador principal, el Alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.
El servicio de oración comenzó con la entrada de dos niños armenios sosteniendo linternas, simbolizando la luz de Cristo. Su ingreso fue acompañado con música en vivo, solemne y hermosa, interpretada por un coro y músicos. Durante el servicio, líderes religiosos recitaron oraciones especiales y salmos, y se compartieron testimonios sobre el genocidio, abordando la importancia de recordar estas tragedias para garantizar que no vuelvan a ocurrir.
“Todos somos descendientes del Genocidio Armenio. Mis abuelos fueron sobrevivientes”, dijo Gharibyan. “Es muy doloroso imaginar lo que pasó con todos los armenios que fueron masacrados… la forma en que asesinaron a los niños enfrente de sus madres … Así que muchos angelitos fallecieron … Que nunca se repita esto en el mundo”.
Iglesias y denominaciones representadas en el servicio de oración incluyeron a la Iglesia Apostólica Armenia, Iglesia Católica Armenia, Iglesia Armenia, Diócesis Occidental, Unión Evangélica Armenia de América del Norte, Diócesis Ortodoxa de Los Ángeles, Diócesis Episcopal de Los Ángeles, Iglesia Evangélica Luterana, Metrópolis ortodoxa griega de San Francisco, Iglesia católica maronita, Iglesia Ortodoxa en América, Iglesia ortodoxa Siria de Antioquía, y la Iglesia Metodista Unida.
El Imperio Otomano conquistó Constantinopla el 29 de mayo de 1453. Mehmed II, el sultán en el momento de la conquista, permitió a la Iglesia Ortodoxa Oriental mantener su autoridad y la tierra bajo la condición de que aceptaran la autoridad otomana.
Armenia adoptó el cristianismo como religión de Estado en el año 301 D.C., convirtiéndose en el primer país en hacerlo. Colectivamente los armenios han conformado una “isla” cristiana en una región de mayoría musulmana.
La Diáspora armenia en todo el mundo es un resultado directo del genocidio. A partir de 1990, el área metropolitana de Los Ángeles tenía la mayor población de armenios fuera de Armenia. En 1980, el 56 por ciento de los armenios en el Condado de Los Ángeles residía en la Pequeña Armenia de Hollywood.
“Nos solidarizamos con las personas orgullosas de Armenia y sus descendientes aquí en Los Ángeles y en todo el mundo”, dijo el Arzobispo Gomez durante sus palabras de bienvenida. “Como sabemos, el pueblo armenio fue de los primeros pueblos en aceptar el Evangelio de Jesucristo hace más de 1,700 años. Y por desgracia, también sabemos que miles de nuestros hermanos y hermanas se convirtieron en mártires en el nombre de Cristo durante los trágicos acontecimientos que sucedieron hace más de 100 años.
“Así que oremos esta noche por la purificación de los recuerdos y la conversión de los corazones”, añadió el Arzobispo. “Que este aniversario se convierta para todos en una ocasión de reflexión humilde y sincera, y que cada corazón se abra al perdón, que es una fuente de paz y esperanza renovada. Nos unimos al Papa Francisco en esta noche de oración para que el pueblo de Armenia y Turquía puedan recorrer el camino de la paz”.
El servicio de oración se celebró pocos días después de que Su Santidad describiera la trágica masacre de hace un siglo como “el primer genocidio del siglo 20”, cuando un millón y medio de armenios fueron asesinados bajo el Imperio Otomano.
El 2 de agosto de 1914, el Imperio Otomano se había aliado en secreto con los alemanes, uniéndose a la Primera Guerra Mundial con el objetivo principal de recuperar territorios en el este de Anatolia, que se había perdido durante la guerra ruso-turca de 1877-1878. En 1915, el gobierno turco utilizó supuestas alianzas entre la Rusia Imperial y los armenios cristianos como pretexto para tratar a toda la población armenia como un enemigo dentro del imperio.
El 29 de mayo de 1915 se aprobó una Ley temporal de deportación (“Ley Tehcir”), permitiendo al gobierno otomano la autorización militar para deportar a todos aquellos que “sintió” como una amenaza a la seguridad nacional. La ley permitió la confiscación de la propiedad armenia y la masacre de los armenios.
“Mataron a nuestros antepasados, destruyeron nuestros hogares, almacenes, granjas, tierras, nos arrancaron a nuestras madres y hermanas, mataron a nuestros bebé en los vientres maternos”, dijo el padre Armenag Bedrossian, pastor de la Iglesia armenia, Nuestra Señora Reina de los Mártires en Los Ángeles. “Nos querían borrar de la Madre Tierra”.
Hasta la fecha, Turquía niega que las matanzas constituyeron un genocidio, afirmando en cambio que las muertes se debieron a la Guerra Civil y la inestabilidad política – e insiste en que la cifra total de muertos se ha inflado.
El 14 de abril, el presidente turco, Tayyip Erdogan, condenó públicamente al Papa Francisco por el uso del término “genocidio” para describir los asesinatos masivos de armenios en 1915, y le advirtió que no volviera a hacer ese tipo de declaración. A partir de 2014, al menos 22 países y 43 estados de Estados Unidos, incluyendo California, han reconocido los hechos como genocidio.
El término “genocidio” no existía en el momento de estas masacres. Esa frase fue acuñada por el abogado judío-polaco, Raphael Lemkin, en 1943. Como estudiante de derecho en la Universidad de Lvov, se interesó en los intentos de procesar a los autores de la masacre armenia. Lemkin escribió: “Me quedé muy sorprendido. ¿Por qué se castiga a un hombre cuando mata a otro? ¿Por qué la muerte de un millón es un delito menor que el asesinato de un solo individuo?”.
En 1948, las Naciones Unidas votó por unanimidad adoptar la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, que fue en gran parte resultado de la propuesta de Lemkin de abordar la destrucción de grupos nacionales, raciales y religiosos como un crimen internacional. Lemkin invocó el Genocidio Armenio como un ejemplo definitivo de genocidio del siglo 20. “El tipo de cosas que le hizo Hitler a los judíos […] los turcos se lo hicieron a los armenios”, dijo. VN
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