¿DÓNDE DEJÉ LAS LLAVES?

¿DÓNDE DEJÉ LAS LLAVES?

(fOTO: AYÚDELO- El cerebro es un órgano vital. No lo descuide. / WALDO NILO).

Si siente que está olvidadizo, que va a una habitación a buscar algo y cuando llega no recuerda por qué está allí, o se olvida de citas médicas u otras situaciones similares, no se preocupe. Hay alimentos y ejercicios para el cerebro que ayudan a mejorar la memoria.

Por ALICIA MORANDI

Olvidarse de las cosas es bastante común y muchos lo asocian al avance de la edad, aunque a veces juegan otros factores.

Lo que sí se sabe es que el deterioro de la memoria a largo plazo puede causar problemas en el pensamiento y comportamiento al grado de interferir con las tareas cotidianas. Por eso al cerebro hay que cuidarlo, coinciden los expertos. Y una de las principales razones es para prevenir la demencia u otras enfermedades como Alzheimer.

Los factores que contribuyen a dañar la memoria, según el doctor Gary Null -autor de más de 70 libros, entre ellos “Mind Power”- es por ejemplo no dormir lo suficiente, y es el cerebro quien paga las consecuencias. Lo mismo ocurre con el estrés, la preocupación y depresión. Él explica que la mente, al igual que el cuerpo, requieren nuestra atención, por eso hay que brindarles el “combustible” apropiado para que gocen de buena salud desde la infancia hasta la ancianidad. ¡Así que manos a la obra!

Los mejores alimentos para una buena memoria

La nutrióloga Judith Topete, con práctica en Downey, dice que existen alimentos que ayudan a nutrir nuestro cerebro y así tener  mejor memoria y facultades mentales.

“Nuestro cerebro es un órgano importantísimo que necesita alimentarse principalmente de grasa buena como aguacate, aceite de olivo, pescado, salmón en especial el ‘wild’ (silvestre) preferiblemente de Alaska. El pescado tiene Omega, que es grasa saludable”, dice la nutrióloga. Agrega que a consecuencia de lo que consumimos y respiramos se produce un desgaste de las células que ocasiona el exceso de un químico que se llama beta-aminoide, que puede llegar a nuestro cerebro y producir la pérdida de la memoria.

“El turmeric (cúrcuma) puede ayudarnos a eliminar esta toxina [beta-aminoide], a desinflamar y a que nuestro cerebro se oxigene mejor”, indica Topete. “También tenemos que integrar a nuestra dieta diaria brócoli y coliflor, que constituyen una excelente fuente de vitamina B, tienen colina, un ingrediente que ayuda a oxigenar el cerebro. Al igual que la vitamina B12, que tiene que ser sublingual, de preferencia 2,500 a 5,000 microgramos. Hay que ponerla debajo de la lengua en las mañanas y es excelente para oxigenar el cerebro y disminuye los dolores de cabeza y migrañas”.

La nutrióloga recomienda consumir de 4 a 6 nueces al día, que nos ayudan a no ser tan olvidadizos porque tienen aceite, vitamina E y ácido fólico.

“El apio que tiene lutelina también nos ayuda a nutrir nuestro cerebro. Al igual que los arándanos o moras azules (bluberries), que hay que consumirlas todos los días. Es una fruta baja en azúcar y un antioxidante que elimina las toxinas del cuerpo, nos ayudan con la memoria y retrasan el envejecimiento. Quedan muy bien con yogurt griego y algunas semillas de hemp (cáñamo). Para los prediabéticos y diabéticos es un snack delicioso que ayuda a bajar los niveles glucosa. También el Ginkgo biloba, es otro suplemento excelente para la memoria y concentración”, puntualiza.

Gimnasia para el cerebro

Investigaciones muestran que el cerebro requiere de un constante estímulo y desafíos para desarrollarse al máximo. Puede haber regeneración y nacimiento de células cerebrales durante toda nuestra vida, inclusive en la tercera edad.

El doctor Null explica que el ejercicio físico es muy beneficioso para mejorar la memoria y prevenir la confusión mental porque el cerebro se nutre de la sangre, y la actividad fisca promueve la circulación. “Ejercicios como caminar, hacer jardinería, nadar, tai chi o bailar -uno de los mejores ejercicios para la mente- sin importar la edad”, agrega el experto.

Los estudios muestran que las personas mayores que caminan regularmente muestran una gran mejoría en su memoria, comparadas a las sedentarias. Caminar también aumenta la habilidad de aprender y razonar.

“No importa que realice ejercicio lentamente, pero trate de hacerlo por 45 minutos, al menos cinco días a la semana”, dice Null.

Hay que fortalecer el cerebro con retos como por ejemplo aprender un idioma, a tejer, a tocar un instrumento musical, entre otras actividades, declaran el Consejo Nacional de la Vejez y la Sociedad Americana de la Tercera Edad.

“Viaje, lea, vaya a museos, juegue crucigramas o bingo, y hasta forme un grupo de lectura, porque esto contribuye a una vida cerebral activa”, dice Null. “Cuando más complejo sea el reto de aprendizaje, mayor es la estimulación que recibe el cerebro, lo que lo hará más vigoroso a largo plazo”.  VN

Tres licuados para combatir el insomnio

Debido a que dormir mal puede afectar la memoria, porque el cerebro no se relaja, las siguientes son algunas recetas de la nutrióloga Judith Topete que podrían ser útiles para descansar bien:

  • Licúe 3 hojas de lechuga romana; media taza de berros (watercress); un apio; jugo de una naranja natural y un poco de agua. Rinde para 8 onzas.
  • Licúe una taza de espinacas; un poco de col rizada (kale); un pepino y un plátano (si es diabético, medio plátano).
  • Licúe una manzana verde pequeña con cáscara; 3 cabezas de brócoli; 2 hojas de lechuga; una porción de repollo morado (lo que entre en la palma de su mano); media calabacita (zucchini); un pedacito de jengibre y un poco de agua.

¡Póngale retos!

  • De acuerdo con el doctor Gary Null, para ayudar a fortalecer el cerebro y en consecuencia la memoria, use la mano contraria a la que suele usar para realizar los rituales de la mañana como peinarse, cepillarse los dientes, maquillarse, afeitarse, etc.
  • Dúchese con los ojos cerrados, usando su sentido táctil para ajustar la temperatura del agua, el flujo, y su sentido del olfato para localizar el champú y jabón.
  • Con sus ojos cerrados localice las llaves de su casa y abra la puerta.
  • Volteé un álbum de fotos y obsérvelas al revés. Lea parte de un libro o periódico también dado vuelta.
  • Compre en una nueva tienda.
  • Duerma del otro lado de la cama.
  • Memorice fechas, listas, números telefónicos.
  • Dado que la tensión y el estrés causan pérdida de memoria, concéntrese y ponga atención cuando esté recibiendo nueva información.
  • Enfóquese. Para ello reduzca las distracciones cuando esté envuelto en nuevas tareas que requieran concentración.
  • Siga una rutina: ponga las cosas importantes, tales como las llaves o documentos en el mismo lugar.
  • Saber dónde está la información importante puede reducir el estrés. Colóquela en un lugar visible.
  • Escriba todas las cosas importantes; guarde listas.
  • La repetición mejora lo que haya que recordar, especialmente cuando se trata de aprender nombres.
  • Busque paisajes o pistas para mejorar la memoria, es especialmente útil para hallar lugares.
Share