El quinto evento anual llamado el “Día del perro” (Dog Day) en la Catedral Nuestra Señora de los Ángeles registró una cifra récord este año ante la asistencia de 794 caninos y 1,359 personas, que colmaron el popular lugar sagrado. El 26 de julio de las 6 a las 9 de la noche pareció algo así como un Arca de Noé canina con un toque del Sur de California.
Racimos de globos púrpuras y blancos se mecían con la brisa estival a la hora pico de tránsito, en la calle Temple. Mientras que manteles negros cubrían las mesas que exhibían lo último en mercancías y servicios para perros, incluyendo porta-retratos, guarderías para caninos, spas, clases para perros, entre otros. Había incluso un señor elegantemente vestido con una chaqueta blanca abotonada al frente, sirviéndole a “los mejores amigos del hombre” pequeños bocados de zanahorias frescas, jugosos arándanos y pedazos de pollo marinado.
Los altavoces emanaban música clásica mientras los dueños de los perros, aunque nunca se mencionó la palabra “dueño, paseaban a sus Chihuahuas, Black Russian Terriers, Border Collies, Pit-bull, Irish Setters y Dobermans por las dos acres y medio de superficie de la plaza de la Catedral.
La única oferta disponible para los humanos fue un área para comer y beber. VN