DÍA DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO Y CENTROAMÉRICA

México se independizó el 16 de septiembre de 1810, mientras Centroamérica lo hizo el 15 de septiembre de 1821

Una vez más, en este año 2010, Vida Nueva, su periódico en español de la Arquidiócesis de Los Angeles, se une al regocijo y alegría patriótica de los mexicanos y centroamericanos en la celebración de la Independencia de sus respectivos países. México llega este año al 200 aniversario de su gloriosa Independencia. Centroamérica, por su parte, cumple 189 años de ser libre del dominio español.

Vida Nueva felicita a los mexicanos y centroamericanos residentes del Sur de California, deseándoles éxito en su conquista del “Sueño Americano” en este país, gente que año con año celebran su independencia, sin importar qué tan lejos se encuentren del amado terruño que los vio nacer. ¡Viva México! ¡Viva Centroamérica!

LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

La Independencia empieza el 16 de septiembre de 1810, cuando Miguel Hidalgo da el llamado “Grito de Dolores”, y termina el 27 de septiembre de 1821 con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México.

Como es lógico, antes de 1810 hubo ya antecedentes importantes de la nueva ansia libertaria que operaba, principalmente, en los criollos.

José María Morelos y Pavón entra en escena, desde principios de 1811 hasta la toma del fuerte de San Diego en Acapulco, en agosto de 1813. En este período los insurgentes se anotan varios triunfos militares.

El 27 de septiembre de ese mismo año el Ejército Trigarante, al mando de Agustín de Iturbide, entra triunfante a la Ciudad de México, compuesto principalmente por la totalidad del ejército realista, ya convertido, y los últimos insurgentes, todos ellos formarían el ejército mexicano.

La Independencia de México marcó una etapa muy importante ya que se dejó de depender de España y se convirtió en un país libre y soberano, pero no fue sencillo obtenerla ya que el proceso duró 11 años de extensa lucha del pueblo de México por obtener su libertad.

Pronto surgieron otros grupos al frente de Ignacio Allende, el corregidor Domínguez y su esposa Josefa, Abasolo, Aldama y Don Joaquín Arias. El más importante fue el de Querétaro organizado por el corregidor Domínguez, a esta se le unieron intelectuales, oficiales y parte del bajo clero.

La corregidora le avisó a Ignacio Pérez y a Aldama que la conspiración había sido descubierta; estos marcharon a avisarle a Allende, y en Dolores fue Don Miguel Hidalgo quien decidió iniciar la lucha inmediatamente. Primero pusieron en libertad a los presos, aprehendieron a los españoles que se encontraban en la población. Luego a las 5 de la mañana del 16 de septiembre de 1810, se llamó a misa, el pueblo acudido al llamado y con el grito ¡Mexicanos, viva México!, ¡”Viva la Virgen de Guadalupe”!, ¡Viva Fernando VII! y ¡Muera el mal gobierno!; Hidalgo incitó al pueblo a levantarse contra los españoles. A este suceso se le conoce como “Grito de Dolores”.

El 16 de septiembre de 1810 Miguel Hidalgo y Costilla, un cura del pueblo de Dolores, en el actual estado de Guanajuato, alzó la bandera de la rebelión demandando el fin del mal gobierno. A pesar de que inicialmente tuvo éxito, la rebelión de Hidalgo no sobrevivió mucho tiempo. El cura fue capturado por las fuerzas realistas y ejecutado en Chihuahua en 1811.

El liderazgo del movimiento pasó a otro sacerdote, José María Morelos y Pavón, quien, en 1814, proclamó a México como república independiente de España y abolió la esclavitud.

Por cuenta propia Iturbide se reunió con Guerrero en 1821 y ambos firmaron un acuerdo por el cual unieron sus fuerzas para llevar a término la independencia. Su plan, conocido como Plan de Iguala, estableció posteriormente tres garantías mutuas: México sería un país independiente gobernado por un monarca español; la religión católica sería la oficial y única del país, y los españoles y criollos tendrían los mismos derechos y privilegios. El virrey no tomó ninguna medida en contra de Iturbide y fue obligado a renunciar por parte de la fracción que se oponía a la independencia. El último virrey de la Nueva España fue Juan ODonojú quien, a su llegada a México en julio de 1821, aceptó el Tratado de Córdoba, reconociendo la independencia de México.

INDEPENDENCIA DE CENTROAMÉRICA

Cuenta la historia que la noche del 14 de septiembre de 1821, la gente se amotinó en las calles de Guatemala, marchando y gritando “¡Independencia o muerte!”. Toda la noche duró aquella agitación popular.

El 15 de septiembre, grandes multitudes ocuparon el Palacio de los Capitanes Generales hasta abarrotarlo. Todo el mundo a una voz gritaba: “¡Viva la Independencia!”. El General Gabino Gainza, rodeado de todas las autoridades, después de ordenar que se leyeran los documentos sometió a discusión el asunto, sobre si las provincias deberían ser declaradas independientes de España o no. José Cecilio del Valle, fue el primero que se pronunció a favor de la independencia, luego tomó las provincias de Centroamérica.

Similar pronunciamiento salió de los labios de doña Dolores Bedoya de Molina, quien había realizado toda una serie de preparativos, para festejar con cohetes y música, una vez que se declara independencia. La señora de Molina, sin proponérselo, se constituyó en líder de aquel último movimiento que aceleró la proclamación de la independencia. De inmediato, entre los gritos y el entusiasmo del pueblo, José Cecilio del Valle redactó el Acta de Independencia fijando para el día 16 de septiembre la juramentación de los funcionarios y empleos.

FIRMA DEL ACTA DE INDEPENDENCIA

El 15 de septiembre de 1821, día de la firma del Acta de Independencia se reunieron en el Palacio de los Capitanes Generales, en la ciudad de Guatemala, diferentes personalidades: representantes del Gobierno Central español, del Ayuntamiento Local, Superiores de las diferentes órdenes religiosas, el arzobispo de Guatemala. El tema a discutirse era la Independencia.

En ese momento las discusiones giraron en torno al momento en que debían independizarse. José Cecilio del Valle, un hondureño que sentía debilidad por el periodismo y publicaba en el periódico “El Amigo del Pueblo”, estaba de acuerdo con la independencia, pero proponía una consulta con el resto de provincias, debido a que en las reuniones únicamente estaba la representación de Guatemala.

Miguel Larreynaga, considerado como figura intelectual más destacada de la provincia de Nicaragua, era asiduo visitante de las tertulias secretas. Bisnieto de un mulato condenado a muerte por rebelarse a los españoles e hijo de un español pobre, Larreynaga tenía pocas oportunidades de estudiar, tomando en cuenta que quedó huérfano muy pequeño. Sin embargo, este leonés llegó a obtener el grado de Bachiller en Artes, Derecho Civil y Derecho Canónico en Guatemala. Además obtuvo una licenciatura en Medicina Forense.

De regreso a Nicaragua, Larreynaga arrastró ideales de libertad y contagió a otro grupo de personalidades del virus libertario. Estuvo presente en la histórica firma del acta y defendió la independencia inmediata de Nicaragua.

DECLARATORIA DE INDEPENDENCIA

Los representantes de las Provincias Unidas del Centro de América congregados en virtud de la convocatoria, dada en esta Capital el 15 de septiembre de 1821 y renovada el 20 de marzo del corriente año, con el importante objeto de pronunciar sobre la independencia y libertad y los pueblos, nuestros comitentes: sobre su reciproca unión sobre su Gobierno; y sobre todo los demás puntos contenidos en la memorable Acta del citado 15 de septiembre, que adoptó entonces la mayoría de los pueblos de este vasto territorio ya se han adherido posteriormente todos los demás que hoy se hallan representado en esta Asamblea General.

Después de examinar, con todo el detenimiento y madurez que exigen la naturaleza y entidad de los objetos con que somos congregados, así el Acta expresada de septiembre de 21 y las de 5 de enero de 1822, como también del Decreto del Gobierno Provisorio de esta Provincia de 29 de marzo último, y todos los documentos concernientes al objeto mismo de la reunión. VN

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