DEMÓCRATAS DEL SENADO DAN OXÍGENO A “DREAM ACT” EN BUSCA DE MÁS VOTOS

Washington.- Los demócratas del Senado de EEUU postergaron hoy el voto del “Dream Act” para la legalización de los estudiantes indocumentados, dándole oxígeno a una medida que sobrevivirá sólo si logra 60 votos la próxima semana.

Dentro y fuera del Senado, los partidarios de la medida prometieron hoy que continuarán la lucha, voto por voto, para que el “Dream Act” se convierta en ley antes de que termine la actual sesión legislativa.

En un voto altamente anticipado, el Senado rechazó hoy someter a votación su propia versión del “Dream Act”, en el marco de una delicada maniobra para promover en vez la que aprobó la Cámara de Representantes la noche del miércoles.

La votación, 59-40, ocurrió un día después de que la Cámara de Representantes aprobase su versión de la medida con 216 votos a favor y 198 en contra.

El objetivo de este voto de procedimiento era abrirle espacio al proyecto que aprobó la Cámara Baja, y dar oportunidad a que los senadores recaben los 60 votos necesarios para superar cualquier bloqueo de los republicanos y arrancar el debate y votación definitiva de la medida.

El líder de la mayoría del Senado, el demócrata Harry Reid, prometió durante su campaña de reelección en Nevada que sometería la medida a votación antes de fin de año.

Ahora, los activistas creen que la maniobra de Reid surtirá efecto y han prometido mantener la campaña de presión con actos de protesta y llamadas a los senadores clave para la votación.

Durante una conferencia telefónica con periodistas, los activistas dejaron en claro que la “victoria está al alcance”, ahora que consiguieron el “voto histórico” en la Cámara Baja.

Carlos Saavedra, de la red “United We Dream”, dijo que tan sólo ayer se efectuaron 40.000 llamadas a las oficinas del Congreso y, aún en medio de exámenes finales, los estudiantes planean aumentar su militancia a favor de la medida.

“A los detractores se les están acabando las excusas… esto es lo correcto no sólo para estos jóvenes sino también para el bienestar del país a largo plazo”, dijo Kevin Appleby, analista de asuntos de inmigración de la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU.

Por su parte, Clarissa Martínez, del Consejo Nacional de La Raza (NCLR), dijo que los republicanos harían bien en apoyar el “Dream Act” porque, ante el creciente poder del voto latino, su partido no podrá ganar las elecciones presidenciales en 2012 sin el respaldo de al menos el 40 por ciento de los electores latinos.

Los activistas tendrán en la mira a una decena de senadores republicanos que habían respaldado el “Dream Act” en el 2007 pero posteriormente el partido adoptó su inmutable exigencia de reforzar la seguridad fronteriza antes que discutir programas de regularización.

Aparte de que el “Dream Act” aún no tiene los 60 votos, también está la amenaza de los republicanos de frenar cualquier proyecto de ley hasta que el Senado someta a votación un controvertido paquete de recortes tributarios y subsidios de desempleo, otro de los asuntos que mantienen divididos a demócratas y republicanos.

El “Dream Act” autoriza la legalización de estudiantes indocumentados que llegaron a EEUU antes de los 16 años, tengan cinco años de estancia en el país, cumplan dos años de universidad o se inscriban en las Fuerzas Armadas, entre otros requisitos.

En general, los republicanos consideran que el “Dream Act” es una “amnistía” inmerecida para quienes entran ilegalmente al país, pese a que la medida establece una serie de requisitos y multas que los beneficiarios tendrán que cumplir para lograr la residencia permanente en EEUU.

Los demócratas y grupos afines aseguran que la medida aportará unos 2.300 millones de dólares a las arcas del Estado en la próxima década, ayudará a reducir el déficit, y contribuirá a la capacitación de profesionales y a engrosar las filas del Ejército. VN

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