
DECLARACIÓN DE MONSEÑOR JOSÉ H. GOMEZ, ARZOBISPO DE LOS ÁNGELES SOBRE LA DECISIÓN DE LA SUPREMA CORTE DE EE.UU.
El constante fracaso de nuestra nación para tratar la crisis de inmigración es una tragedia humanitaria.
Por más de una década, los gobiernos estatales y locales, el Congreso, el Presidente, las cortes, y ahora la más alta corte en la nación, todos han fracasado en su responsabilidad para tratar este asunto.
En vista de la decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos, hago un llamado al Presidente Obama y al Congreso a llegar a un acuerdo para suspender las deportaciones hasta conocer el resultado de las elecciones nacionales este otoño. Éste sería un gesto humanitario que podría proveer alivio temporal y tranquilidad a millones de nuestros hermanos y hermanas, incluyendo millones de niños.
Ahora es una vez más el momento para mostrar la valentía del liderazgo moral y político. Necesitamos resistir a todos los que puedan explotar este asunto para su propia ventaja partidista, y debemos tener claro que ambos partidos siguen siendo culpables de esto.
Necesitamos una reforma migratoria integral ahora. Este no es un asunto de política, es un asunto de defender los derechos humanos y proteger la dignidad humana.
La inmigración se trata de personas. Es una triste manifestación de nuestro momento político que tengamos que seguir recordándonoslo a nosotros mismos.
Estamos hablando de hermanos y hermanas con rostros y nombres y familias e historias, tal como cada uno de nosotros. A menudo, su jornada ha sido dura y ellos han sufrido pobreza, explotación y tristeza. Muchos han sido forzados a dejar atrás a sus seres queridos, padres, esposos o esposas, hijas e hijos.
La reforma migratoria es un asunto de conciencia e identidad nacional. Necesitamos recordar de dónde venimos. Casi todo americano es un hijo o una hija de alguien que vino a este país de otro lugar. Nuestra humanidad será juzgada por nuestra respuesta a esta nueva generación de inmigrantes.
A nuestros hermanos y hermanas que están sufriendo por la crueldad e incertidumbre causada por un sistema migratorio obsoleto: por favor sepan que la Iglesia Católica nunca los abandonará. Ustedes son nuestra familia. Continuaremos acompañándolos y apoyándolos y defendiendo sus derechos inalienables y su dignidad como hijos de Dios. Los encomiendo a todos ustedes al cuidado materno de Nuestra Señora de Guadalupe, la Madre de Jesús y la Madre de todos nosotros. VN
El Arzobispo Gomez está haciendo un llamado a los fieles de toda la Arquidiócesis de Los Ángeles, la Diócesis de San Bernardino y la Diócesis de Orange, a unirse en oración por nuestros hermanos y hermanas inmigrantes en la Misa en Reconocimiento a Todos los Inmigrantes el 17 de julio a las 3:30 p.m. en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles en el centro de la ciudad.
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