CRITICAN LEY DE INFORMACIÓN SOBRE CONVICTOS POR AGRESIÓN SEXUAL

Una nueva ley federal que obliga a los gobiernos estatales a publicar información de los convictos por agresión sexual ha levantado fuertes polémicas porque esto incluye a los menores de edad, lo cual perjudicaría su rehabilitación.

El presidente George W. Bush firmó en 2006 la “Ley de Protección y Seguridad Infantil Adam Walsh”, que entre otras cosas obliga a los pederastas convictos a que se registren en una base de datos nacional donde se publicarán además sus fotografías actualizadas.

Bajo esta medida, el Departamento de Justicia deberá efectuar una revisión de los antecedentes penales de maestros y padres adoptivos.

Actualmente, la mayoría de estados obliga a un convicto por agresión sexual infantil a reportar su domicilio en el condado de residencia por espacio de 10 años desde el día en que recibe su libertad condicional.

Gracias a la nueva ley, el registro se ampliaría a 15 años por el primer delito y a 20 años si es reincidente. Además, obliga al acusado a presentarse dos veces al año ante las autoridades locales.

Pero lo que ha causado cierto revuelo entre funcionarios públicos y activistas es que esta legislación, que debe entrar en vigor a mediados del próximo año, obliga a que la información y fotografía de un menor de hasta 14 años de edad sea pública.

Para Alex del Carmen, profesor y jefe del Departamento de Criminología en la Universidad de Texas en Arlington (Texas), existe una obsesión social por el tema porque algunos buscan leyes más punitivas que otros.

“Hay movimientos que quieren proteger a los niños y al mismo tiempo castigar con todo el peso de la ley a los individuos que les hacen daños. Es hasta cierto punto saludable, pero cuando se trata de un menor de edad, creen erróneamente que el individuo deja de ser niño cuando comete un delito de esa clase”, aseguró Del Carmen a Efe.

El académico indica que la nueva ley perjudica al menor de edad, cuyas probabilidades de rehabilitarse son mayores que las de un adulto.

“Vivimos en una sociedad donde existe un estigma, porque no hay confianza en la rehabilitación. La fotografía de ese niño en una página en Internet con acceso público lo va a marcar de por vida porque no va a poder triunfar en una sociedad que lo repudia”, indicó.

Sarah Bryer, directora de la Red Nacional de Justicia Juvenil es de la misma opinión, principalmente porque los jóvenes, según ella, no cometen el mismo delito varias veces como sucede con los adultos.

“Al ‘marcarlos’ de por vida, no estamos salvando vidas ni previniendo crímenes y por ende, tampoco estamos ayudando a la seguridad pública. Lo único que esta ley hará con los menores será destruir hasta cierto punto su futuro”, apuntó Bryer.

Pero hay otro ángulo de esta ley que también preocupa a los gobiernos estatales que tienen la opción de no acatar la ley para la fecha prevista: julio de 2009.

De no aprobarse en los Legislativos estatales, cada estado dejaría de percibir hasta un 10 por ciento menos de fondos federales destinados a los programas de prevención del crimen o antidrogas, entre otros.

Donna Lyons, analista con la Conferencia Nacional de Legislativos Estatales, alianza que representa a la mayoría de legisladores de todo el país, asegura que hay una gran mayoría de funcionarios públicos que quieren que la ley pase por una nueva revisión antes de aprobarse en las legislaturas.

“Son más de 7.000 los legisladores estatales que buscan enmiendas a la ley porque creen que hay muchos vacíos que perjudicarán a la sociedad, especialmente a los menores”, comentó Lyons, quien dijo que no existe mucha presión porque de todas formas, el gobierno ya redujo los fondos que reciben los estados en un 67 por ciento (de 520 millones a 170 millones para el año fiscal 2008).

“Así que un 10 por ciento de muy poco es casi nada”, concluyó Lyons, quien cree que la batalla para aprobar la ley será ardua en las sesiones legislativas.

La ley lleva el nombre de un niño de seis años asesinado por un pederasta convicto en la década pasada.

El menor era hijo de John Walsh, ahora conductor de “America’s Most Wanted”, uno de los programas más vistos de la televisión estadounidense que se encarga de dar a conocer los nombres de los criminales más buscados del país. VN

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