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CON CÉSAR CHÁVEZ EN LOS RECUERDOS

En entrevista exclusiva su hijo Paul habla del líder y de proyectos encaminados a preservar su memoria

Resguardada entre sierras, montañas, pinos, robles y hermosos jardines -en el condado de Keene, a unas 30 millas de Bakersfield-, yace la tumba con los restos del líder de los campesinos César Chávez. Falleció a los 66 años de edad, y en su trayecto por este mundo sembró en el pueblo norteamericano una conciencia de lucha pacífica para lograr cambios a favor de los más vulnerables de la sociedad. A 21 años de su desaparición física un 23 de abril, el país sigue celebrando su vida y su obra.

‘…CÓMO ME GUSTARÍA TENERLO A MI LADO ACONSEJÁNDOME …’

Además de sus logros a nivel laboral y político, el sindicalista mexicoamericano consolidó con su esposa Helen una familia de ocho hijos, quienes desde pequeños han sido también parte de la Unión de Campesinos (UFW), uno de los sindicatos más reconocidos a nivel nacional. El sexto de sus hijos, Paul Chávez, actual presidente de la Fundación César Chávez, conversó con VIDA NUEVA sobre el legado de su padre en el movimiento laboral y en el seno de la familia, y cómo se le recuerda.

“Lo que más extraño de mi papá es simplemente su presencia y sus consejos”, dice Paul. “En este trabajo es difícil a veces saber si estamos haciendo lo más correcto; sin embargo cuando estaba mi papá siempre nos daba mucha confianza. Yo creo que hemos ido por buen camino, pero cómo me gustaría tenerlo a mi lado aconsejándome y dándome las regañadas cuando tomamos las decisiones equivocadas”.

Paul comenta que hoy día la descendencia familiar contabiliza alrededor de 40 nietos y 7 bisnietos, muchos de ellos nacidos después del fallecimiento del “tata”, el legendario activista mexicoamericano que impulsó movimientos sociales y políticos sin precedentes.

“Todos lo extrañamos mucho. Él [César Chávez] trabajaba desde muy temprano en la mañana hasta la noche, y no tomaba vacaciones, pero siempre dejaba espacio para que celebráramos juntos las fiestas como Navidad. Cada año llegaba toda la familia a la casa de mis padres, una casa chiquita de dos recámaras. Nos reuníamos y pasábamos muy bonito; hacíamos juntos los tamales y conversábamos mucho con mi papá. A él le tocaba repartir los regalos, por eso después de su muerte se nos hizo muy difícil cuando llegaba la época de Navidad”, rememora Paul.

“La última vez que lo vi con vida fue en la Pascua; poco después falleció. Hicimos una comida en la mañana y luego quiso jugar béisbol. En ese día fuimos a misa primero y después la pasamos con la familia y gente que trabajaba aquí. Otra de las celebraciones era su cumpleaños e invitábamos a amigos que llegaban de lejos. Ese día fue también cuando se fundó el sindicato, así que celebrábamos ambas cosas”.

“Cómo quisiera que mis hijos y nietos más jóvenes hubieran tenido la oportunidad de conocer a su ‘tata’, su abuelito. Tenemos la fortuna que se habla mucho de mi padre y eso ayuda para que conozcan más de su historia y legado. También cuando recordamos cosas que hicimos con él, como cuando nos hacía de comer, aunque no sabía cocinar muy bien pero igual se esforzaba. Los nietos mayores les cuentan a los más pequeños cuando mi papá los llevaba a pasear o a jugar pelota, y cómo no le gustaba perder!”.

Paul explica que las tierras donde está enterrado su padre eran parte de la Fundación César Chávez, y ahora son un parque nacional. “Recientemente tomamos la decisión de donar al gobierno federal la oficina donde trabajó mi papá los últimos 25 años de su vida y la casa donde vivió, y el presidente Obama lo designó como un Parque Conmemorativo para recibir visitantes y niños de las escuelas y hablarles de la historia de mi padre. Aunque fue un campesino latino trabajando en área rurales, su mensaje aplica a todos en Estados Unidos, y el gobierno federal ya reconoce que la historia de él y de los campesinos es parte de la historia de esta gran nación”.

Aquellos que quieren conocer más de la vida y obra de Chávez y compartirla, pueden visitar el lugar de 9 a.m. a 4 p.m. todos los días, allí también encontrarán un salón para ver videos que muestran diferentes aspectos de su vida, su relación con la familia Kennedy, campañas, ayunos, etc., y también presentan capítulos que muestran al ser humano común, al esposo, padre y abuelo, no sólo al líder en la lucha social.

Aquí su familia y seguidores le brindan homenaje a su memoria día a día. “Estamos muy agradecidos y sorprendidos por el cariño que nos han mostrado a través de estos años. Muchas comunidades comenzaron a hacer homenajes, eventos, celebraciones en memoria de mi padre, y luego comenzaron a nombrar calles, escuelas, iglesias, y hasta el Servicio Naval de Estados Unidos por primera vez le dio a un buque naval el nombre de un latino, el de mi padre”.

‘… LA FE RELIGIOSA LE DIO LA FUERZA PARA SEGUIR ADELANTE’

“La lucha de mi padre fue muy difícil. Cada vez que salía de La Paz se iba a enfrentar conflictos con rancheros, a realizar boicots… Mi papá necesitaba como un refugio donde descansar, rezar, respirar tranquilo y prepararse para esta lucha de todos los días. Para él La Paz era ese refugio. Muchas veces se levantaba temprano, antes de que saliera el sol, y se iba a las montañas y se sentaba, meditaba y hacía sus oraciones preparándose para el día que venía, y luego comenzaba a hacer su trabajo”, recuerda Paul Chávez.

“Sus convicciones políticas eran fuertes pero entendía que nuestra fe es un ingrediente muy importante en la clase de persona que somos. Llevaba sus creencias religiosas con él cuando las cosas se ponían muy difíciles. En los años sesenta hizo una peregrinación y caminó con un grupo de personas desde Delano hasta más de 300 millas por el Valle Central, cargando el estandarte de la Virgen de Guadalupe y hablando con la gente sobre las injustas condiciones de trabajo de los campesinos. Cuando en los pueblos vieron a ese grupo de peregrinos caminando, y a mi padre hablándoles de una forma muy profunda, ellos dijeron ‘si esa persona está sacrificando tanto, hay que hacerle caso’. Luego en otros tiempos, cuando comenzó la primera huelga de la uva en 1965, al principio hubo mucho entusiasmo pero luego la gente iba perdiendo el trabajo que otros les sacaban, y ya para 1968 la situación se puso crítica. Había gente que decía que se usara la fuerza bruta para conseguir las cosas, pero para mi papá había que buscar formas de rechazar la violencia. Fue entonces cuando optó por el ayuno como una medida de protesta pacífica, y lo hizo por 25 días. Él dijo que estaba ayunando como una forma de penitencia, para analizar sus propias acciones y reflexionar sobre sus fallas como líder. Esto es más poderoso que cualquier discurso. Usando el ayuno dio un profundo mensaje; la gente tenía que decidir si se entregaba a una lucha sin violencia para mejorar las condiciones de trabajo, o usaba la violencia como táctica. Ese sentimiento de luchar en forma pacífica y comprometida por la justicia vino de la gran fe religiosa que mi padre tenía, porque a través de sus 50 años de lucha, creo que sufrió más derrotas que triunfos, y la fe religiosa le dio la fuerza para seguir adelante”.

‘…ENTENDÍA QUE LA LUCHA PARA MEJORAR LA VIDA DE LOS TRABAJADORES NO SE REDUCÍA SÓLO AL LUGAR DE EMPLEO…’

La Fundación César Chávez está concentrada en proveer viviendas, educación y ampliar la comunicación a través de la Radio Campesina con el fin de mejorar las condiciones de los campesinos, no sólo en el trabajo sino también en las comunidades y en la política.

“La misión de mi padre fue muy grande; él entendía que la lucha por mejorar la vida de los trabajadores no se reducía sólo al lugar de empleo sino a todas las necesidades que tienen en la comunidad”, dice Paul.

Por esta razón la Fundación tiene varios programas, como el de vivienda social que brinda apartamentos limpios y dignos a casi 20 mil personas en California, Arizona, Nuevo México y Texas. También posee una cadena de nueve radios educativas, que se conectan a través de satélites en Washington, California y Arizona, donde le explican al inmigrante recién llegado sobre sus derechos, oportunidades y la importancia de involucrarse en actividades que mejoren su vida. “Sabemos también que la educación en las zonas rurales presenta dificultades, por eso tenemos programas donde apoyamos a los padres y ayudamos a los jóvenes a que se preparen mejor para el futuro, como el programa de tutoría para después de escuela en más de 30 distritos escolares. También ofrecemos clases de verano a estudiantes de distritos rurales”, acota el entrevistado.

“Con la Fundación hemos ayudado a mucha gente”, dice. “Cuando estaba mi papá, apenas iniciábamos el programa de viviendas ofreciendo 240 viviendas en Fresno. También en ese entonces teníamos sólo dos estaciones de Radio Campesina. Me gustaría que él hubiera visto cómo hemos crecido y que nos dijera que vamos por buen camino”.

Asimismo, Paul enfatiza que la unión está peleando por la Reforma Migratoria.

“Es una gran causa y la Unión ha tomado un puesto de liderazgo en cómo se va a aplicar en los trabajadores del campo. Nos sentamos con los rancheros e hicimos un programa para los campesinos que estaría incluido en la reforma. Estamos todos los días haciendo campañas, poniendo presión, trabajando en Washington, hablando con el Senado, y ahora estamos presionando al Congreso para convencerlo de que voten a favor de esta reforma”.

‘MI PAPÁ SIEMPRE DECÍA QUE ES UNA OBLIGACIÓN MORAL AYUDARNOS LOS UNOS A LOS OTROS’

Son variadas las formas en que se busca preservar la memoria de Chávez. Una de ellas es a través de una película que se estrena desde el próximo 28 al 30 de marzo en los cines de toda la nación, y se espera que la comunidad asista masivamente a verla.

“Desde hace mucho tiempo ha habido varios esfuerzos para hacer una película de la vida de mi padre, pero no podían finalizar el proyecto. Hace 4 años que comenzamos a trabajar con el equipo del director y actor Diego Luna. Al principio, cuando supe que era de la capital de México, tenía el temor de que no iba a entender la lucha de mi padre. Su punto de vista podría ser distinto, sin embargo nos impresionó cuando llegó con su equipo y nos preguntó ‘cómo creen ustedes que es el mejor modo de hacerlo’. Hicieron muchas preguntas y Luna nos digo que estaba abierto y dispuesto a tomar nuestras opiniones en cuenta. Entonces decidimos trabajar con él. El guión lo escribió Keir Pearson, el escritor de “Hotel Ruanda”; vimos su película y quedamos impresionados de cómo contó esa historia, capturando el conflicto en diferentes niveles, y lo mismo hace con la película ‘César Chávez’. No sólo habla de los conflictos entre campesinos y agricultores, sino también del conflicto entre los mismos trabajadores, como por ejemplo cuando unos que estaban asustados querían usar la violencia, y mi papá y otros rechazándola, y también entró en el aspecto personal donde se mostró el sacrificio personal que mi padre hizo y también el de mi mamá, hermanas y hermanos, que por el trabajo que tuvo que hacer mi papá, debieron aguantar muchas tristezas. En especial se habla de mi hermano mayor, Fernando, que en ese tiempo tenía como unos 12 años y tuvo que ser el ‘hombre de la casa’ porque mi papá estaba fuera por días y días hablando con gente y organizando. La película expone este conflicto de una forma muy emotiva. Muchos de los que han visto el preestreno salen de ahí con lágrimas de emoción, no sólo por la situación de mi papá, sino por la de sus propias familias envueltas en la misma lucha, sufriendo lo mismo. Es una obra maravillosa”, afirma Paul, y explica que en la industria del cine, la cantidad de público que asiste a un estreno es considerada como medida importante para saber si seguirá en cartelera. “Por eso queremos que vayan las familias a ver esta película, y esperamos que salgan inspirados. Les pedimos que inviten a amigos y grupos de diversas parroquias para verla. Con la película se va a saber quién era César Chávez, y al hacerla un éxito de taquilla continuarán haciendo películas de este estilo, con latinos que han aportado mucho a este país”.

El otro esfuerzo al que están abocados es una petición para que el 31 de marzo sea nombrado el “Día Nacional de Servicio de César Chávez” a nivel nacional.

“Como hijo estoy muy agradecido por los homenajes que le han brindado a la memoria de mi padre y también estoy consciente que él era una persona muy humilde, y siempre le daba pena recibir este tipo de reconocimiento. El modo más apropiado de honrarlo es ayudándose unos a otros en sus comunidades, por eso le pedimos al presidente Obama que el día del natalicio de mi padre, lo nombre como un “Día Nacional de Servicio de César Chávez” en el cual la gente pueda involucrarse en labores de servicio social, y ayudar a quien lo necesite. Para mí éste sería el mejor modo de honrar la vida de mi padre. Gente siendo servicial, no hay nada más grande que eso. Mi papá siempre decía que es una obligación moral ayudarnos los unos a los otros. Por eso con un día así, nos aseguramos que el legado de mi padre va a vivir por muchos años más”. VN

RECIENTES HOMENAJES PARA EL LÍDER CAMPESINO

• Día Nacional de Servicio- La fundación César Chávez y la Unión de campesinos buscan juntar 100 mil firmas para hacer el pedido de nombrar el ‘Día Nacional de Servicio’, el 31 de marzo, fecha del natalicio de César Chávez. Si desea apoyar esta causa, vaya al website de la Fundación Cesar Chávez: www.cesarchavezfoundation.org, y vea allí la petición y fírmela, y también puede ir a www.takepart.com/chavez.

• La película “César Chávez” es una oportunidad de seguir manteniendo vivo el legado de este líder. Estreno del 28 al 30 de marzo de 2014 en cines de la nación.

CÉSAR CHÁVEZ CONTADO POR ACTIVISTAS Y FAMILIARES

ARTURO RODRÍGUEZ
Presidente de la Unión de Campesinos

“César Chávez nos enseñó cómo luchar, cómo sacrificarnos para obtener algo y cómo trabajar organizadamente con los campesinos para lograr el respeto y la justicia que se merecen. Él fue alguien que tuvo una visión grande. Fue una persona que creyó en cosas que nadie pensó se podían lograr. Una de esas cosas fue la de identificar la importancia de establecer un sindicato para los trabajadores del campo, involucrándolos directamente a ellos y asegurándose que ellos fueran parte del movimiento que se estaba desarrollando para alcanzar los cambios. El espíritu de César sigue presente en el sindicato de trabajadores que dejó (la UFW) y seguirá creciendo a la medida que todos conozcamos sus enseñanzas, que son las que permitirán los cambios”.

MARÍA ELENA DURAZO
Secretaria-Tesorera de la Federación del Trabajo del Condado de
Los Ángeles AFL-CIO

“César Chávez nos enseñó que todo trabajador, sin importar el trabajo que hace, es un trabajador que merece ser tratado con respeto, recibir un salario digno y tener el derecho a sindicalizarse”.

ANGÉLICA SALAS
Directora Ejecutiva de la Coalición de Los Ángeles para los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA)

“César Chávez me enseñó el poder que tienen el sacrificio, el trabajo duro y organizado que se realiza partiendo de las comunidades de base. Despertó mi conciencia cuando estudiaba en el Occidental College, y un día vino a hablarnos sobre la campaña que estaba realizando en contra de las uvas frente a los supermercados Vons. Me impactó mucho lo que dijo sobre la importancia de involucrar siempre al trabajador en todo movimiento que busca un cambio. Hoy más que nunca debemos reforzar los motivos de su lucha”.

JULIE RODRÍGUEZ CHÁVEZ
Nieta de César Chávez

“Los valores y principios de mi abuelo influyeron en mi vida desde que yo era muy niña. Siempre lo vi trabajar duro por los derechos de otras personas, los trabajadores. Y al participar desde muy chica, con sus marchas y protestas, aprendí que necesito disponer mi vida al servicio de las personas; que tengo que buscar la mejoría de la comunidad, la educación, la salud y la vivienda, y que tengo que trabajar por la justicia social. Mi abuelo, César Chávez, no fue solamente mi abuelo, sino también mi mentor, mi líder, mi maestro de vida”.VN

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