¿Qué coche usa el presidente? Una mirada a su evolución

¿Qué coche usa el presidente? Una mirada a su evolución

La imagen del vehículo presidencial es una de las representaciones más icónicas de la seguridad y el poder en los Estados Unidos. Sin embargo, el sofisticado convoy de limusinas blindadas y vehículos de escolta no siempre fue así. Desde los primeros días de la presidencia estadounidense, la protección del mandatario ha evolucionado de manera significativa, adaptándose a los tiempos y las amenazas emergentes

Los agentes del Servicio Secreto escoltan al presidente Theodore Roosevelt. (Biblioteca del Congreso)

De los carruajes a los automóviles

Antes de la adopción del automóvil, los presidentes de EE.UU. eran transportados en carruajes tirados por caballos, escoltados por agentes del Servicio Secreto. Con la llegada del automóvil a principios del siglo XX, esta práctica fue reemplazada gradualmente. Un ejemplo de esta transición es la limusina Packard de 1936 utilizada por el presidente Franklin D. Roosevelt durante su visita a Nueva York en 1938.

Créditos: Biblioteca de Franklin D. Roosevelt

El nacimiento de los vehículos blindados

La seguridad presidencial dio un giro crucial con la entrada de EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial. En diciembre de 1941, Roosevelt se convirtió en el primer presidente en usar un vehículo blindado, un automóvil incautado al gánster Al Capone. Aunque solo contaba con vidrios a prueba de balas, marcó el inicio de una nueva era de protección.

Con el tiempo, los vehículos presidenciales se fueron reforzando. En 1942, la flota presidencial incluyó el Lincoln “Sunshine Special”, el primer automóvil diseñado con blindaje.

Transporte de seguridad y evolución tecnológica

El traslado de los vehículos también se perfeccionó con los años. Antes de la era de la aviación, las limusinas presidenciales eran transportadas en trenes a lo largo del país. En 1944, el Servicio Secreto comenzó a utilizar vagones de ferrocarril modificados, con rampas para facilitar la carga y descarga de los vehículos, así como equipos de mantenimiento a bordo.

En la década de 1960, la llegada del transporte aéreo revolucionó la logística del vehículo presidencial. Los vehículos pudieron ser trasladados en aviones de carga, asegurando su disponibilidad en cualquier parte del mundo.

Créditos: Biblioteca Presidencial John F. Kennedy 

De Kennedy a la era moderna

El presidente John F. Kennedy viajó en un Lincoln Continental de 1961 con un techo de paneles removibles, diseñado para mejorar la visibilidad del mandatario. Sin embargo, tras su trágico asesinato en 1963, el automóvil fue completamente blindado y modificado, reflejando la creciente preocupación por la seguridad presidencial.

A lo largo de las décadas, cada presidente ha utilizado modelos cada vez más avanzados. Desde el Chrysler Crown Imperial de Dwight Eisenhower hasta el Cadillac DeVille de George W. Bush, la protección del mandatario ha sido una prioridad constante.

Creditos: Servicio Secreto de EE.UU.

El “tanque” presidencial de hoy

En 2009, el presidente Barack Obama estrenó una limusina Cadillac personalizada, diseñada durante dos años con los más altos estándares de seguridad. Este vehículo, conocido como “The Beast” (La Bestia), cuenta con blindaje avanzado, un chasis reforzado y sistemas de comunicación encriptados, convirtiéndolo en el automóvil presidencial más seguro hasta la fecha.

Créditos: Servicio Secreto de EE.UU.

El futuro de la vehículo presidencial

El Servicio Secreto sigue adaptándose a las nuevas amenazas y desafíos. El vehículo presidencial de hoy no solo es un símbolo de poder, sino también un reflejo del avance tecnológico y de las crecientes necesidades de seguridad. Con cada generación, los vehículos presidenciales continúan evolucionando, garantizando la protección del líder de la nación en cualquier circunstancia.

Jose Carlos De Mier

Jose Carlos De Mier