CERCA DE UN MILLAR DE INMIGRANTES PIDE QUE OBAMA PROMUEVA REFORMA MIGRATORIA

Cerca de un millar de manifestantes se congregaron hoy frente a la Casa Blanca para reclamar que el presidente de EEUU, Barack Obama, ordene el fin de las redadas y presione por la aprobación de una reforma migratoria integral.

La manifestación en Washington forma parte de una movilización nacional de costa a costa en la que miles de partidarios de la reforma salieron a las calles para pedir la legalización de unos doce millones de inmigrantes indocumentados.

Ondeando las banderas de EEUU, de México y otros países latinoamericanos, los manifestantes marcharon desde un céntrico parque aproximadamente dos kilómetros hasta la Casa Blanca, gritando consignas como “Sí se puede!”, y “La solución es la legalización!”.

Al llegar al Parque Lafayette, frente a la Casa Blanca, los activistas reiteraron sus críticas sobre las políticas actuales de inmigración que, a su juicio, han dado pie a una verdadera tragedia entre la comunidad inmigrante.

“La comunidad inmigración vive una situación de tragedia agravada por la crisis económica. No tenemos para completar el pago del alquiler de vivienda, estamos perdiendo los empleos y estamos siendo arrestados por miles bajo las políticas migratorias que siguen vigentes”, dijo a Efe Ricardo Juárez, director del grupo “Mexicanos sin Fronteras”, uno de los organizadores de la marcha en Washington.

“Tenemos un nuevo presidente, pero tenemos las mismas políticas del (ex presidente) George W. Bush. Estamos solicitando que Obama dé una orden ejecutiva, que no requiere permiso del Congreso, para que cesen las redadas y la colaboración de la policía con los agentes de Inmigración”, explicó Juárez.

Los organizadores quisieron presentar el “rostro humano” de lo que consideran como una “crisis humanitaria” de los inmigrantes en Estados Unidos, y para ello incluyeron a niños nacidos en este país de padres indocumentados.

Tal fue el caso de Pablo y Guadalupe Samudio, de 11 y 9 años de edad, respectivamente, nacidos en Holland (Michigan) y cuya madre fue deportada a Jalisco (México) a finales del año pasado.

“A ella le iban a dar sus papeles (de residencia legal), pero mi papá nos dijo que la deportaron, y nos pusimos muy tristes”, recordó Guadalupe, al señalar que es la primera vez que participa en una protesta por la reforma.

Ambos se comunican por teléfono con su mamá, mientras su padre los cuida con la ayuda de sus tíos en Michigan. Es una historia, que según los activistas, se repite a diario y entre decenas de miles de inmigrantes.

Según el Centro Hispano Pew, el 74 por ciento de los hijos de extranjeros indocumentados nació en Estados Unidos.

Bajo la política actual, los inmigrantes indocumentados siguen sujetos a la detención y deportación, incluyendo aquellos que tienen hijos nacidos en este país.

El miércoles pasado, al cumplir sus primeros cien días en el poder, Obama reiteró su compromiso por impulsar la reforma migratoria este mismo año y dijo que convocará un grupo de trabajo con líderes del Congreso para analizar la viabilidad de un plan de reforma.

El Congreso, bajo control demócrata, busca reactivar el debate sobre una reforma migratoria integral que, entre otros elementos, fortalezca la seguridad fronteriza y permita la legalización de los inmigrantes clandestinos siempre y cuando cumplan con una serie de requisitos.

La movilización también ha coincidido con el Día del Trabajo en el resto del mundo y pretende atraer, como en años anteriores, la solidaridad de la comunidad inmigrante para que este año arranque, al menos, el debate sobre la reforma del maltrecho sistema migratorio.

Activistas y organizadores consultados por Efe aseguran que la solución a la inmigración ilegal es una tarea impostergable y que las redadas han creado una verdadera crisis humanitaria. VN

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