BUENAS INTENCIONES, MAL PROCEDIMIENTO

Por: RICHARD ESTRADA, Sacerdote de la Iglesia Católica de La Placita Olvera en la ciudad de Los Angeles

California tendrá en las boletas electorales de este 4 de noviembre la Proposición 7, una de las medidas que ha generado mas controversia a nivel nacional. Habla sobre energía renovable y como nuestro estado es líder en el país en cuanto a energía se refiere, muchos ojos están puestos en esta proposición que en el futuro pudiera ser imitada en otras partes de la nación.

A simple vista la Proposición 7 tiene buenas intenciones, busca que las compañías privadas de electricidad aumenten la producción de energía renovable en un 2% por año. Esto significaría un aumento total de un 40 % para el año 2020 y de un 50% para el 2025. El problema es que muchos líderes del movimiento de energía y medio ambiente, coinciden en que esta medida está mal diseñada y en lugar de ayudar solo dará paso a un caos legal, comercial y burocrático.

Actualmente leyes estatales requieren que compañías privadas de electricidad aumenten su portafolio de energía renovable al menos en un 1 % por año, hasta alcanzar un total de un 20 % para el 2010. Esto prueba que California ya está implementando el manejo de la conocida “energía limpia” y aun así estas compañías apenas pueden cubrir este requisito. Esto nos da la idea de que exigir mas no es posible, a menos que los consumidores paguen mas por su servicio de electricidad y en esta época de crisis económica para muchos trabajadores y empresarios simplemente no es una opción.

La Proposición 7 generó controversia desde su inicio pues fue idea de Peter Sperling, un multimillonario de Arizona, hijo del fundador del sistema privado de educación llamado University of Phoenix sin experiencia en “energía limpia.” En un artículo reciente, el vocero de la campaña Steve Hopcraft, dijo que Sperling tiene conexión con California pues es dueño de una casa en Santa Barbara, además de ser un apasionado activista en temas como calentamiento global. Peter Sperling no está solo pues a su lado está Jim González, ex-supervisor de San francisco y concejero político. Se estima que entre los dos han donado $7.4 millones de dólares a la Proposición 7.

Los creadores de la Proposición 7 dicen tener buenas intenciones y aseguran que el cobro de electricidad no aumentará más de un 3 %. Pero lo que no aclaran es que en esta medida no está escrito con detalle como se controlarán esos aumentos conforme incrementa la inflación, ni se especifica cual será el tope para el consumo de energía. Como es de imaginarse, eso deja la puerta abierta para que se registren todo tipo de cambios en el cobro de electricidad sin que nadie pueda evitarlo.

Lo anterior es solo un ejemplo de los problemas que puede traer la Proposición 7 a California. Por eso y más opinamos que debe ser rechazada. No basta tener buenas intenciones para ayudar a los mas necesitados, también se debe tener un plan bien trazado y realista que garantice buenos resultados. VN

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