APOYO Y SANACIÓN A AFECTADOS POR EL ABORTO

APOYO Y SANACIÓN A AFECTADOS POR EL ABORTO

El ‘Ministerio Acompañante Misericordioso’ de la Arquidiócesis sirve a quienes sufren las secuelas de una pérdida reproductiva

Por MÓNICA LIMÓN

Para Silvia, el año 1984 es particularmente difícil de recordar. Fue ese año cuando perdió a su bebé recién nacido tras recibir una pésima atención médica durante el parto. Después que el pequeño nació, pasaron cuatro agonizantes días en los que recibió cuidados intensivos, pero el pequeño Jaime de Jesús no resistió y falleció. Silvia recuerda que durante esos cuatro días las personas a su alrededor -con la mejor de las intenciones- le decían lo que debía o no debía hacer.

“Me decían que debía descansar y dormir. No me permitieron verlo o cargarlo, ni despedirme de él como me hubiera gustado”, recordó mientras hablaba de su dolorosa experiencia durante una entrevista con VIDA NUEVA. “En ese momento sentía que no podía hablar o desahogarme con nadie, porque al igual que uno, ellos también estaban sufriendo”.

Recuerda con tristeza los siguientes días y meses después de esa tragedia, y reconoce que aunque ya han pasado más de 30 años, la herida aún no ha cerrado por completo, “es algo de lo que uno no puede hablar sin que te duela. Es una pérdida muy grande de la que no se puede recuperar”, agregó.

Los sentimientos que ella expresa son comunes entre las mujeres que pierden un bebe en algún momento durante la gestación. No importa si se trata de un aborto espontáneo o provocado, o si el bebé nace muerto o muere después de nacer, como en el caso de Silvia. Debido a la naturaleza de esta pérdida muchas mujeres y hombres sufren en silencio, sin saber cómo sobrellevar esta triste situación.

Para brindar sostén a las mujeres, hombres y familiares que han vivido esta experiencia, en octubre de 2016 se puso en marcha el “Ministerio Acompañante Misericordioso” (Merciful Companion for the Archdiocese of L.A) de la Oficina de Vida, Paz y Justicia de la Arquidiócesis de Los Ángeles. Este nuevo ministerio es resultado de la petición hecha por el Arzobispo José H. Gomez de brindar un apoyo a las personas que han sido afectadas por el aborto u otra pérdida reproductiva.

CON COMPASIÓN Y SIN JUZGAR

Para conocer más acerca de este ministerio y la manera en que las personas se pueden beneficiar del mismo, VIDA NUEVA entrevistó a Sharon St. Pierre, coordinadora del Acompañante Misericordioso.

“En estos momentos estamos en el proceso de completar al equipo integrado por laicos que ofrece ayuda a personas afectadas por una pérdida reproductiva, ya sea aborto por decisión propia, natural o un embarazo de un niño que nació muerto”, comentó St. Pierre.

La coordinadora explicó que el Ministerio Acompañante Misericordioso consiste en la línea telefónica general: 1(877) 301-9684, a la cual pueden llamar de manera completamente anónima y hablar con una persona capacitada para brindarles una mano amiga. Además de la línea telefónica, el ministerio cuenta también con el sitio web http://contigola.org/donde hay otros valiosos recursos e información en español.

St. Pierre refirió que los afectados podrán recibir esa ayuda tan necesaria porque se trata de una pérdida silenciosa, es decir la sociedad no promueve que se participe de un duelo y muchas veces es una pérdida secreta, escondida. Entonces, agregó, “hay mucho sufrimiento, vergüenza, culpa a lo largo de los años, que en algún momento se destapa y la persona sufre de una variedad de sentimientos”.

El Acompañante Misericordioso -que no es un consejero profesional sino una persona capacitada para brindar esta asistencia- está disponible para hablar en 6 diferentes ocasiones. De este modo, aquellos que llamen no solamente encontrarán a alguien que los escuchará, sino que también les ayudará en el proceso cuyo propósito es encaminarlos por las situaciones que están atravesando, y ahondar en ellas para poder llegar a una sanación espiritual.

Así -a través de este proceso de seis conversaciones por vía telefónica- se motiva a contar lo que ha sucedido, a explorar sentimientos y procesar la pérdida. Asimismo se le exhorta a reconocer los sentimientos que no son saludables y sustituirlos por mecanismos de defensa saludables, para luego buscar el apoyo en algún familiar o círculo de amistades en quien se pueda confiar. Por último, se le exhorta a la persona a conmemorar al ser que se perdió.

Este último paso, dijo St. Pierre, consiste en encontrar la manera de mantener los recuerdos de un ser que quizás no se conoció, pero que vivió. “El poder hablar de esa criatura y hacer un ritual les puede ayudar a completar ese duelo”. Y subrayó que aunque es más común que sea la mujer la que hace la llamada telefónica, entre los Acompañantes Misericordiosos también hay hombres que brindan apoyo a otros hombres, porque “muchas veces es él quien más necesita de esa ayuda”.

Según las estadísticas de la Oficina de Vida, Paz y Justicia, se calcula que tan sólo en Los Ángeles hay un promedio de 225 mujeres que ingresan a una clínica donde hay servicios para someterse a un aborto.

“Hemos conversado con personas que tomaron esta decisión y que se sienten afectadas. No es fuera de lo común que te digan que el ambiente dentro de la clínica es muy frío, que no hubo nadie que le explicara las consecuencias psicológicas resultantes, como la depresión, ansiedad, insomnio; que sentiría tristeza constante; perder las relaciones con las personas a su alrededor”, dijo.

Por último explicó que la persona que llame a esta línea telefónica se va a sentir entendida, comprendida, y que nadie la va a juzgar. Asimismo subrayó que aunque es un ministerio de la Iglesia Católica, a las personas no se les inculcará la religión ni la conversión a la misma. “Se habla acerca del perdón de Dios y el perdón a sí mismo como parte esencial para llegar a la sanación”, dijo la entrevistada.

EN BUSCA DE VOLUNTARIOS HISPANOPARLANTES

Al hablar acerca de la oportunidad de voluntariados, St. Pierre indicó que se trata de un ministerio, pero que apenas cuenta con cuatro voluntarios hispanoparlantes. Explicó que necesita de por lo menos 10 voluntarios que hablen español y que quieran participar en el entrenamiento que consiste en dos sábados para un total de 16 horas, y un mínimo de una hora y media por semana. Explicó que la primera parte del entrenamiento consiste en capacitarlos en torno al aspecto psicológico de esta pérdida, y en segundo lugar capacitarlos acerca de los temas y conversaciones que van a tener con las personas.

“Estoy buscando interesados [en ser voluntarios]; no necesitan tener ningún tipo de educación formal. Sí necesitan tener un corazón compasivo para saber escuchar y ayudar sin juzgar”, concluyó la coordinadora St. Pierre. VN

MÁS INFORMACIÓN

• Para quienes desean saber más del Ministerio Acompañante Misericordioso, pueden llamar a Gina de los Santos: (213) 637-7690.

• La línea telefónica de este ministerio es: 1 (877) 301-9684, o el sitio web http://contigola.org/ donde hay otros valiosos recursos e información en español.

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