ANTONIA HERNÁNDEZ, UNA VIDA DE SERVICIO A LA COMUNIDAD

Nadie hubiera imaginado que aquella niña mexicana de 8 años llamada Antonia Hernández que entraba a EEUU junto a sus padres y seis hermanos llegaría a ser una destacada abogada y activista, que abrió camino a otras mujeres de minorías.

“He tenido el privilegio de recibir una educación que me ha dado la manera de vivir una vida mejor y al mismo tiempo aplicar mi profesión para el beneficio del pueblo latino y del pueblo en general de EEUU”, dijo Hernández, actual presidenta de California Community Foundation y quien por 18 años estuvo al frente del Fondo México Americano de Defensa Legal y Educación (MALDE).

Esta inmigrante oriunda de Coahuila, aprendió inglés, se graduó de secundaria con honores y fue una de las primeras mujeres latinas en terminar sus estudios en la Escuela de Leyes de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA, en inglés) en 1964.

“A nosotros nuestros padres nos enseñaron la importancia del servicio a los demás y la necesidad de la educación”, aseguró Hernández, refiriéndose a su padre, nacido en Texas pero de origen mexicano y a quien su familia llevó a Torreón, México, donde conocería a su esposa y madre de sus siete hijos.

“Éramos una típica familia mexicana muy unida y todos fuimos a la universidad”, relata la abogada que recientemente recibió el premio “Toda una Vida” por su dedicación de servicio, de la Convención Anual de la Asociación Nacional de Abogados Hispanos (HBNA).

Ir a la escuela de leyes en su tiempo era raro para una mujer y más raro para una mexicana.

“La batalla de todo el tiempo por ser la primera, es una batalla que muchas personas también tienen que luchar”, sostuvo la activista, quien asegura que “ser pobre y de una minoría, en los Estados Unidos, nunca es suave”.

No obstante, Hernández encontró que los obstáculos también formaban parte de una oportunidad.

“Porque si no hubiera tenido la oportunidad -aunque fuera con discriminación- no hubiera podido llegar hasta donde he llegado pues toda mi educación fue en universidad pública”, indicó.

La abogada eligió su carrera porque siempre quiso poner su conocimiento al servicio público. Por eso una vez graduada trabajó con una organización que servía a la comunidad necesitada y toda su clientela era “pobre, mexicana, del Este de Los Ángeles”.

Posteriormente pasó a trabajar en otra organización similar y allí le ofrecieron trabajar en el Senado de Estados Unidos cuando el senador Edward M. Kennedy asumió la jefatura del Comité Judicial.

Por esa razón se mudó a Washington D.C. donde fue la primera mujer y latina en desempeñar un alto puesto de consejería en el Senado. Luego pasó a trabajar con la oficina de MALDEF en esa ciudad para posteriormente aceptar la presidencia nacional -con sede en Los Ángeles- en 1985.

En 2004 aceptó la presidencia de California Community Foundation, una organización no lucrativa que apoya financiera y estratégicamente diferentes programas en beneficio de la comunidad.

“Cuando estaba en MALDEF y en el Senado utilizaba la herramienta de la ley para hacer cambios sociales, mientras ahora la herramienta que estoy usando son los recursos de dinero para apoyar organizaciones y beneficiar a las personas de menores recursos del condado de L.A.”, comentó.

Los casi 1.200 millones de dólares de presupuesto de la fundación benefician no solamente a la comunidad latina sino “a todas las comunidades necesitadas del condado”, dijo al tiempo que manifestó su satisfacción porque durante su tiempo han llegado más recursos.

Una de las novedades que implementó Hernández fue la realización permanente de encuentros con la comunidad denominados “Déjenos Saber”, que buscan conocer las necesidades reales de los distintos grupos que conforman la vasta y diversa comunidad angelina.

“Nuestra meta de trabajo es estar comunicándonos con las diversas comunidades de Los Ángeles para saber cuáles son los problemas que los están afectando”, destacó, al mencionar como en situaciones recientes como la crisis de vivienda, la Fundación dispuso de más de un millón de dólares para apoyar a organizaciones que han dado asesoría y ayuda.

“Para mí el problema más crítico del pueblo latino en los Estados Unidos es la educación”, señaló la líder. “Si no obtenemos una educación ya no es posible vivir en un nivel de clase media. La educación es la llave para nuestro éxito en el futuro”. VN

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