
ALERTAN SOBRE ERRORES QUE PUEDEN EXCLUIR A LATINOS DE VOTAR EN EEUU
Escribir mal la fecha de nacimiento, poner su domicilio en español o incluir ambos apellidos en el registro de votantes puede impedir, según los expertos, que muchos latinos ciudadanos participen en las elecciones presidenciales.
La letrada Aurora Vásquez resaltó en una entrevista las “numerosas” razones por las que tradicionalmente la comunidad hispana no participa en los comicios del país.
Entre ellas, destacan simples errores en la manera de rellenar el formulario de registro de votantes, sobretodo para aquellas personas que se inscriben por primera vez.
“Entregar información errónea dificulta que los oficiales procesen la petición a tiempo -manifestó-, lo que conlleva que muchos latinos se presenten el día de las elecciones en su centro electoral y se den cuenta de que sus nombres no aparecen en las listas”.
Para evitar estas trabas en el proceso, los expertos aconsejan prestar mucha atención en el orden en que se escribe la fecha de nacimiento, que en Estados Unidos es diferente a la de muchos países de Latinoamérica y que obedece aquí a la fórmula mes, día y año.
Asimismo, las personas registradas deben tener en cuenta que en el país sólo se usa el primer apellido, por lo que el empleo de ambos puede dificultar el proceso de localizar al votante en las listas electorales.
Por este motivo, la abogada de la asociación Advancement Project aconseja que todo votante “verifique el estatus de su inscripción para asegurarse de que su nombre aparece en la nómina y de este modo pueda ejercer sin problemas su derecho de votar”.
Un proceso difícil, el tiempo dedicado o el desconocimiento de las máquinas electrónicas para votar son otros de los problemas que pueden obstaculizar que los entre 9 y 10 millones de hispanos registrados acudan a las urnas el próximo 4 de noviembre.
Los expertos también alertan de “la acorralada de votantes”, una práctica de exclusión puesta en marcha desde los propios partidos u organizaciones simpatizantes.
Estos grupos envían un correo domiciliario a ciertos colectivos de votantes con las instrucciones de que si el destinatario no recibe la misiva ésta sea devuelta al emisor.
Con los correos devueltos se elaboran unas listas, que se presentan en las mesas electorales para solicitar que todas aquellas personas no puedan votar porque ya no residen en ese distrito.
Sin embargo, Vásquez alega que “los correos se devuelven por muchas razones, no sólo porque el destinatario ya no viva allí”.
Los latinos, como el resto de comunidades de EEUU, tienen el derecho de votar en ausencia, mediante un proceso que varia por estado.
“Aconsejamos que todas aquellas personas que decidan votar mediante este procedimiento conozcan la legislación de su propio estado -señaló- y pidan la papeleta con un plazo suficiente antes de que venza la fecha”.
Según Advancement Project, a partir de 2006 el interés de la comunidad hispana por la política del país creció sin precedentes, del mismo modo en el que también subió la complementación con éxito de la ciudadanía estadounidense para la minoría de mayor crecimiento del país.
Datos del Pew Hispanic Center anotan que el voto hispano ha crecido en gran proporción en 16 de los 19 estados dónde se pudieron hacer comparaciones con los datos recogidos entre 2004 y 2008.
El mayor crecimiento se ha producido Texas y California, dónde los latinos supusieron el 30 por ciento de los votantes demócratas en las primarias californianas, en comparación con el 16 por ciento del año 2004.
En la misma línea, las cifras revelan que el 57 por ciento de los latinos registrados se identifica como demócrata, mientras que un 23 por ciento se alinea con el Partido Republicano. VN
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