
AHORA “SÍ SE PUEDE”
¡Sí se puede!
Esta es una frase inmortal cargada de historia y significado que hoy escuchamos frecuentemente trivializada, gritada por locutores transmitiendo partidos de fútbol y por los políticos que forcejean por llegar a la Casa Blanca buscando el voto latino en las próximas elecciones.
Pero nunca debemos olvidar el noble y sacrificado origen de esa frase:
“Sí se puede!” fue el grito de marcha que identificó la causa del líder campesino César Chávez. Y sigue siendo el grito viviente que rememora la dura lucha que el líder sindicalista impulsó por más de tres décadas para mejorar las condiciones laborales y la calidad de vida de los trabajadores del campo de Estados Unidos.
A 15 años de su desaparición física, el grito de Chávez sigue erizando la piel y contagiando a miles de personas que continúan su lucha. VIDA NUEVA recuerda con este artículo la fructífera vida de César Chávez, considerado como el líder latino más importante en la historia de este país.
Al grito de “¡Sí se puede!” cientos de miles de jóvenes a través de todo el país saldrán durante el próximo mes de marzo a celebrar el Día de César Chávez, reclamando sus derechos a la paz y a la justicia social en la misma forma pacifista que les enseñó el histórico líder campesino con sus palabras y sus acciones inmortales.
El Día de César Chávez es un feriado oficialmente declarado hasta ahora en ocho estados del país: California, Arizona, Colorado, Michigan, Nuevo México, Texas, Utah y Wisconsin.
Este aniversario es especialmente importante, porque se conmemoran 40 años del histórico primer ayuno de protesta realizado por César Chávez: 25 días sin comer que reafirmaron el compromiso del Movimiento de Campesinos a la no-violencia.
La decisión tomada por César Chávez de ayunar ocurrió en medio de la desesperación que sacudía a los huelguistas de la uva en Delano en el año 1968, enfrentados a dueños de viñedos que recurrían muchas veces a tácticas de abuso y violencia.
Cuando algunos jóvenes huelguistas impetuosos e impacientes empezaron a hablar de responder a esa violencia en su contra con más violencia, César Chávez – inspirado por el ejemplo de uno de sus maestros Mahatma Ghandi – se declaró en huelga de hambre para oponerse a esas ideas.
Así, a pesar de estar poniendo en peligro su salud, César se negó a ingerir algún alimento hasta que todos los campesinos se comprometieran a seguir su lucha por el camino de la no-violencia.
Su ejemplo logró el efecto deseado y la violencia cesó. Impresionado por este acto supremo de no-violencia, el propio Dr. Martin Luther King Jr. le escribió una carta a César Chávez expresándole su admiración y ofreciéndole su solidaridad con la causa de los campesinos.
El senador Robert F. Kennedy asistió a la misa católica con que César concluyó su ayuno y describió al líder campesino como “una de las figuras más heroicas de nuestros tiempos”.
Las armas de combate de César Chávez fueron siempre las marchas, las huelgas, los boycotts, las campañas políticas. Estas fueron también sus herramientas para involucrar al pueblo en su propia lucha para evitar, como él decía, “la violencia insensata que no llena de honor a ninguna clase ni comunidad”. César Chávez creía en una “no-violencia en acción” y predicaba que todo el pueblo, y especialmente los pobres, tienen el deber de ejercitar su libertad tomando parte del proceso democrático.
El mes de marzo honrará entonces la memoria y el legado de uno de los grandes líderes pacifistas de Estados Unidos – César E. Chávez – en lo que se ha denominado una “Temporada de Servicio y Voluntarismo”.
¿QUIÉN FUE ESTE CÉSAR CHÁVEZ?
Hacemos este recuento para las nuevas generaciones que, si bien disfrutan de los beneficios obtenidos gracias a las luchas sociales del pasado, no han tenido aún oportunidad de conocer los detalles de la vida del líder que ganó las más cruentas batallas sin disparar una sola bala.
César Chávez nació en Yuma, Arizona, el 31 de marzo de 1927. Fue bautizado con el nombre de Cesario, en honor a su abuelo paterno quien, a fines del siglo XIX movió su linaje hacia estas tierras del Norte, al encontrarse cansado de vivir las injusticias a la que eran sometidos los trabajadores de la Hacienda del Carmen, ubicada en Chihuahua, México.
Siguiendo la cronología familiar, después de establecerse en Arizona, Cesario (el abuelo de César) trae a su esposa y a sus tres hijos. Uno de ellos era Librado, quien al casarse con Juana Estrada, viene a ser el padre del líder campesino César Chávez.
Chávez vivió sus primeros años de vida en el pequeño rancho que sus padres poseían en Yuma, Arizona. Durante la Gran Depresión, que azotó a esta nación y resto del mundo en las décadas de los treintas, Librado y Juana se ven obligados a vender su rancho. Viéndose sin un techo que los albergara y tierras que labrar para el sustento, los padres de César y él mismo emprendieron la forzada aventura de convertirse en trabajadores migratorios del campo. Es decir, en trabajadores campesinos que van de ciudad en ciudad siguiendo los cultivos o cosechas de las estaciones o temporadas.
Chávez contaba con sólo 10 años de edad cuando comenzó a trabajar en el campo. Como niño campesino, según afirmó en numerosas entrevistas con la prensa, se vio obligado a asistir a setenta escuelas diferentes para lograr su formación académica que sólo llegó hasta el octavo grado escolar.
En 1945 ingresó a la Marina de los Estados Unidos y terminada la Segunda Guerra Mundial regresa al campo. En esta ocasión, se dirigió a los campos californianos viviendo en San José, Oxnard y el Este de Los Angeles.
En 1948, contrajo matrimonio con Helen Fabela, a quien conoció trabajando en los viñedos de Delano, California, poblado que vino a convertirse en la sede operacional de su agrupación sindical en la década de los sesentas. La pareja establece su hogar en “Salsipuedes”, un barrio ubicado al este de San José, California. De la unión de Chávez y Fabela, nacen los ocho hijos que le sobreviven: Fernando, Silvia, Linda (difunta), Eloise, Ana, Paul, Elizabeth y Anthony. También le sobreviven su esposa, 30 nietos y cuatro bisnietos.
En 1952, mientras trabajaba en las cosechas frutales de San José, Chávez se une a la Organización de Servicios Comunitarios (CSO, por sus siglas en inglés) que había establecido el ex congresista Edward Roybal. Es en esta organización en donde desarrolla sus habilidades de organizador de grupo bajo la influyente dirección de Fred Ross, el primer director de la CSO. Diez años más tarde, con la experiencia adquirida en la Organización de Servicios Comunitarios, Chávez logra crear la Asociación Nacional de Trabajadores Campesinos que generó la actual Unión de Campesinos de América (UFW).
En 1962, César Chávez comenzó a organizar la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas (National Farm Workers Association, NFWA) , la cual cuatro años más tarde, se convirtió en la Unión de Campesinos de América (UFW, por sus siglas en inglés). Desde entonces, se dedicó a luchar arduamente por mejorar las condiciones de vida para los campesinos migratorios de California y de los que trabajan los campos de Texas, Arizona y Florida.
Con la organización de su histórica marcha de 1965, solidificó los cimientos del movimiento campesino. Cientos de campesinos del valle de San Joaquín, California, caminaron desde Delano hasta Sacramento, pidiendo justicia social.
En 1970, cuatro años después que co-fundara la Unión de Campesinos de América (UFW) en Delano, Chávez obtuvo tal vez su mayor victoria: todos los principales productores de uvas firmaron contratos. A través de la lucha para esta victoria, se establecieron oficinas de boicot en la parte este del país, en ciudades como Nueva York, Boston y Montreal. A fines de la década de 1970, el sindicato movió sus oficinas centrales desde Delano (donde nació la “Unión”) a las montañas Tehachapi, unas 30 millas al este de Bakersfield.
En 1975 el sindicato de Chávez logra una gran victoria política cuando el entonces gobernador de California, Jerry Brown, firmó el Acta de Relaciones Laborales Agrícolas, una ley trascendental que les garantizó a los trabajadores su derecho a organizarse. Con dicha medida en efecto, la batalla entre los agricultores y la Unión de Campesinos se trasladó desde los terrenos de cultivo hacia los salones de audiencia pública. Numerosos abogados representando a las diferentes partes -los agricultores, la UFW y los poderes de la nueva ley- presentarían desde ahora sus casos frente a un juez.
El 16 de septiembre de 1974, Chávez y su esposa Helen viajan a Europa a promover la lucha de los campesinos y los boicots contra la uva y la lechuga. Durante este viaje, el Papa Paulo VI lo recibe en su despacho de Roma y tiene una audiencia privada.
Continuando con su batalla de lograr mejores condiciones laborales y salarios para los trabajadores de la uva, en 1984 Chávez retornó a su táctica de boicot que tan bien había funcionado durante los turbulentos años sesenta. Esta vez, con el lema de “No Uvas”, Chávez instó a los consumidores a no comprar las uvas de mesa de California, porque la Ley de Relaciones Laborales Agrícolas había sido revocada por los funcionarios designados por el nuevo gobernador republicano George Deukmejian.
Un año después, Chávez demandó prohibir el uso de cinco pesticidas empleados en las plantaciones de uva por ser dañinos tanto para los trabajadores como para los consumidores. Con casos vivientes y cifras específicas, el sindicato culpó a dichos pesticidas por los numerosos casos de cáncer que se presentaron (y continúan presentándose) en niños y adultos de las comunidades agrícolas de McFarland y Earlimart. La denuncia pública generó un movimiento nacional de concientización y de boicot que todavía sigue en pie.
Tal vez la huelga de hambre que más repercusión tuvo a nivel mundial, fue la que realizó César Chávez en 1988. Con su ayuno de 36 días, a sólo pan y agua y quebrantada salud, el líder campesino denunció nuevamente el uso de “peligrosos pesticidas” que ponían en riesgo la salud de campesinos y consumidores por igual.
Su actitud pacifista y espiritual en la búsqueda del respeto, la dignidad y la justicia social para los trabajadores del campo, lo colocaron al nivel del indú Mochandas Gandhi, fundador del movimiento de la “no violencia” en la lucha por los derechos humanos y del afroamericano Martin Luther King, defensor de los derechos de la raza negra.
En 1990, el reconocido líder campesino firma el histórico acuerdo con el gobierno mexicano, el cual permite que los campesinos mexicanos en los Estados Unidos provean beneficios médicos a sus familias en México.
Cesár Chávez falleció el 23 de abril de 1993, en la misma tierra que lo vio nacer: Arizona. Tenía 66 años de edad. Murió de causas naturales mientras dormía. La muerte lo sorprendió en el cumplimiento de su deber: Chávez se encontraba en San Luis testificando en una demanda de diez millones de dólares que el Rancho Bruce Church había entablado contra el sindicato de campesinos.
Su muerte repentina causó gran conmoción y consternación en California y resto del país. Sobre todo, dejó un inmenso vacío en el pequeño caserío de Nuestra Señora de La Paz, Keene (donde vivió sus últimos 22 años) y en los corazones de sus seguidores.
Después del día de su partida, fue velado durante seis días en La Paz y Delano. Respetando sus deseos, los restos de Chávez fueron depositados en un sencillo ataúd de pino blanco construido por su hermano Ricardo y enterrados en Nuestra Señora de La Paz adonde hoy se encuentra el Centro Nacional Chávez establecido en el 2004 por la Fundación César E. Chávez, sitio oficial y monumento dedicado al avance del legado de César.
Más de 50 mil trabajadores campesinos, dirigentes políticos y religiosos, actores de cine y cantantes, se congregaron al norte de Delano -específicamente, en los “Cuarenta Acres” donde se construyeron las primeras oficinas de la Unión de Campesinos (UFW)-, para darle el último adiós al líder campesino. Se le despidió con una misa campal y una marcha que se extendió desde Delano hasta los “Cuarenta Acres”.
En la marcha memorial, que iba liderada por sus restos, estuvieron presentes los líderes políticos Jesse Jackson, el ex-gobernador de California Jerry Brown, miembros de la familia Kennedy y representantes de la Casa Blanca. Así como los actores Edward James Olmos, Paul Rodríguez y el director de cine Luis Valdez. El Cardenal Rogelio Mahony ofició la misa fúnebre y leyó un mensaje de condolencias enviado por el Papa Juan Pablo II.
“Él era un campesino incansable en la lucha por el reconocimiento y respeto de los derechos humanos y la dignidad de los trabajadores agrícolas de California y a lo largo de los Estados Unidos -dijo el Cardenal Mahony al referirse al líder sindical, que siempre hizo pública su devoción por la Virgen de Guadalupe-. A través de su compromiso por los derechos a las negociaciones colectivas, César Chávez fue el primer y principal líder del movimiento en mejorar las condiciones laborales y los salarios de los campesinos agrícolas del país. Su compromiso dio testimonio de sus profundas raíces en la fe católica y las enseñanzas sociales de la Iglesia. Frecuentemente, sus discursos y escritos se referían a los evangelios y citaba documentos de la Iglesia sobre justicia y derechos humanos. En realidad, él entendió su vocación cristiana de edificar el Reino de Dios en este mundo”.
Los restos de Chávez se encuentran descansando en el cementerio de La Paz, Keene, California. VN
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