32 PERSONAS FALLECIERON POR LLUVIAS EN CENTROAMÉRICA: LA IGLESIA CATÓLICA PIDE SOLIDARIDAD

32 PERSONAS FALLECIERON POR LLUVIAS EN CENTROAMÉRICA: LA IGLESIA CATÓLICA PIDE SOLIDARIDAD

Evacuación de familias afectadas por las lluvias en El Salvador. | Crédito: Protección Civil de El Salvador

Por DIEGO LÓPEZ COLÍN

Las intensas lluvias que han azotado Centroamérica desde principios de junio han dejado un saldo devastador, con al menos 30 personas fallecidas y graves daños en infraestructura y cultivos. En medio de esta tragedia, la Iglesia Católica ha respondido con un mensaje de esperanza y la implementación de proyectos de ayuda para las comunidades afectadas.

En El Salvador, el director de Protección Civil, Luis Alonso Amaya, confirmó que 19 personas perdieron la vida, incluyendo 11 hombres, 3 mujeres y 5 menores de edad. Además, aproximadamente 4.200 personas buscaron refugio en albergues proporcionados por las autoridades, aunque la situación comienza a normalizarse.

En Honduras, medios locales reportaron tres víctimas fatales y una gran cantidad de afectados por las fuertes lluvias. Mientras tanto, en Guatemala, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres informó de 10 fallecidos y más de 3.000 personas damnificadas.

En estos países, la Iglesia Católica ha iniciado proyectos para ayudar a los necesitados, como en El Salvador, donde la Pastoral Social está activa y ha pedido la colaboración de la población para asistir a quienes lo necesiten.

Mons. Luigi Roberto Cona, Nuncio Apostólico en El Salvador, ha visitado comunidades afectadas “con la intención de llevar esperanza y fortaleza a las familias afectadas por el temporal”.

En entrevista con ACI Prensa, el nuncio comentó que en esta primera respuesta llevaron ayuda alimenticia para quien “lo ha perdido todo: ha perdido la casa, quién ha perdido también lo que habían sembrado. [En muchas comunidades] el daño económico es muy grande”.

Indicó que con los ahorros de la nunciatura apostólica y la colaboración de Cáritas nacional, se han preparado bolsas de alimentos que pueden sostener a las familias afectadas por al menos 15 días.

Además, Mons. Cona señaló que está buscando apoyo de “instituciones vaticanas” para ayudar a las comunidades a plantar huertos familiares.

“La cosecha se ha dañado, pero podemos ayudarlos a sembrar nuevamente para que puedan vivir de lo que cosechen en el futuro”, mencionó el nuncio.

Al mismo tiempo, Mons. Cona hizo un llamado a ayudar a los damnificados: “¿Cómo podemos dormir tranquilamente en nuestras habitaciones cómodas mientras hay gente afuera que no tiene nada? Es momento de la solidaridad, una virtud cristiana que nos acerca a aquellos que necesitan una mano, aliento y coraje”.

A los damnificados en Centroamérica, el nuncio les pidió que no “pierdan de ánimo”, y recordó que “el Señor está con nosotros y tenemos que seguir adelante, la vida sigue y tenemos siempre que tener confianza en la gracia, en la misericordia de Dios”. VN

FUENTE | ACI Prensa

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