ASÍ CELEBRAMOS EL DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS

Ésta es la época del año en el Sur de California cuando los ánimos se preparan para celebrar una temporada de eventos que inicia tradicionalmente con el Día de Acción de Gracias, el “Thanksgiving” o simplemente el “Día del Pavo”. El calendario de 2014 marca la fecha del jueves 27 de noviembre como el día especial para reunirse con la familia, agradecer y disfrutar de los manjares del hogar. Y en esta ocasión los Arreola, Estrella y Aguirre comparten con VIDA NUEVA su experiencia familiar al festejar el Día de Acción de Gracias. Aun cuando sus actividades puedan ser diferentes, los sentimientos de amor, esperanza y gratitud son los mismos. Al igual que el de muchos inmigrantes.

NORMA ARREOLA Y LEONEL, SON LOS MEJORES AMIGOS DEL MUNDO

Originaria de la ciudad de México, Norma Arreola vino a Estados Unidos con una propuesta laboral en Nueva York pero actualmente vive en Canoga Park, California, en donde radica con Leonel, su hijo adolescente que es su único familiar en este país.

Su familia, afirma Norma, es pequeña, pero no por ello dejan de celebrar el Día de Acción de Gracias y quizá, como lo hagan otras pequeñas familias, buscan el cobijo de amigos:

“Para mí es mi mejor pretexto para dar gracias a Dios por todas las bendiciones recibidas y en especial por todos esos ángeles que son nuestros amigos que nos invitan a compartir con ellos este día tan especial”, afirma Norma, quien trabaja en El Sembrador, apostolado de comunicación e información católica fundado en 2010 por el visionario empresario Noel Díaz.

“Trabajo en el Departamento de Teléfonos atendiendo las peticiones de las personas que nos llaman; también participo en la radio con un programa titulado ‘Comenzar de Nuevo’ que brinda apoyo a quienes han sufrido el dolor de la pérdida de un ser querido”.

Mientras tanto, su hijo Leonel, de 14 años de edad, asiste a la Escuela secundaria Canoga Park, disfrutando de sus materias favoritas: diseño gráfico y matemáticas. Sueña con ser director de cine y su mamá no tiene duda de que alcanzará sus metas porque “es muy dedicado a la escuela y yo me esfuerzo para estar con él todo el tiempo después de trabajar”, afirma.

Norma y Leonel asisten a la iglesia de San José Obrero (en Winnetka), y algunos domingos también van a Santa Catarina (en Reseda).

Entre madre e hijo existe una gran amistad, no sólo en solidaridad por tenerse solo uno al otro en este país, sino porque han desarrollado una fe católica que va de la mano con sus principios familiares. Por esta razón, en este Día de Acción de Gracias dan un mensaje muy especial a los lectores de VIDA NUEVA: “Que sean agradecidos siempre, en todo momento con Dios y con la gente que nos rodea, porque eso nos enseña a valorar más la vida. Como dijo el Papa San Juan Pablo II, ojalá todos agradeciéramos con la misma devoción con la que oramos para pedir algo y para que nunca se aparten del camino de Dios y que sus hijos sigan sus pasos”.

SERGIO AGUIRRE, UNA GRAN FAMILIA DE GUANAJUATO
CON PROFUNDAS RAÍCES EN CALIFORNIA

Sergio Aguirre, de profesión arquitecto, vino a Los Ángeles en 1984 desde su natal San Francisco del Rincón, Guanajuato, México. Llegó soltero para cursar sus estudios de doctorado, pero el amor le tenía preparado su destino: Anabel Gutiérrez, del mero San José Iturbide, también Guanajuato.

Se casó y con ella formó un hermoso hogar bendecido por Sergio Jr., Alejandro y Araceli, de 30, 23 y 20 años de edad respectivamente y todos angelinos.

“El Día de Acción de gracias es un día muy especial para agradecer a Dios por
todos los beneficios recibidos durante el año”, reflexiona Sergio Aguirre, quien visita regularmente la Catedral de Los Ángeles, pero asiste cotidianamente a la iglesia de Santa Teresa de Ávila, también en Los Ángeles.

“Thanksgiving es el día que analizamos en familia los logros obtenidos y bendiciones recibidas”, afirma Sergio, que desde que llegó a Estados Unidos ha tenido el privilegio de celebrar el Día de Acción de Gracias en casa de su hermana mayor, Martha Olivares, quien emigró años antes que él e invariablemente disfrutan del banquete típico de la fecha: pavo relleno al horno.

“Nos reunimos toda la familia, somos como unos 50 parientes o a veces más y tradicionalmente nos sentamos todos alrededor de una mesa grande para bendecir los alimentos”.

Para la cena, los Aguirre se visten con traje y corbata los hombres (incluyendo a los pequeños) y las mujeres lucen sus mejores galas.

“Es una verdadera celebración para todos nosotros”, dice el entrevistado mostrando fotos que dan fe de la tradición que alcanza hasta la cuarta generación tan solo en su familia.

“Lo curioso”, continúa, “es que sea cual sea la plática, siempre terminamos hablando de lo mismo: de cuando vivíamos todos en Guanajuato”.

“Y lo más divertido es cuando empezamos a contar las anécdotas recordando las fiestas del 31 de diciembre allá en mi tierra, cuando, después de cenar, mis papás y los 10 hermanos, todos muy elegantes, nos íbamos caminando hasta la parroquia y en el camino nos encontrábamos con familiares y amigos y aunque nos íbamos temprano, apenas si llegábamos a tiempo a la Misa de Gallo, que es a la media noche para recibir al Año Nuevo”.

Alrededor de la mesa, los Aguirre como quizá lo hicieron los primeros pobladores europeos en Estados Unidos, platican de su tierra, de su origen, de sus costumbres y paradógicamente, adoptan y celebran una tradición de su nuevo país.

Este año, Sergio Aguirre y su familia dan especial gracias en este Thanksgiving 2014: “Nuestro mayor agradecimiento a Dios porque nos permite disfrutar de nuestros padres, Enrique Aguirre y María Luisa Godínez (de 92 y 90 años), quienes son los responsables de inculcarnos nuestra fe”.

“Tener a mis padres y ver crecer y triunfar a mis hijos, es lo más hermoso que me ha dado la vida y es por ello que doy gracias todos los días”, puntualiza.

AMBAR Y JESÚS, LA MEJOR ESTRELLA LA TIENEN EN CASA
Ambar y Jesús González tienen cinco años de casados (aproximadamente). Se conocieron en la escuela de inglés y de su amor surgió su primogénita Ayleen Estrella; ahora viven en Sylmar y desde semanas antes se preparan para celebrar el “Día del Pavo”.

Originario de Guadalajara, Jalisco, el hombre de la casa es gerente de producción y calidad en un taller de laminado y pintura en el Valle de San Fernando. Su trabajo consiste en atender a los clientes y asegurarse de que sus autos estén listos lo más rápido posible y con la mejor calidad de servicio.

Ambar, aunque nacida en California, tiene sus raíces muy fuertes en el estado de Nayarit; actualmente se dedica al hogar y al cuidado de su pequeña Ayleen, pero tiene planes de regresar a la escuela tan pronto como su hija entre a la primaria.

Y ¿qué significa para ellos el Día de Acción de Gracias? “Un día para compartir en familia y con amigos y dar gracias por compartir con ellos”. En tanto que su esposo agrega: “Día para estar en familia y aprovechar el tiempo libre del trabajo juntos. Cocinando lo tradicional que es pavo, puré de papas, verduras cocidas y el infaltable pastel de calabaza y flan; ya en la tarde, convivir con los amigos que vienen a visitarnos”.

Los González van a misa a la parroquia de su barrio, San Didacus (en Sylmar) y en este 2014 celebran agradeciendo “las cosas buenas que se nos han dado en este año, principalmente tener salud y estar juntos en familia”. VN

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