29 DE MAYO DE 2006

SANTORAL

SAN MAXIMINO, OBISPO

SANTA JULIA URSULA LEDÓCHOWSKA

Lecturas de la liturgia

Primera Lectura: Hechos 19, 1-8

“¿Han recibido al Espíritu Santo, cuando abrazaron la fe?”

En aquellos días, mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo llegó a Efeso, después de haber recorrido las regiones montañosas.

Encontró allí a algunos discípulos, a quienes preguntó:

«¿Han recibido el Espíritu Santo al aceptar la fe?»

Ellos respondieron:

«Ni siquiera hemos oído que exista un Espíritu Santo».

Pablo replicó:

«Pues ¿qué bautismo han recibido?»

Ellos respondieron:

«El bautismo de Juan».

Pablo les dijo:

«Juan bautizaba para que se convirtieran, diciendo al pueblo que creyeran en el que iba a venir después de él, es decir, en Jesús».

Cuando oyeron esto se bautizaron en el nombre del Señor Jesús. Entonces Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos y comenzaron a hablar en lenguas y a profetizar. Eran unos doce hombres en total.

Durante tres meses Pablo estuvo asistiendo a la sinagoga; allí hablaba del reino de Dios con gran valentía convenciendo a los que discutían con él.

• Salmo Responsorial: 67

• “Cantemos a Dios un canto de alabanza.”

Se levanta Dios y sus enemigos se dispersan, huyen de su presencia quienes lo odian, desaparecen como desaparece el humo; como se derrite la cera ante el fuego, así perecen los malvados ante Dios.

Cantemos a Dios un canto de alabanza.

En cambio los justos se alegran en la presencia de Dios, saltan de gozo y se llenan de alegría.

Canten a Dios, celebren su nombre, su nombre es el Señor, alégrense en su presencia.

Cantemos a Dios un canto de alabanza.

Padre de los huérfanos y defensor de las viudas, ése es Dios en su morada santa. Dios procura un hogar a los indefensos; libera a los cautivos dándoles prosperidad.

Cantemos a Dios un canto de alabanza.

• Evangelio: Juan 16, 29-33

“Tengan valor, porque yo he vencido al mundo”

En aquel tiempo dijeron los discípulos a Jesús:

«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora estamos seguros de que lo sabes todo y que no es necesario que nadie te pregunte; por eso creemos que saliste de Dios».

Jesús les contestó:

«¿Ahora creen? Pues miren, se acerca la hora, mejor dicho, ha llegado ya, en la que cada uno de ustedes se irá a lo suyo y a mí me dejarán solo. Aunque yo no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Les he dicho todo esto, para que puedan encontrar la paz en su unión conmigo. En el mundo encontrarán dificultades y tendrán que sufrir, pero tengan ánimo: yo he vencido al mundo». VN

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