UN PENTECOSTÉS EN LAS CALLES DE PANAMÁ

UN PENTECOSTÉS EN LAS CALLES DE PANAMÁ

Por ERNESTO VEGA

Ciudad de Panamá (19-27 de enero de 2019)- En mi agenda no contemplaba asistir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2019 en la Ciudad de Panamá, pero mis planes cambiaron al recibir dos invitaciones de diferentes apostolados católicos a participar como conferencista en este evento masivo. En verdad sabía de la JMJ y había visto el logotipo, pero no le había puesto mucha atención, ni conocía el lema y ni los cantos pues mi mente estaba en otros asuntos ministeriales.   “Hágase en mí según tu palabra” era el lema mariano de esta JMJ.

La invitación era para impartir varias conferencias, especialmente sobre la Virgen de Guadalupe. Y bueno, quiero compartir con ustedes algunas memorias y observaciones de lo que viví.

Puedo afirmar que, por las calles de la Ciudad de Panamá, desfilaron todas las banderas del mundo, y sus portadores, jóvenes peregrinos entonaban cantos, oraciones, pláticas y convivios en sus propios idiomas.  Las banderas tenían diferentes emblemas étnicos y culturales de los todos los continentes del planeta, pero algo había en común en ellos. Todos le iban al mismo partido, al mismo sueño, a la misma visión que lleva por nombre: Jesús. La unidad, el amor, el respeto y la convivencia resaltaban fuertemente, y eso sólo lo generaba el Espíritu de Dios, el amor a Jesús, nadie más.

Percibía al Espíritu Santo derramarse por las calles. Durante mi tiempo libre salía a tomar fotos, videos y algunas entrevistas, pero muchas veces no pude realizarlas debido a que al oír los cantos y oraciones de los jóvenes me conmovía al grado de que se me hacía un nudo en la garganta, y en varias ocasiones me solté a llorar sin poder hablar, sólo podía tomar fotos y videos.

Al ver a tantos jóvenes, adolescentes, algunos niños y adultos en esa visión común, reflexioné que uno de estos jóvenes fue un siervo de más de ochenta años, mejor conocido como el Papa Francisco, quien tiene un espíritu joven y animoso, con más energía contagiosa que muchos en sus veinte.

El Papa Francisco fue el responsable de congregar a representantes de la Iglesia joven de todas las naciones y los rincones del globo terrestre. Algo que noté es que sus mensajes sencillos, pastorales y conectados con la realidad hicieron impacto en los corazones de la multitud joven y rebosante.  El Papa dijo que Jesús nos ama y nos mira desde lo profundo, y nos invita a nuevos horizontes más allá de lo que la sociedad propone. Nos invitó a tener el coraje de amar, así como María, y que salgamos a dialogar, a convivir, a encontrarnos. Dijo que no nos quedemos conformes en el pesimismo y la comodidad.  Igualmente resaltó que Jesús nos perdona y no nos rechaza; es incluyente en nuestras diferencias culturales y sociales. A los medios de comunicación les dijo que en sus programas no se olviden de centralizarse en la compasión de Jesús, que no se dediquen a condenar. A los obispos les recordó el modelo de pastoreo de San Óscar Romero, Arzobispo de San Salvador, y gran pastor para el pueblo de Dios.

El Papa Francisco hizo mención de un incidente significativo, se refirió a una anciana que vio en dos ocasiones al pasar en su papamóvil. Contó que la vio con una mitra de cartón y un letrero que decía: “Las abuelas también hacemos lío”.  Todos debemos hacer lío, desde la abuela, hasta los obispos, los sacerdotes, religiosas, familia y jóvenes, el lío del amor que va en salida al encuentro de los demás. Pidió a los obispos que saquen a los jóvenes, antes de que el mundo los devore. A los jóvenes les agradeció por los sacrificios de su peregrinaje, y les pidió que dentro de sus corazones respondan con generosidad y amor a Dios con un sí, como el de la sierva del Señor que dijo: “Hágase en mí según tu palabra” (Lucas, 1:38).

Una de las visitas más significativas del Papa fue a una correccional de menores donde realizó una oración penitencial y confesó a varios jóvenes en la cárcel.  Uno de los menores se dirigió al Santo Padre con unas palabras honestas y muy llenas de sentido. Al estar frente al Papa Francisco, el joven mencionó que había experimentado el amor de Dios un día cuando reflexionaba en su situación privado de libertad y que ahora en su visita, aunque estuviera detenido, se sentía verdaderamente libre. Este encuentro del joven con el Papa fue uno de los momentos más comentados en los medios sociales de la JMJ.

Las calles de Panamá estaban resguardadas de actividad policíaca las 24 horas. Había mucha seguridad, respeto y una calurosa bienvenida no solamente por los policías sino por toda la gente.  Los parques, las parroquias, auditorios y calles se transformaron en rincones de oración, adoración, catequesis, conciertos de alabanza, intercesión, y diálogos de fe. El parque Cristonautas, uno de los tantos rincones de catequesis de la JMJ 2019, ofreció un aspecto único y futurístico. A través de cascos de visión de realidad virtual se presentaron reflexiones bíblicas, especialmente la anunciación. Esta es una manera de impulsar la nueva era de la evangelización, a través de la tecnología virtual.

El Papa Francisco claramente dijo que hay diálogos políticos que sólo se centran en que las personas deben ser únicamente como cierto grupo étnico, de lo contrario son rechazados, y mencionó que eso es causado por el espíritu de división que quiere destruir. Dirigiéndose a toda la multitud de más de 500 mil presentes, comentó que los jóvenes en estos momentos están desmintiendo esa narrativa porque es posible ser diferente, y venir de otras partes del planeta y convivir en el amor. Aplaudió y exaltó los esfuerzos que se hicieron por hacer la Jornada Mundial de los jóvenes indígenas y de los jóvenes de origen africano.  Esta jornada se realizó una semana anterior a la JMJ.  Una de las jóvenes que había vivido la jornada mundial de la juventud indígena pidió a la Iglesia que es tiempo de mostrar la imagen indígena; su petición fue aplaudida con entusiasmo.

Al final ya no quería regresar a casa, pero lo hice con muchos tesoros de “momentos de gracia”, con una fe renovada y con ganas de seguir trabajando en la Viña del Señor.

Todo este evento masivo multilingüe, multicultural y multiétnico se reunió tomados de la mano de María, nuestra Madre, por medio del amor y convivio en Jesús, que está vivo, y el poder del Espíritu Santo quien derramó en la Iglesia joven, por todas las calles de la Ciudad de Panamá, sus dones y carismas, dando así un nuevo Pentecostés. Fue un gozo y honor haber participado. Regresé renovado espiritualmente y les recomiendo a todos los jóvenes que no se pierdan la siguiente JMJ 2022 en Portugal. VN

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