PASTORAL DEL ENCUENTRO Y DE LA ACOGIDA DE LOS NIÑOS DE LA CALLE, APREMIA EL VATICANO

«Pastoral del encuentro y de la acogida»: es una acción urgente que reclaman entre 100 y 150 millones de niños de la calle en el mundo, alerta el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes.

El secretario del dicasterio –el arzobispo Agostino Marchetto- citó este martes estas cifras, procedentes -respectivamente- de «Amnistía Internacional» y de la «Organización Internacional del Trabajo».

En cualquier caso, denunció el drama de los niños de la calle como uno de los «desafíos más inquietantes de nuestro siglo, para la Iglesia y para la sociedad civil y política», como «un fenómeno –”en crecimiento prácticamente en todas partes”- de dimensiones inimaginables, también para las instituciones públicas», y como «una auténtica emergencia social y pastoral».

A la «Pastoral de los niños de la calle» se dedica una de las cuatro partes de las «Orientaciones para la Pastoral de la Carretera», documento preparado por el citado dicasterio y que ha presentado su presidente –el cardenal Renato Martino- y su secretario, monseñor Marchetto, en el Vaticano.

La creciente disgregación familiar, tensiones entre padres y comportamientos violentos -«a veces hasta perversos»- hacia los hijos, inmigración, pobreza y miseria, toxicodependencia, prostitución, guerras y desórdenes sociales, la difusión –sobre todo en Europa- de una «cultura de la trasgresión» y la falta de valores de referencia son factores que, como sintetizó el prelado, están en la base del citado fenómeno social.

«Por esto, es necesario que la Iglesia se haga cargo de este problema, tanto con la prevención como con la recuperación de los chavales», señaló, recordando palabras de Juan Pablo II, quien decía a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: «¡Demos a los niños un futuro de paz!».

Sintetizando el contenido de las Orientaciones, monseñor Marchetto apuntó: «Para que los niños tengan un futuro en la vida, es de fundamental importancia infundirles la confianza en ellos mismos, la autoestima, el sentido de la dignidad y de una consecuente responsabilidad personal, para que pueda nacer en ellos un auténtico deseo de reanudar los estudios y prepararse» para su inserción socio-laboral.

Pero en esta pastoral también es necesario acoger la invitación a una nueva evangelización –que caracterizó el pontificado del Papa Karol Wojtyla-, pues «sólo el encuentro con Aquél que vino a curar las llagas de los corazones traspasados puede sanar en lo profundo las devastadoras heridas de seres humanos traumatizados y endurecidos por las muchas frustraciones y violencias sufridas», advirtió el arzobispo Marchetto.

Así que -prosiguió- «es importante pasar de una pastoral de la espera a una pastoral del encuentro y de la acogida, buscando y encontrando a los chavales en sus lugares de reunión, en las calles, en las plazas, en las discotecas y en las zonas más “calientes” de nuestras metrópolis».

«Es necesario ir a su encuentro con amor para llevar la Buena Nueva y testimoniar con la propia experiencia de vida que Cristo es Camino, Verdad y Vida», indicó.

El prelado señaló igualmente que el máximo esfuerzo en este terreno debe destinarse «a preparar profesional y espiritualmente a agentes de pastoral», quienes, a su vez, «deben mostrar una gran madurez humana y una capacidad de actuar en sintonía y colaboración con los demás educadores».

Tras la presentación de las Orientaciones, el arzobispo Marchetto insistió en la urgencia de presentar atención de los niños de la calle, recalcando que todos ellos están expuestos a todo tipo de riesgo. VN

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