OBISPOS MEXICANOS: EL AGUA, UN DERECHO Y UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS.-

Se lleva a cabo en México el Foro Mundial del Agua

MÉXICO.- Los obispos mexicanos han considerado oportuno difundir el pensamiento de la Iglesia sobre el tema del agua, aprovechando la realización, en la Ciudad de México, del Foro Mundial del Agua, donde todo el planeta ha enfocado su atención ante los problemas de desabasto y calidad del agua que sufren grandes zonas del planeta.

«La tutela del medio ambiente –alertan en la página web de la Conferencia del Episcopado Méxicano– constituye un desafío para la humanidad: se trata de un deber, común y universal, de respetar un bien colectivo, destinado a todos».

«El agua es instrumento vital, imprescindible para la supervivencia y, por tanto, un derecho de todos. Es necesario prestar atención a los problemas creados por su evidente escasez en muchas partes del mundo», recuerdan a los participantes del Foro Mundial del Agua.

México, particularmente, presenta carencias muy importantes de agua, sobre todo en el centro y norte del país y, más concretamente, en capitales como el Distrito Federal, Monterrey o San Luis Potosí. El consumo medio es de 300 litros de agua por persona, y las reservas apenas si alcanzan para sostener el consumo un lustro.

Quizá por ello, los obispos mexicanos señalan en su comunicado que «el agua no es un recurso ilimitado. Su uso racional y solidario exige la colaboración de todos los hombres de buena voluntad con las autoridades gubernamentales, para conseguir una protección eficaz del medio ambiente, considerado como don de Dios (cf. Ecclesia in America, 25). Por tanto, esta cuestión debe enfocarse de forma que se establezcan criterios morales basados precisamente en el valor de la vida y en el respeto de los derechos humanos».

«De cara a estos importantes eventos, renovamos la esperanza de que las diversas instancias de la sociedad civil y de gobierno garanticen que el agua siga siendo fuente abundante de vida; que todos dispongan de este vital líquido y no sea cada vez más, privilegio de unos pocos», concluye el comunicado. VN

FUENTE: ZENIT.org / El Observador

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