LA ARQUIDIÓCESIS DA LA BIENVENIDA A NUEVOS SIERVOS

LA ARQUIDIÓCESIS DA LA BIENVENIDA A NUEVOS SIERVOS

(fOTO: BIEN ACOMPAÑADOS- Más de tres mil asistentes, entre familiares, amigos y feligreses de sus parroquias, se dieron cita en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles para compartir con ellos ese momento tan especial. / victor alemán).

El Arzobispo José Gomez ordenó a seis sacerdotes en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles

“Toda ordenación es un momento para agradecer a Dios por el don del sacerdocio”, dijo el Arzobispo Gomez. “Jesús le dio a su Iglesia una sola misión: proclamarlo, resucitado y vivo, y unir a los pueblos de este mundo en una sola familia de Dios. Esta es nuestra misión, la de cada uno de nosotros aquí y ahora. Estamos llamados a ser discípulos misioneros, llevando el amor de Jesús a todos los ámbitos y a cada situación de la vida. Y Dios nos ofrece a sus sacerdotes para que nos acompañen en esta misión. Mis queridos hermanos, esta es la noble vocación a la que están llamados: a ser padres espirituales de la familia de Dios aquí en la Arquidiócesis de Los Ángeles”.

Los hombres que ingresaron al sacerdocio son los Padres Emmanuel Delfín, Luther Díaz, Brian Humphrey, José María Ortiz, Miguel Ángel Ruiz y Louis Sung. Todos han completado la formación teológica en el Seminario de San Juan en Camarillo, y recientemente han cumplido el servicio como diáconos de transición y pasantías de un año en las parroquias de la Arquidiócesis. Ellos han comenzado sus primeras tareas parroquiales este 2 de junio.

“Es una bendición para nuestra Iglesia celebrar por segundo año consecutivo la ordenación de los tres niveles de las órdenes sagradas: Obispo, Sacerdotes y Diáconos en el lapso de unas pocas semanas”, dijo el Padre Samuel Ward, Director de la Oficina de vocaciones de la Arquidiócesis. “Estos hombres están ordenados para el servicio del Evangelio y para construir la fe en una Iglesia local”.

La Misa de ordenación es una ceremonia sacramental en la que un hombre se convierte en sacerdote habiéndose capacitado para profesar en el nombre de Cristo y en el de la propia Iglesia. El rito esencial del Sacramento se lleva a cabo durante la imposición de manos y la oración de consagración -una antigua tradición en la Iglesia, mencionada en la Biblia. La ceremonia desarrolló varios rituales, ricos en significado e historia, incluida la postración. Los hombres ordenados yacieron boca abajo ante el altar, simbolizando su dependencia de Dios y las oraciones de la comunidad Cristiana.

Al concluir la misa, los nuevos sacerdotes ofrecieron sus primeras bendiciones públicas en la Plaza de la Catedral rodeados de familiares, amigos, miembros de sus comunidades parroquiales, sus pastores y otros mentores sacerdotales. VN

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