LA ALIMENTACIÓN ES UN DERECHO HUMANO, RECUERDA CÁRITAS

El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación

Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, Cáritas considera que se puede superar el escándalo del hambre porque es posible superar sus causas de carácter humano.

En un mundo en el que se producen alimentos para el doble de personas que lo habitan, 854 millones de personas pasan hambre y desnutrición, informa Cáritas España.

«Con la agravante de que el 75% de los hambrientos, 3 de cada 4 personas que pasan hambre, son pequeños agricultores, pescadores o pastores que no tienen acceso a los recursos necesarios para producir los alimentos que necesitan para llevar una vida plena y digna», constata.

«¿Por qué?», se pregunta la institución católica de ayuda.

«Las raíces del hambre del siglo XXI hay que buscarlas en la exclusión y en la marginación de pueblos enteros –responde–, en una injusta distribución de los recursos, en las políticas agrarias y comerciales internacionales que anteponen los intereses de los grandes mercados a la satisfacción de las necesidades más básicas del ser humano y en la no realización del derecho a la alimentación como derecho humano fundamental, proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos».

Este derecho, considera Cáritas en una nota enviada a Zenit, «entraña obligaciones, hoy no cumplidas, para todos los gobiernos, y una responsabilidad colectiva para la sociedad en su conjunto».

Desde 2003, Cáritas impulsa la campaña «Derecho a la alimentación. Urgente», que reivindica en España la realización efectiva del derecho a la alimentación para todos los habitantes del planeta y no limitar la no realización de este derecho humano fundamental a la lucha contra el hambre, enfoque asistencialista que no cuestiona nada y en el que son los ricos los que ayudan a los pobres sin analizar las causas que generan el hambre.

«Felicitamos al Gobierno español por haber incorporado el derecho a la alimentación como una prioridad dentro de su política de cooperación al desarrollo. Sin embargo, esta prioridad no debe contemplarse de manera aislada en la cooperación al desarrollo sino que tan importante o más es que el enfoque de derechos sea transversal en todas las políticas de Estado, incluidas las comerciales», aclara Cáritas.

«Si el compromiso del Gobierno español es real –añade–, España debe asumir un papel de liderazgo o de promotor de la coherencia de políticas en el seno de la Unión Europea, velando para que no tengan impacto negativo en la realización del derecho humano a la alimentación». VN

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