IDEARIO MARCO DE LA TELEVISIÓN CATÓLICA

Como anexo a las conclusiones del primer Congreso mundial de televisiones católicas, celebrado en Madrid del 10 al 12 de octubre de 2006, el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales ha distribuido este «Ideario marco de la televisión católica».

IDEARIO MARCO DE LA TELEVISIÓN CATÓLICA

1. NATURALEZA

La naturaleza de toda televisión católica (TVC) se fundamenta en su identidad eclesial y se inscribe en la misión evangelizadora de la Iglesia a fin de transformar, según el Evangelio, la sociedad en general y la opinión pública en particular.

Esta naturaleza básica ha de ser completada con las señas de identidad específicas y tradiciones del lugar en la que está situada.

La TVC ha de ser independiente de todo partidismo o poder político, económico e ideológico, a fin de poder cumplir libremente su misión evangelizadora y social.

2. FINES

De acuerdo con este carácter propio, la TVC ha de establecer entre sus fines los siguientes:

Orientar a la opinión pública con criterio cristiano y divulgar la vida y doctrina de la Iglesia.

Difundir un modelo de hombre y de sociedad, abierto a la trascendencia y enriquecido por la conciencia moral y por la fe religiosa cristiana.

Colaborar en la salvaguarda de la paz y de los derechos humanos, así como en la promoción humana, social y cultural de la población, especialmente de los más pobres, conforme a la doctrina social de la Iglesia.

Contribuir a la implantación cultural de la concepción cristiana de la defensa de la vida, del matrimonio y de la familia.

Ofrecer contenidos televisivos que pueden enmarcarse dentro esta temática y ayuden a la educación, a la construcción social, a la solidaridad y a la convivencia.

Difundir las legítimas peculiaridades culturales y artísticas de la población a la que se dirige.

3. COMPROMISOS

En coherencia con la naturaleza y fines señalados, la TVC ha de establecer para sí los siguientes compromisos:

La identidad cristiana y eclesial de la TVC ha de impregnar su estilo y su funcionamiento empresarial, editorial y laboral.

La TVC se impone a sí misma, en la medida de sus posibilidades, el empeño por la calidad profesional y cuidará esmeradamente la formación de sus trabajadores.

Tanto en sus servicios informativos como en los programas de opinión, la TVC comprobarán con rigor la verdad de los hechos y la fiabilidad de sus fuentes noticiosas. Los errores serán subsanados con la rectificación oportuna.

La TVC observará en sus emisiones el respeto a las personas e instituciones y el diálogo civilizado.

La TVC estará comprometida con las necesidades y aspiraciones de la sociedad en la que se sitúa, constituyendo esta opción una señal indentificativa más de este medio católico ante la opinión pública.

Las personas que son llamadas a cualquier responsabilidad en la TVC, tienen el derecho y el deber de conocer previamente el Ideario. La aceptación de un cargo de índole redaccional implica también la asunción de los compromisos morales y profesionales exigidos por el Ideario.

En la programación de la TVC han de ocupar un puesto destacado los programas explícitamente religiosos, que reflejen e interpreten la actualidad de la Iglesia, y en cuya realización mantendrá, como en el resto de sus contenidos televisivos, una estrecha comunión con el Magisterio de la Iglesia y sus legítimos pastores. VN

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