BASÍLICA DE GUADALUPE SE PREPARA PARA REANUDAR MISAS CON FIELES CON ESTRICTO PROTOCOLO

BASÍLICA DE GUADALUPE SE PREPARA PARA REANUDAR MISAS CON FIELES CON ESTRICTO PROTOCOLO

Antigua (izquierda) y nueva Basílica de Guadalupe (derecha) en Ciudad de México. Crédito: David Ramos / ACI Prensa. 

Por DAVID RAMOS | ACI Prensa

La Basílica de Guadalupe podría reanudar la celebración de la Misa con fieles en los próximos días aplicando estrictos protocolos de seguridad para prevenir el contagio de coronavirus COVID-19, y permitiendo una asistencia no mayor al 5% de la capacidad del templo.

Proyectada originalmente para el 29 de junio, debido a las medidas del Gobierno de Ciudad de México para hacer frente a la pandemia de COVID-19 la Arquidiócesis Primada de México postergó la posible apertura de las iglesias al culto público para el lunes 20 de julio.

En diálogo con ACI Prensa, Juan Franco, responsable de Protección Civil de la Basílica de Guadalupe, señaló que en el templo mexicano que alberga la imagen original de Nuestra Señora de Guadalupe “hay señalización en piso, puntos específicos donde las personas que ingresarán a Misa deben de colocarse”.

El número máximo de asistentes permitidos en la Basílica de Guadalupe, con una capacidad regular para 10 mil personas, será de no más de 500.

Antes de la pandemia se celebraban en la Basílica de Guadalupe 14 Misas diarias de lunes a domingo. Desde este 20 de julio se estima que no superarán las 7.

El complejo cercado de la Villa de Guadalupe comprende seis templos: la Basílica de Guadalupe, el Templo Expiatorio a Cristo Rey (Antigua Basílica de Guadalupe), la Parroquia de Santa María de Guadalupe “Capuchinas”, la Capilla del Pocito y la Capilla del Cerrito, en la cumbre del Tepeyac.

Durante la primera etapa de reapertura del culto público solo se celebrará la Misa en la Basílica de Guadalupe y en el Templo Expiatorio de Cristo Rey. En este último, solo se permitirá un máximo de 70 fieles participantes en cada Misa.

Tras la reapertura el 18 de mayo de los denominados “municipios de la esperanza”, localidades sin registros de contagio de COVID-19, desde el 1 de junio entró en funcionamiento un “semáforo de riesgo epidemiológico” que sirve de indicador de la situación de cada estado mexicano frente a la pandemia.

El “semáforo” va desde la luz roja, en el que “se permitirán únicamente las actividades económicas esenciales” hasta el verde, que permitirá “todas las actividades, incluidas las escolares”. De forma intermedia se encuentran las luces naranja y amarilla.

Aunque inicialmente anunció el paso de semáforo rojo a naranja desde el 22 de junio, el Gobierno de Ciudad de México decidió que la modificación se produzca desde el 29 de junio.

Con el paso a semáforo naranja, en la capital mexicana se estableció un programa progresivo para permitir diversas actividades, entre ellas los servicios religiosos.

El Responsable de Protección Civil de la Basílica de Guadalupe señaló que “estamos en constante comunicación con las autoridades”, y subrayó que “no es una gran apertura, estamos todavía en semáforo naranja y las personas deben permanecer en su casa. En especial los que están enfermos deben evitar venir a la Basílica de Guadalupe”.

“Las personas que puedan venir deben respetar las medidas que se van a implementar en el lugar”, dijo.

“Desde el momento en que pasan las rejas de la Basílica de Guadalupe hacia nuestros atrios deben llevar cubrebocas en todo momento y mantener la distancia social”, añadió.

Quienes deseen participar en la Misa en la Basílica de Guadalupe, indicó, “deben pasar por una cámara de temperatura. También hay control físico de temperatura, en caso de que se confirmara alguna temperatura elevada”.

“Tenemos médicos aquí en la Basílica de Guadalupe, paramédicos de primer nivel, que atenderían esta situación y ya tienen todo un protocolo”, señaló.

Juan Franco subrayó que “no está permitido que la gente permanezca en algún templo para oración o como visita. Si quieren ingresar debe de ser a Misa, y al final de la Misa se va a desalojar a todas las personas que estén en el interior, para sanitizar de manera adecuada y prepararnos para las siguiente Misa”.

El Responsable de Protección Civil de la Basílica de Guadalupe precisó además que están preparados para la posibilidad de que el semáforo epidemiológico vuelva a rojo y se deba suspender la celebración de la Misa con fieles.

“Si las autoridades nos indican que el semáforo cambia a rojo, nosotros estamos conscientes de que no habría apertura y tendríamos que esperar las indicaciones de un nuevo semáforo naranja y una nueva fecha para la apertura”, señaló.

La Arquidiócesis de México ha publicado dos documentos sobre la reapertura del culto público: “Orientaciones y criterios para el retorno gradual a las celebraciones litúrgicas con asistencia de fieles” y “Subsidio para el retorno gradual a las celebraciones litúrgicas”.

Cada año la Basílica de Guadalupe, que acoge la imagen de la Virgen María que se apareció milagrosamente en la tilma de San Juan Diego en 1531, recibe a más de 20 millones de peregrinos, superando a otros santuarios marianos como Fátima o Lourdes e incluso a la Ciudad del Vaticano.

Para la celebración de la fiesta de la Virgen de Guadalupe, el 12 de diciembre, se congregan en su santuario en Ciudad de México alrededor de 10 millones de fieles. VN

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