Un grupo de trabajadores indocumentados en Phoenix acusa a la compañía para la que trabajaron de no haberle pagado por sus servicios o haber recibido cheques sin fondos.
“Estas pobres familias están pasando una situación muy difícil, muchos de ellos están atrasados en la renta y algunos no tienen dinero ni siquiera para comprar pañales a sus hijos”, dijo Lydia Guzmán, vocera del grupo Respect/Respecto.
Abogados del grupo hablaron, en representación de los cerca de 30 trabajadores, con la compañía de distribución de carne General Metas & Provisions, con sede en Phoenix, para tratar de solucionar el problema de la falta de pagos a los empleados.
“Al principio nos dijeron que debido al estatus migratorio de los trabajadores no les iban a pagar, pero les hicimos entender que un indocumentado tiene el mismo derecho que cualquier otro empleado a exigir el pago de por su trabajo”, explicó Guzmán.
Ante la presión de los abogados y la presencia de los empleados juntos a sus hijos frente de las instalaciones del negocio, este fin de semana la compañía entregó algunos cheques a los inmigrantes, pero éstos no tenían fondos.
“Esta compañía aparentemente se puede ir muy pronto a bancarrota y si lo hace será mucho más difícil recobrar el dinero de los salarios”, dijo la activista.
A cada empleado se le debe aproximadamente entre 1.500 a 2.500 dólares por horas trabajadas.
“El problema es que algunos trabajadores cambiaron los cheques en casas de cambio y como no tenían fondos, ahora estos negocios podrían presentar acciones legales en contra de estas personas”, agregó.
La activista anunció que el próximo paso será presentar una queja ante la Comisión Industrial de Arizona para que se investigue a la compañía.
“Lo que más me molesta es que a todos los empleados se les pagó, excepto a ellos (los indocumentados)”, finalizó. VN