vida nueva

RECOMENDACIONES LITÚRGICAS PARA 2020 DEBIDO A LA PANDEMIA DEL COVID-19

La actual pandemia de salud pública sigue creando miedo y ansiedad en el corazón y la mente de muchas personas. Sin embargo, también nos ha unido como un pueblo que busca el bien de los demás. Ahora más que nunca, debemos seguir anclando nuestro corazón y mente en la verdad duradera del amor de Dios por nosotros, Sus hijos e hijas. Permanezcamos fuertes en nuestra fe con la seguridad de que Dios siempre estará con nosotros.

Como todos sabemos, nos hemos adaptado a una nueva forma de vivir nuestra vida diaria, así como a una nueva forma en que adoramos. Las decisiones tomadas en relación a la vida litúrgica de nuestras parroquias siguen haciéndose con oración, fe y en observancia de las políticas establecidas por nuestras autoridades civiles, para asegurar el bienestar de toda la población.

De manera que, para ayudar a los sacerdotes a desarrollar su ministerio con fe, prudencia y juicio sabio, el Arzobispo, en consulta con los Obispos Auxiliares y con el Consejo de Sacerdotes, ha establecido las siguientes recomendaciones litúrgicas. Estas recomendaciones deberán seguirse hasta nuevo aviso.

CONSIDERACIONES GENERALES

MISA

RECONCILIACIÓN/CONFESIÓN

 

UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

 

BAUTISMO

BODAS

FUNERALES

Confirmaciones

SEMANA SANTA

  1. Por el fin de la pandemia

Oremos, queridos hermanos y hermanas, por un final rápido

de la pandemia del coronavirus que afecta a nuestro mundo,

que nuestro Dios y Padre sane a los enfermos, fortalezca a quienes los cuidan y nos ayude a perseverar en la fe.

Oración en silencio. El sacerdote dice:

Dios todopoderoso y misericordioso,

fuente de vida, salud y sanación,

mira con compasión a nuestro mundo, debilitado por la enfermedad;

protégenos en medio de este grave desafío que nos asalta,

y en tu providencia paternal

concede la recuperación a los afectados,

fortaleza a quienes los cuidan,

y éxito a quienes trabajan para erradicar este azote.

Por Cristo, nuestro Señor. R. Amén.

• En la Vigilia Pascual, “El Comienzo Solemne de la Vigilia o Lucenarium”, se omite la preparación y el encendido del fuego, se enciende la Vela Pascual, se omite la procesión y sigue la Proclamación de Pascua (Exsultet). Luego tiene lugar la “Liturgia de la Palabra. Para la “Liturgia Bautismal”, sólo es necesaria la “Renovación de las promesas bautismales” (cf. Missale Romanum pág. 371, n. 55). Los bautismos que se llevan a cabo habitualmente en la Vigilia Pascual deben posponerse de acuerdo con el Rito de Iniciación Cristiana de Adultos (n. 26). Los elegidos deben participar en al menos un escrutinio, el cual puede tener lugar en la Misa o en la Liturgia de la Palabra, antes de ser bautizados. La “Liturgia de la Eucaristía” sigue a la “Renovación de las promesas bautismales”. (cf. Decreto, En tiempo de Covid-19, Prot. N. 153/20). VN

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