PIDEN DEJAR “LÍNEA DURA” EN POLÍTICA MIGRATORIA Y BUSCAR SOLUCIÓN A ILEGALES
Cientos de trabajadores indocumentados que han perdido recientemente su empleo piden al Gobierno que deje de aplicar la “línea dura” de la política migratoria y que ofrezca una solución a su desesperada situación.
“Le exigimos a(l presidente Barack) Obama que pare la aplicación de línea dura de las leyes de inmigración existentes”, dijo Nativo López, dirigente de la Asociación Política Mexicoamericana (MAPA).
López denunció que más de 2.200 trabajadores indocumentados han sido despedidos recientemente de varias fábricas en Los Ángeles.
“La mayoría de la gente no lo sabe, pero Obama tiene la discreción ejecutiva de poner un alto a la verificación de documentos de empleo, ‘E-Verify’, y el envío de las cartas de discrepancia de seguro social”, afirmó el activista.
Entre las empresas que han despido trabajadores se encuentra American Apparel, una fábrica de ropa que impulsa una campaña de apoyo a la reforma migratoria en camisetas con el mensaje en inglés “Legalize LA” y que este mes despedirá a 1.500 empleados a quienes el gobierno les exige pruebas de la validez de sus documentos migratorios.
Marina Andrade, representante de American Apparel, dijo que “los trabajadores son como nuestra familia y nos afecta mucho pensar en que no van a tener para pagar la renta ni para la comida, por eso le pedimos al presidente Obama que apruebe rápido una reforma migratoria”.
“Lo que está haciendo el gobierno es como que si nos mandara a mochar (cortar) los brazos, porque sin trabajo ya sólo vamos a estar así con los brazos (sin movimiento)”, dijo Esther Hernández, de 32 años, una de las costureras despedidas por American Apparel.
Por su parte, Olga Castañeda, de 39 años, afirmó que los despidos son una muestra de “la opresión del gobierno contra una mano de obra que el país necesita”.
“Nosotros le pedimos al gobierno que si por el momento no va a aprobar una reforma migratoria que deje de estar presionando a los patrones para que echen a los trabajadores”, sugirió.
Alexander Auerbach, miembro de la junta directiva de la empresa empaquetadora de alimentos congelados Overhill Farms, en el sur de Los Ángeles, dijo que el Servicio de Rentas Internas (IRS) hizo una auditoría de las planillas de empleados de 2006 y encontró que de 1.000 trabajadores había incongruencias en los documentos de 260.
A raíz de esto el pasado mes de abril la Administración del Seguro Social envió cartas a esos empleados en las que les informaron que los números de seguro social con los que declaran impuestos son inválidos.
“El gobierno nos estaba diciendo que esta gente no está aquí legalmente y que por eso, tanto nosotros, la empresa, como los trabajadores íbamos a ser sometidos a una acción penal”, indicó Auerbach.
“Mucha de la gente ha estado con nosotros por muchos años y tienen la experiencia en el trabajo que le favorece a la compañía, pero los abogados nos recomendaron despedirlos porque si no hubiéramos tenido que pagar millones en multas o ir a la cárcel”, explicó.
Marcelino Arteaga, uno de los empleados despedidos de Overhill Farms, dijo a Efe que un día a la semana un grupo de ex empleados protesta frente a la planta de empaque.
“Pero tenemos entendido que esta lucha ya no es en contra de ésta y otras compañías, sino que es una lucha en contra de las políticas de Barack Obama que se enfocan en castigar a los empleadores”, sostuvo.
Artega afirmó que esta situación, para empresas como Overhill Farms, es una oportunidad para despedir a gente con bastante antigüedad “sin pagarles nada, para luego contratar gente a medio tiempo y sin beneficios con lo que ahorra más dinero la compañía”.
“Nosotros creemos que la única solución está en manos de Obama y lo único que tiene que hacer es cumplir lo que nos prometió a los latinos en campaña, que es una reforma migratoria”, finalizó. VN
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