PIDEN A SANTA PATRONA DE INMIGRANTES QUE INTERCEDA A FAVOR DEL “DREAM ACT”

Estudiantes universitarios, líderes religiosos y activistas pidieron esta noche a la patrona de los inmigrantes, Santa Francisca Xavier Cabrini, su intervención para la aprobación del proyecto “Dream Act” en el Senado de EE.UU.

Con oraciones, cánticos y una procesión con velas encabezada por la imagen de Cabrini, que cargaron varios hombres en un pequeño altar rodeada de flores, el grupo depositó su confianza en la misionera italiana, que fue declarada Patrona de los Inmigrantes el 17 de septiembre de 1950 por el Papa Pío XII, quien la canonizó en 1946.

Francisca Javier Cabrini dedicó su vida a favor de los inmigrantes y pobres y durante su vida fundó 67 escuelas, hospitales, orfanatos y centros de misiones, uno por cada año, en América.

“Santa Frances, interviene por nosotros para que pase el Dream Act” pidió el grupo, en un pequeño acto, previo a la procesión, en la iglesia Santa Teresa del bajo Manhattan, que además agradeció a Cabrini por haberse concedido en Nueva York la licencia de conducir para indocumentados.

Durante el acto se explicó qué es el “Dream Act” y por qué es tan importante para los inmigrantes indocumentados, tanto estudiantes como sus padres.

La aprobación del “Dream Act”, que según activistas podría votarse mañana en el Senado, supondría una oportunidad sin precedentes hacia la legalización para los cerca de 65.000 estudiantes de secundaria indocumentados que se gradúan cada año en EE.UU.

Los requisitos para poder acogerse a esta ley, en caso de aprobarse, serían llevar en el país un mínimo de cinco años, haber llegado con una edad inferior a los 16, haberse graduado en educación secundaria y contar con un historial de buena conducta, es decir, sin antecedentes delictivos.

A los estudiantes que cumplan todos los requisitos se les proporcionará una opción a la legalización en seis años, durante los cuales estarán bajo un estatus denominado ‘condicional’, según el Centro Nacional de Legislación Migratoria (NILC).

Si a los seis años demuestran que han cumplido estos requisitos y que su historial legal sigue estando limpio, entonces tienen la posibilidad de pedir la residencia permanente.

Para Jackie, una inmigrante colombiana, la aprobación del proyecto de ley -que se presentó por primera vez hace cinco años y que volvió a ser retomado en 2007- significaría hacer realidad su sueño de poder enseñar a niños latinos en escuelas públicas de la ciudad.

“Estoy en cuarto año de universidad y estudio para maestra de niños en primaria y su aprobación significaría poder ejercer mi carrera con mi título”, dijo a Efe mientras participaba de la procesión.

Jackie, que fue traída a Nueva York por sus padres, junto a sus dos hermanos cuando tenía 14 años, explicó que ha tomado y aprobado todos los exámenes que requiere el estado para poder ejercer su profesión de maestra.

Sin embargo, por su condición de indocumentada no le otorgan el título, lo que podría hacerse realidad si el Senado da luz verde a la medida.

“Quiero poder trabajar en las escuelas donde van nuestros niños, se necesita de maestros bilingües”, dijo la joven, que estuvo acompañada por sus padres, y agregó que muchos otros estudiantes están en su misma situación.

En Nueva York los indocumentados pueden ir a la universidad y pagar su coste como si fueran residentes legales, pero no pueden acogerse a las diversas ayudas financieras gubernamentales y hay muy pocas del sector privado dirigidas a este sector de la comunidad.

Debido a la condición económica de los 65.000 indocumentados que terminan su escuela superior, muy pocos continúan estudios superiores.

“Cuando me gradué de escuela superior, los maestros hicieron una colecta y nos dieron como 600 dólares a cada uno de los indocumentados que terminamos la escuela, para poder ayudarnos con algo. Por lo menos, pudimos pagar aunque fuera una clase”, argumentó.

La joven universitaria aseguró que trabaja a tiempo completo como niñera así como en una organización de servicio a la comunidad para poder pagar los 2.000 dólares por semestre que le cuesta su educación.

Dijo además que estudia de noche para poder trabajar.

La pasada semana una coalición de organizaciones realizó una vigilia frente a las oficinas del senador demócrata de Nueva York, Charles Schummer, pidiendo su apoyo a la medida, que cuenta con el aval de su colega Hillary Clinton. VN

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